El escándalo de la vacunación del consejero murciano fuerza su dimisión

El presidente regional, Fernando López Miras, del PP, insiste en que su conducta “ha sido intachable”

El consejero de Salud de Murcia, Manuel Villegas, dimite tras el escándalo de su vacunación.Vídeo: IVÁN URQUIZAR / EUROPA PRESS
Madrid -

El presidente de Murcia, Fernando López Miras, del PP, ha comunicado en la tarde de este miércoles la renuncia de su consejero de Salud, Manuel Villegas, después de que se destapara que se había vacunado de coronavirus junto a 400 trabajadores de la consejería y del servicio murciano de Salud, sin formar parte de los grupos prioritarios en esta fase. Pese al escándalo, López Miras aseguró que su actuación “ha sido intachable”. Villegas, muy emocionado, anunció que vuelve a la cardiología.

Apenas seis horas después de que el consejero de Salud murciano compareciera a petición propia —y c...

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El presidente de Murcia, Fernando López Miras, del PP, ha comunicado en la tarde de este miércoles la renuncia de su consejero de Salud, Manuel Villegas, después de que se destapara que se había vacunado de coronavirus junto a 400 trabajadores de la consejería y del servicio murciano de Salud, sin formar parte de los grupos prioritarios en esta fase. Pese al escándalo, López Miras aseguró que su actuación “ha sido intachable”. Villegas, muy emocionado, anunció que vuelve a la cardiología.

Apenas seis horas después de que el consejero de Salud murciano compareciera a petición propia —y con autorización del presidente regional— para justificar su conducta , López Miras convocó a la prensa para comunicar la renuncia de Villegas. Acababa de reunirse con Ciudadanos, socio de Gobierno que exigía el cese o la dimisión del consejero desde el día anterior, cuando La Verdad de Murcia adelantó la noticia.

El PP nacional guardó silencio. Remitió a las explicaciones del consejero hasta que López Miras comunicó finalmente la renuncia de este. Durante todo el día, Ciudadanos había redoblado la presión para provocar su dimisión. La portavoz del Gobierno regional, Ana Martínez Vidal, se refirió a lo ocurrido como “presunta corrupción política”. La presidenta de Cs, Inés Arrimadas, criticó con dureza a Villegas: “No puede haber caraduras que se pongan la vacuna cuando no les toca cuando hay abuelos en sus casas sin salir por miedo a contagiarse y sanitarios que están al pie del cañón sin ponerse la vacuna”.

López Miras aseguró que la de este miércoles era, “probablemente”, su comparecencia “más difícil en lo político y en lo personal”. Pese a la dimisión, el presidente murciano insistió en que su consejero había sido “ejemplar” y su actuación, “intachable”. Ninguno de los dos admitió haber incumplido la pauta de vacunaciones pactada con las comunidades autónomas. El argumento oficial para explicar, entonces, la renuncia fue la voluntad de evitar la bronca política y prescindir del “ruido” en un momento en el que la región está “en riesgo extremo” por el aumento de contagios. Fuentes del PP nacional admitieron en la tarde de este miércoles que la dimisión es “la decisión acertada”. La actuación del consejero les había puesto en una posición incómoda porque el secretario general del partido, Teodoro García Egea, había criticado a cargos socialistas —suspendidos de militancia— que también se habían vacunado sin que les correspondiera. “Los alcaldes del PSOE alcanzan la inmunidad de rebaño. Mientras, el ministro de Sanidad está más preocupado del mailing de las elecciones catalanas que por el reparto de las vacunas”, había dicho tan solo unas horas antes de que estallase el escándalo en Murcia.


“Estamos tomando medidas muy complicadas y no debemos poner en riesgo estas decisiones”, justificó López Miras al comunicar la dimisión de su consejero. “El debate acaba de terminar. No voy a entrar en el juego político. No voy a preguntar lo que han hecho otros. Sí espero que la vara de medir sea igual para todos”, añadió. Villegas, visiblemente emocionado, anunció su intención de regresar a la cardiología. “Llegué un día a la consejería, casi por sorpresa, sin experiencia en la política, sin militancia, dispuesto a aportar mi conocimiento en gestión clínica y mi experiencia en diferentes lugares de la sanidad pública”, explicó. “Decidí vacunar al personal —entre ellos, su esposa—, desde la convicción de que no se podía excluir a la gente por el tipo de contrato, porque todos somos necesarios en la lucha contra la pandemia. Está claro que no ha sido entendido por la sociedad y se ha convertido en un motivo de enfrentamiento político. Créanme si les digo que me hubiera gustado irme habiendo terminado la pandemia, pero con tanto ruido esto es imposible”, zanjó.

Villegas alegó ser médico para justificar su acceso a la vacuna. También lo son los consejeros de Sanidad de Madrid o Castilla y León, comunidades presididas por el PP, pero a preguntas de este diario ambas consejerías aseguran que no se les pasó por la cabeza hacer lo que hizo su compañero de Murcia. “Nosotros seguimos el protocolo marcado: residencias de ancianos y sanitarios”, señalan fuentes del Gobierno madrileño. En la misma línea, la consejería de Salud de Castilla y León explica: “Seguimos el orden establecido por el Ministerio y trabajado con las comunidades autónomas en la ponencia de vacunas. En fase 1, en la que estamos actualmente, no están incluidos. Y sus dirigentes se vacunarán cuando les toque por el orden establecido en la ponencia de vacunas”. El Ministerio de Sanidad confirma, en todo caso, que la consejería de Salud de Murcia no les consultó si podían vacunarse ahora.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, explicó este miércoles que si hay que sancionar a algún cargo político por no cumplir el plan de vacunación son las comunidades autónomas las que deben hacerlo. El ministro se remitió a la comparecencia de Villegas y aseguró que durante estos meses había “colaborado muy bien”.

El pasado mayo también dimitió la consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón (PSOE) Pilar Ventura, en este caso, por haber irritado al colectivo médico al declarar que al inicio de la crisis del coronavirus se “permitió” a los profesionales fabricar material de protección porque era “un estímulo” para ellos.

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