La Policía desarticula una banda de la mafia italiana en el sur de Tenerife y detiene a 106 personas
Los arrestados están acusados, entre otros delitos, de blanquear más de diez millones de euros para clanes como Casamonica, Camorra napolitana, Nuvoletta y Sacra Corona Unita
La Policía Nacional y la Polizia di Stato de Italia, con el apoyo de Europol, han desarticulado en el sur de Tenerife una banda de la mafia italiana acusada, entre otros delitos, de blanquear más de diez millones de euros procedentes de estafas informáticas realizadas por toda Europa. Hay 106 detenidos. La organización desmantelada blanqueaba dinero para diferent...
La Policía Nacional y la Polizia di Stato de Italia, con el apoyo de Europol, han desarticulado en el sur de Tenerife una banda de la mafia italiana acusada, entre otros delitos, de blanquear más de diez millones de euros procedentes de estafas informáticas realizadas por toda Europa. Hay 106 detenidos. La organización desmantelada blanqueaba dinero para diferentes clanes mafiosos italianos, como Casamonica, Camorra napolitana, Nuvoletta y Sacra Corona Unita. En la operación se han realizado 16 registros en España y dos en Italia, descubriéndose en uno de ellos una plantación de marihuana formada por más de 400 plantas, según detalla este lunes la Policía Nacional en un comunicado.
A los arrestados se les acusa de pertenencia a organización criminal, estafa, tráfico de drogas, blanqueo de capitales, secuestro, falsedad documental, lesiones, amenazas, coacciones, robos con violencia, robos con fuerza, estafa a la Seguridad Social y tenencia ilícita de armas. Las investigaciones comenzaron en junio de 2020 por parte de la Policía Nacional, cuando se detectó que en la isla se encontraba asentado un grupo de personas vinculadas con diferentes clanes mafiosos italianos, cuya misión era blanquear el dinero obtenido a través de los múltiples delitos informáticos cometidos en España, Alemania, Irlanda, Italia, Lituania y Reino Unido.
La organización tenía un alto grado de tecnificación, lo que le permitía abarcar distintas modalidades de fraude informático, tales como phishing, smishing, vishing, sim swapping, fraude del CEO y hackeos a empresas comerciales. Todo ello reportó al grupo, según la versión policial, más de diez millones de euros en un solo año de investigación. Ese dinero era blanqueado a través de sus empresas o a través de criptoactivos. Se han bloqueado 118 cuentas bancarias.
La cúpula de esta organización dirigía una red de captadores y de cientos de intermediarios financieros, conocidos como “mulas”, un indispensable eslabón en el complejo engranaje del blanqueo de capitales. Este grupo de criminales había conseguido asentarse e introducirse en diferentes estamentos de la sociedad: entramados empresariales, despachos de abogados y entidades bancarias, entre otros. Las investigaciones permitieron corroborar también que la organización estaba implicada en actividades de prostitución, compraventa de armas, tráfico de drogas, secuestro, estafa, usurpación de identidad, falsedad documental, delitos contra la Seguridad Social, además de robos con fuerza, palizas y hasta en dos homicidios llevados a cabo en la isla.
La cantidad de dinero que obtenían era tan elevada que manejaban cientos de cuentas bancarias que abrían y cerraban continuamente, llegando en una ocasión a secuestrar a una mujer y, tras amenazarla a punta de pistola, llevarla a un cajero automático para robarle todo el dinero y abrir 50 cuentas bancarias en internet para la organización. Una vez detenidos, amenazaron a la víctima y su entorno para evitar que testificaran en su contra.
La Policía destaca que con esta operación se ha evitado la realización de nuevas estafas ya preparadas, incautando en un único registro más de 80 tarjetas de telefonía dispuestas para la realización de delitos de sim swapping y vishing, obteniendo datos sobre numerosas víctimas de estafas informáticas. Para la mafia era tan importante este modo de financiación que mandaban desde Italia a miembros fugitivos de la Justicia de ese país para controlar sobre el terreno sus actividades. Las medidas de seguridad adoptadas por estos fugitivos, conocedores de su situación y de sus contactos, así como de la presión policial, hizo que la operación se adelantase, una vez que los agentes confirmaron que estaban en posesión de documentación falsa y que programaban su fuga de España.