La vida en las carpas de acogida de Torrejón

Dos antiguos traductores de las tropas españolas en Afganistán que viven en Madrid atienden a sus compatriotas

Foto y vídeo: El segundo avión fletado por España para evacuar a españoles y afganos del país asiático ha aterrizado poco después de las ocho y media de la tarde de este viernes en la base aérea militar de Torrejón de Ardoz (Madrid).Vídeo: MARISCAL / EFE / epv
Torrejón de Ardoz -

Sobre las cuatro de la tarde de este viernes, Darioush Mohammadi, intérprete afgano de 29 años que colaboró con las fuerzas españolas entre 2009 y 2014, entraba en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) para facilitar la comunicación entre los refugiados afganos evacuados desde Kabul y las instituciones y ONG involucradas en su acogida, después de que los talibanes tomaran el país.

Tras los controles de seguridad, llegó a la zona...

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Sobre las cuatro de la tarde de este viernes, Darioush Mohammadi, intérprete afgano de 29 años que colaboró con las fuerzas españolas entre 2009 y 2014, entraba en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) para facilitar la comunicación entre los refugiados afganos evacuados desde Kabul y las instituciones y ONG involucradas en su acogida, después de que los talibanes tomaran el país.

Tras los controles de seguridad, llegó a la zona donde el Ejército ha desplegado las instalaciones provisionales para albergar hasta a un millar de personas. Al llegar, cuando aún no había aterrizado el segundo avión fletado por España se encontró a unas 30 personas, en su mayoría jóvenes, “de las cuales 11 formaban parte de la misma familia”, según escribió en un mensaje por WhatsApp.

Este viernes aterrizaron en la base militar otros dos aviones: sobre las 18.00 llegó un vuelo desde Francia y hacia las 20.30 tomó tierra el segundo avión español procedente de Dubái, con 110 personas a bordo. El intérprete espera encontrar entre ellos a sus viejos compañeros, que trabajaron con él como traductores.

En la zona del campamento, Mohammadi empezó su tarde de trabajo con los niños, mientras esperaba que les trajesen unos juguetes. En un vídeo, grabado dentro de esa zona, se veía a algunos chicos jugando con la pelota entre las carpas, riendo y hablando entre ellos. Al lado, en una instalación de Cruz Roja, unos asistentes esperaban la llegada de otros afganos para entregar las mascarillas correspondientes.

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“He hablado con algunos refugiados que quieren quedarse, pero también con algunos que quieren irse”, contaba Mohammadi. “Unos cuantos dicen que prefieren marcharse de aquí. Algunos de ellos eran exempleados de la Unión Europea. Muchos me preguntan cómo es la calidad de vida en España o dónde van a ir”, advierte, mostrando la incertidumbre a la que se enfrentan los recién llegados. Según Mohammadi, a varios ya se les ha comunicado su destino: Lituania, Alemania o Dinamarca. El intérprete explica que algunos de ellos se han quejado por las instalaciones. “Allí vivían bien y aquí se esperaban otra cosa, un sitio mejor”.

El Ejército del Aire y la Unidad Militar de Emergencias han habilitado el aeródromo como centro para alojar a los evacuados en la base de Torrejón de Ardoz, con capacidad para hasta 1.000 personas. Se acogerá a los afganos que colaboraron con España y con las instituciones de la Unión Europa, junto con sus familias. Cada una de las personas albergadas podrá quedarse un máximo 72 horas en esta base y después los solicitantes de asilo entrarán en el sistema de acogida de España y de otros países de la UE. A última hora de este viernes, minutos después de que aterrizara el segundo avión español proveniente de Dubai, donde había hecho escala tras despegar de Kabul, “preparaban los platos de comida, mantas y material higiénico para los recién llegados”.

Yousuf, de 39 años, es un exintérprete que colaboró con las tropas españolas y estadounidenses entre 2007 y 2013. Él también ha llegado a la base aérea en la tarde de este viernes. “Yo hago cualquier cosa para mis paisanos porque la vida en Afganistán no es vida, yo sé como sufre la gente allí”, asegura. Él vive con su mujer y sus dos hijos de cinco y 10 años en Vallecas. A ellos no les cuenta nada de lo que está pasando en su país. “Mejor así”, dice. Se siente satisfecho y feliz de poder ayudar a sus compatriotas afganos evacuados, pero espera que pueda llegar también su familia.

Sus sobrinos están en Kabul y ha puesto sus nombres en la lista que los exintérpretes que están en España han enviado al Estado Mayor de la Defensa para poder evacuarles. Su hermano, en cambio, está en Gazni, en el centro del país, donde “vive en alerta”. “Cuando sale de su casa no sabe si va a volver”. A Yousuf le preocupa que los talibanes puedan vengarse de su hermano, puesto que él trabajó con tropas internacionales. También le da miedo la gente que le conoce. “En el pueblo señalan a los que trabajaron con otros países para ganar dinero, les pagan por delatarnos”, explica.

Mohammadi espera hablar con sus excompañeros para ayudar a los que quedan atrapados en Kabul. Su angustia la comparten muchos intérpretes que han vuelto a España. Antes de llegar a la base aérea de Torrejón este viernes, recibió la llamada de uno de ellos que ahora vive en Galicia. Dice que está “desesperado” porque su madre y su hermana siguen en Kabul. “Me ha llamado para saber si el Gobierno va a evacuar también a nuestros familiares. Las noticias no son esperanzadoras”, dice. Con Afganistán siempre en sus cabezas, Mohammadi y Yousuf se quedarán en el aeródromo hasta la noche y volverán a ser traductores una vez más.

Un campamento en una pista de aterrizaje

Las instalaciones, levantadas a pie de pista, incluyen un comedor para 200 personas, aseos y duchas, espacios diferenciados para hombres, que se quedan en las literas instaladas en unas naves, y mujeres y niños, en unas carpas distintas. Los menores disponen también de una zona de juegos, otra de lactancia y alimentación de bebés, y un punto de atención sanitaria y psicológica. A todos se les dará alimentos y bebidas, mascarillas y utensilios de higiene.

En el campamento les atienden profesionales de la Secretaría de Estado de Migraciones y ONG, entre ellos Cruz Roja y Accem. Para facilitar la comunicación entre los evacuados y las instituciones y asociaciones, Accem, especializada en la atención de personas refugiadas, migrantes y en situación o riesgo de exclusión social, se ha puesto en contacto con algunos exintérpretes que a lo largo de estos días traducirán del pastún o darí al español las conversaciones entre el personal del aeródromo y los afganos recién llegados.

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