Bárcenas detalla los supuestos mecanismos de financiación ilegal del PP de Madrid
El extesorero popular, que se apoya en documentos de 2003 y 2004, relata al juez dos vías de entrada irregular de dinero: a través de una fundación y con cantidades en efectivo
El extesorero del PP Luis Bárcenas se plantó el pasado 24 de febrero ante el juez Manuel García-Castellón, instructor del caso Púnica, y detalló durante más de dos horas dos de los presuntos mecanismos de financiación irregular del PP de Madrid que dirigía Esperanza Aguirre, expresidenta de la Comunidad y exlíder de la formación regional. El antiguo responsable de las cuentas nacionales del partido, que declaraba por primera vez en esta investigación de la Audiencia Nacional, aseguró que este siste...
El extesorero del PP Luis Bárcenas se plantó el pasado 24 de febrero ante el juez Manuel García-Castellón, instructor del caso Púnica, y detalló durante más de dos horas dos de los presuntos mecanismos de financiación irregular del PP de Madrid que dirigía Esperanza Aguirre, expresidenta de la Comunidad y exlíder de la formación regional. El antiguo responsable de las cuentas nacionales del partido, que declaraba por primera vez en esta investigación de la Audiencia Nacional, aseguró que este sistema ilegal se prolongó, al menos, durante toda la década pasada. E insistió en que parte de la documentación que confirma sus palabras, relativa a los años 2003 y 2004, ya ha sido publicada, aunque le sustrajeron otra sobre ejercicios posteriores.
Fundescam. Bárcenas afirmó ante el juez que el PP de Madrid decidió crear la Fundación para el Desarrollo Económico y Social de la Comunidad Autónoma de Madrid (Fundescam) como instrumento de recepción de donativos en negro de empresarios. Según su declaración, a la que tuvo acceso EL PAÍS, ese sistema se ideó cuando Ricardo Romero de Tejada ocupaba la secretaría general del partido regional; y Pío García-Escudero, la presidencia. Y se prolongó posteriormente, cuando Aguirre se hizo con el control en 2004.
El extesorero contó que cada organización territorial se encargaba de buscar sus propios donantes, pero que él conoció los detalles del sistema de financiación del PP de Madrid porque el propio Romero de Tejada le pidió que le ayudara en la “captación de fondos” para las elecciones de 2003. “[A mí y a Álvaro Lapuerta, antecesor en el cargo], nos dice que seamos los interlocutores con la CEOE de cara a captar donativos para financiar la campaña”, explicó Bárcenas a preguntas de la Fiscalía. En este caso, al tratarse de una organización de empresarios de ámbito nacional, el partido en Madrid quería que fuese el PP nacional quien abriese esa puerta.
“Se me encarga entrevistarme con el director financiero de la CEOE para instrumentar la forma en que se podían entregar los donativos. Los empresarios que aportaron donativos a la Fundescam preferían utilizar una fundación porque tenían un recibo que poder contabilizar en sus empresas y por el tratamiento fiscal favorable que tenían las donaciones a los partidos”, prosigue el extesorero.
Bárcenas especificó que, durante su declaración del pasado 24 de febrero, se refería explícitamente a la campaña electoral de 2003, porque es la que tiene “documentada”. Pero añadió que ese mecanismo de financiación ilegal se mantuvo mientras la fundación “siguió viva”. Incluido, con Aguirre ya en la presidencia. EL PAÍS ya publicó en 2013 un certificado firmado por Gerardo Díaz Ferrán, condenado por el saqueo del grupo Marsans y que asumió en 2007 la presidencia de la CEOE, donde se reflejaba una entrega de 72.000 euros a Fundescam en 2003 a nombre de la empresa Mercurio, una de las firmas salpicadas en el caso.
El fiscal le pidió, por su parte, si tenía papeles que acreditasen lo mismo en años siguientes. Pero el extesorero admitió que no tiene documentación sobre campañas posteriores, como las de 2007 y 2011, puestas bajo sospecha. Los hechos de 2003 ya habrían prescrito.
