La reunión navideña en Almuñécar que hizo caer al narco más buscado de Bélgica
La Guardia Civil arresta a un importante traficante de drogas tras seguirle el rastro desde Estepona, donde vivía con su familia
Yannick M.W., belga de 33 años, se instaló con toda su familia, mujer, hija de 12 años, padres, suegros, cuñado... en una lujosa villa de Estepona (Málaga) en 2019, según las investigaciones de los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Hasta el pasado mes de junio, los agentes de la lucha contra el tráfico de drogas del Instituto armado no supieron que se trataba del narcotraficante más buscado de Bélgica. “El líder de la organización más importante de Amberes, importador de grande...
Yannick M.W., belga de 33 años, se instaló con toda su familia, mujer, hija de 12 años, padres, suegros, cuñado... en una lujosa villa de Estepona (Málaga) en 2019, según las investigaciones de los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Hasta el pasado mes de junio, los agentes de la lucha contra el tráfico de drogas del Instituto armado no supieron que se trataba del narcotraficante más buscado de Bélgica. “El líder de la organización más importante de Amberes, importador de grandes envíos de cocaína desde Latinoamérica y controlador de ese importante puerto europeo y vinculado también al tráfico de armas”, señalan los investigadores. La justicia belga le pide 15 años de prisión. Durante más de un año ha llevado una vida de lujo, instalado siempre en mansiones de difícil acceso, donde cualquier movimiento podría llamar su atención y ponerle en alerta. Hasta esta pasada Navidad, en la que la Guardia Civil ha terminado arrestándole en Almuñécar, a donde acudió para pasar las fiestas con su familia.
Los policías belgas desmantelaron su organización en Amberes el pasado mes de octubre y detuvieron a sus miembros. También emitieron una Orden Internacional de Detención contra Yannick, que previamente había sido ya localizado por los agentes de la UCO, alertados por las autoridades belgas. “Sospechaban había huido a España, concretamente a Málaga”, recuerdan los agentes del Equipo de Huidos de la UCO. La Costa del Sol sigue siendo el lugar predilecto de los grandes narcos para ocultarse y pasar desapercibidos.
Cambio de vivienda
Fue tras esas detenciones en su país de origen, cuando Yannick, presumiblemente alertado por sus secuaces y con la sospecha de que le podían estar siguiendo, cambió de vivienda. Dejó la casa de la playa en Estepona y se instaló en una solitaria villa mucho más al norte del municipio, pegada ya a la sierra, “era la última vivienda de la zona, aislada”, señalan fuentes de la investigación.
En cuanto los investigadores de la UCO tuvieron la orden internacional de detención se dirigieron allí, pero para entonces Yannick había vuelto a poner pies en polvorosa: “No había nadie en la casa, se esfumó”, aseguran.
Se acercaban las fechas navideñas y los agentes decidieron esperar pacientemente nuevos movimientos: “No sabíamos si estaría dentro o fuera de España”, recuerdan. Comprobaron que su familia seguía en Estepona, su hija seguía escolarizada en el mismo colegio y vivía en casa de sus abuelos.
Tres días más tarde de que comenzaran las vacaciones de Navidad, la víspera de Nochebuena, los investigadores comprobaron que los abuelos comenzaron a hacer maletas y a cargar un vehículo. Les siguieron hasta una lujosa urbanización de La Herradura, en el término municipal de Almuñécar (Granada), donde vieron que se reunían con otros miembros de la familia.
A los pocos días vieron salir de esa casa, de nuevo ubicada en el lugar de más difícil acceso de la zona, a un hombre en un patinete eléctrico y comprobaron que era Yannick. Acto seguido procedieron a su detención. “Nos dijo que sabía por qué le deteníamos, que llevaba meses esperándonos y que se sentía por fin aliviado porque habían sido meses de mucho estrés”, recuerdan los agentes. El detenido fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, que decretó su ingreso en prisión a la espera de ser extraditado a Bélgica.
El Equipo de Huidos de la Justicia de la UCO, creado en 2015, ha llevado a cabo varias detenciones en nuestro país de criminales fugados de otros países. Entre otras, destaca la detención en 2018 de uno de los pederastas más buscados de Europa, el cual tras su detención (también en Granada) por parte de este Equipo y posterior extradición al Reino Unido, fue condenado a 23 años de prisión por los delitos de agresión sexual cometidos sobre dos menores de edad.