Exteriores volverá a tener un viceministro para América Latina

Albares resucita la Secretaría de Estado para Iberoamérica y suprime la sucesora de la Marca España

El nuevo ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, a su llegada a La Moncloa el pasado día 13.Eduardo Parra - Europa Press (Europa Press)

El ministerio de Asuntos Exteriores vuelve a tener una Secretaría de Estado para Iberoamérica; es decir, un viceministro dedicado a las relaciones con América Latina. El BOE publica este sábado un decreto que reorganiza el departamento que desde el pasado lunes dirige el diplomático José Manuel Albares. Se mantienen las cuatro secretarías de Estado con que contaba hasta ahora, pero desaparece la de España Global, heredera de la Marca España creada en la época del ministro José Manuel García-Margallo...

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El ministerio de Asuntos Exteriores vuelve a tener una Secretaría de Estado para Iberoamérica; es decir, un viceministro dedicado a las relaciones con América Latina. El BOE publica este sábado un decreto que reorganiza el departamento que desde el pasado lunes dirige el diplomático José Manuel Albares. Se mantienen las cuatro secretarías de Estado con que contaba hasta ahora, pero desaparece la de España Global, heredera de la Marca España creada en la época del ministro José Manuel García-Margallo, del PP, cuyas competencias pasan a la de Exteriores, equivalente al número 2 del ministerio.

Además, resucita la Secretaría de Estado para Iberoamérica y el Caribe, a cuyo nombre se añade “y del Español en el Mundo”. Esta Secretaría de Estado, habitualmente unida a la de Cooperación, se creó en 1985, cuando se preparaban ya las cumbres iberoamericanas que arrancaron en 1991; y ha sido una especie de Guadiana que aparecía y desaparecía con los distintos gobiernos, fusionándose a principios de 2020 con la de Asuntos Exteriores. Sus titulares (Luis Yáñez, Trinidad Jiménez o Juan Pablo de la Iglesia) tenían acceso directo a muchos mandatarios iberoamericanos, lo que reforzaba el papel de la diplomacia española en la región.

Su recuperación supone, por sí misma, un mensaje de que se quiera dar prioridad a las relaciones con América Latina; algo que, por otra parte, impone la propia actualidad: la primera crisis a la que tuvo que enfrentarse González Laya cuando llegó al ministerio fue la de Bolivia, con la expulsión de dos diplomáticos españoles, y el primer problema al que se ha enfrentado su sucesor ha sido la situación en Cuba.

En su discurso de toma de posesión, Albares ya subrayó que el español, idioma nativo de más de 500 millones de personas, es un importante activo de la política exterior que se debe poner en valor. No está claro, sin embargo, si la coletilla de “el español en el mundo” que tiene el nombre de la nueva Secretaría de Estado supone que las competencias sobre relaciones culturales, actualmente dependientes de la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo (AECID), cambiarán de adscripción.

También queda en el limbo la situación de los actuales secretarios de Estado, ya que el BOE no ha publicado su cese, pero la Secretaría de Estado de Asuntos Exteriores, que dirige Cristina Gallach, cambia de naturaleza, al ganar unas competencias y perder otras. Manuel Muñiz, titular de la Secretaría de Estado de España Global, que se suprime, ya dimitió un día antes de la toma de posesión del nuevo ministro. Se espera que el nuevo equipo de Exteriores quede completado el martes.

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