El PSOE pretende renovar este año “algunos liderazgos” autonómicos
La principal batalla interna se libra en Andalucía para sustituir a Susana Díaz
El sábado se escribirá en Barcelona el nuevo guion, aún sin nombres propios, de la vida interna del PSOE. Será durante la discusión sobre su proyecto ideológico y la elección en primarias de sus dirigentes. El comité federal aprobará que el 40.º congreso federal se celebré en octubre y que todos los congresos regionales hayan culminado antes de que termine 2021. Todas las energías de la organización se canalizarán en los territorios ante la ausencia de discusión sobre el liderazgo máximo del partido. Pedro Sánchez no tendrá competencia. Sus desvelos estarán en los textos que el congreso aprueb...
El sábado se escribirá en Barcelona el nuevo guion, aún sin nombres propios, de la vida interna del PSOE. Será durante la discusión sobre su proyecto ideológico y la elección en primarias de sus dirigentes. El comité federal aprobará que el 40.º congreso federal se celebré en octubre y que todos los congresos regionales hayan culminado antes de que termine 2021. Todas las energías de la organización se canalizarán en los territorios ante la ausencia de discusión sobre el liderazgo máximo del partido. Pedro Sánchez no tendrá competencia. Sus desvelos estarán en los textos que el congreso apruebe como carta de presentación para las siguientes elecciones, cuando aún le quedará media legislatura de Gobierno de coalición.
Las disputas por el poder en el Partido Socialista tendrán a los territorios como principales escenarios de batalla. “De cara al congreso, la dirección socialista aboga por reforzar mucho la tarea del partido y, por extensión, reforzar y renovar en algunos casos los liderazgos autonómicos para hacer al PSOE competitivo en todos los territorios”. Este párrafo forma parte del texto que salió de la comisión permanente de la ejecutiva federal celebrada telemáticamente este lunes. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lideró la reunión, y quiso que esta declaración de intenciones quedara clara para el partido desde el momento que se anuncia su celebración. Este es el párrafo es el que más ha podido interesar a los secretarios generales actuales, a sus equipos y a quienes aspiran a entrar en la competición. Cada federación se mira a sí misma, pero todas miran a Andalucía. No solo por su relevancia numérica —tanto en militancia como en su enorme capacidad de aportar diputados y senadores a las Cortes Generales— sino porque Susana Díaz va a ver disputado su liderazgo.
El ejemplo de Illa
Queda tiempo para establecer estrategias de competición interna. El comité federal aprobará oficialmente el sábado en Barcelona que el 40.º congreso se celebre entre los días 15 y 17 de octubre. Antes de que termine el año, después del cónclave federal, se celebrarán todos los regionales, como es habitual y estatutario.
El marco elegido para este comité federal, Barcelona, muestra la relevancia que el PSOE da a las elecciones catalanas. Nada más lejos de la intención de los socialistas que el gobierno independentista suspendiera la fecha de febrero como estaba previsto. Pero, aunque sean en mayo, el PSOE y su líder, Pedro Sánchez, harán lo imposible para estar muy presentes en Cataluña y ayudar a su candidato, Salvador Illa. La situación se ha complicado para el candidato porque su decisión de seguir en el gobierno central hasta que se convoquen las elecciones autonómicas, va a chocar con la sostenida petición de los demás partidos de que dimita. El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, que ha dado un paso atrás para que Illa sea el cartel electoral estará de su lado.
Este es el ejemplo inmediato que han esgrimido quienes exigen un gesto igual en la secretaria general del socialismo andaluz, Susana Diaz. La réplica llegó igualmente rápido. La líder socialista ganó las últimas elecciones andaluzas, aunque la coalición del PP con Ciudadanos y el apoyo de Vox le cerró el paso. Se esperan reacciones en contra de Díaz, sustentadas bajo el epígrafe de “la renovación” necesaria para ganar elecciones.
La expresidenta andaluza, quien compitió contra Sánchez por dirigir el partido y perdió, tras un proceso de lucha encarnizada en el PSOE, no está dispuesta a tirar la toalla. Díaz quiere competir y pide a sus rivales que den la cara. Los líderes territoriales que gobiernan no tienen la menor preocupación de que nadie pretenda disputarles el puesto orgánico en unas primarias. No es imaginable que se presenten aspirantes a sustituir a los presidentes y presidentas de gobiernos autonómicos socialistas. Quien tiene la presidencia tiene el poder del partido.