Donativos en efectivo. Bárcenas explicó al juez que, además del dinero que recibía el PP de Madrid a través de Fundescam, existía una segunda vía de financiación irregular: entregas de dinero en efectivo de empresarios. Según su relato, cada organización territorial se encargaba de conseguir sus propios donantes: “Había alcaldes que se quejaban de que tenían que captar fondos para financiar sus propias campañas”. El extesorero afirmó que, en el caso del partido liderado por Aguirre, existía una contabilidad paralela llevada por el gerente, Beltrán Gutiérrez, similar a la que Bárcenas llevaba a escala nacional.
“Era habitual en campaña que recibiesen donativos en efectivo, no a través de Fundescam, y que los entregasen a la sede central del partido. La sede central se quedaba con esos donativos y le hacía una transferencia desde los fondos oficiales de la sede central a la regional. [Se hacía así] porque no podían pagar determinados conceptos en efectivo y querían que el dinero se reflejase en las cuentas bancarias y contables de la sede regional del partido”, explicó Bárcenas. “Podemos estar hablando en una campaña electoral de carácter autonómico de unos 300.000 o 400.000 euros en efectivo”.
“En todas las elecciones, no solo de Madrid, los límites electorales se superaban”, apostilló el extesorero. EL PAÍS también publicó en 2013 varios cheques al portador firmados en 2004 por un gran empresario por cantidades inferiores a 3.000 euros que acababan en las cuentas de la organización territorial del partido. También, los investigadores de la Guardia Civil dieron como acreditado, por ejemplo, que el PP de Madrid gastó en las elecciones de 2011 un total de 6,2 millones de euros, casi el doble de lo legalmente establecido —de los cuales, 1,35 se justificaron con facturas falsas—.
Sobres con dinero. Bárcenas fue más allá. Y apuntó directamente a Aguirre como conocedora e incluso receptora del dinero negro que entregaban los empresarios. Según relató, presenció cómo Luis Gálvez, presidente de la constructora Ploder, entregó a Álvaro Lapuerta un sobre con 60.000 euros en una reunión. “Nos dijo que quería que se emplease en la campaña electoral de Aguirre. Así que, una vez le despedimos, bajamos juntos al despacho de la primera planta y, en presencia de Francisco Granados y Beltrán Gutiérrez, Lapuerta le hizo entrega a Aguirre de un sobre con 60.000 euros. Le dijo quién era el donante, la cantidad y que, por favor, le llamase para darle las gracias”. Sin embargo, la expresidenta de la Comunidad de Madrid y Granados lo niegan.
Bárcenas insistió en que los empresarios, con la entrega de esos importes, buscaban “una interlocución con personas que les podían abrir puertas”. “En algún determinado momento, si se habían presentado a un determinado concurso, llamaban a Lapuerta y pedían que se le hiciese una gestión en concreto para que se le atendiese y se le recibiese. Ese tipo de gestiones se hacían”, añadió. “El donante no es un donante altruista”. “Lo que quieren es que las más altas instancias del partido sepan que están donando”.
La reforma de la sede del PP regional. El extesorero popular también afirmó que el PP de Madrid reformó su sede con dinero negro. “Sé que la regional de Madrid quiso en su momento que la sede central asumiese el coste [de la obra]. La presidenta Aguirre habló con el tesorero nacional, Lapuerta. Yo estaba presente en la conversación. La presidenta le dijo que, ya que se quería hacer la remodelación del edificio [entero de la calle Génova], se asumiese el coste de la planta primera que teníamos cedida al PP de Madrid. Álvaro dice que eso tiene que financiarse por parte de la sede regional. Y asumen ellos el coste de la reforma”, explicó Bárcenas.
El fiscal le pregunta entonces cómo sabe que se usó dinero extracontable. “Lo que a nosotros nos costaba [en otras plantas] un millón cien euros, a ellos les costó una cantidad infinitamente menor. Yo creo que ellos pagaron no más de 200.000 euros”, apuntó el extesorero, que arguye que no sabe quién aportó esas cantidades, pero que la reforma les costó más. “No cuadran los números”, añade: “En aquella época, OHL nos financiaba. Y tenía una relación directísima con Granados. Podría ser OHL una de las empresas que echó una mano”. El PP nacional, por ejemplo, destinó de su caja b presuntamente más de 1,5 millones de euros a la obra de Génova que no quedan reflejados en las facturas oficiales.