Iceta propuso a Sánchez la candidatura de Illa en pleno pico de la segunda ola
El presidente exigió mantener el secreto hasta finales de año para evitar la polémica
Fue durante una larga comida en La Moncloa, a solas, de Pedro Sánchez y Miquel Iceta. El 16 de noviembre, en pleno pico de la segunda ola de la pandemia de covid-19. Dos semanas antes se había aprobado un estado de alarma por seis meses. Y una semana antes España estaba por encima de los 500 contagios por cada 100.000 habitantes. El 11 de noviembre estaba en 514. Y el 16 en 465. Ese día, en el corazón de dicha segunda ola, Iceta, según fuentes del PSC, ...
Fue durante una larga comida en La Moncloa, a solas, de Pedro Sánchez y Miquel Iceta. El 16 de noviembre, en pleno pico de la segunda ola de la pandemia de covid-19. Dos semanas antes se había aprobado un estado de alarma por seis meses. Y una semana antes España estaba por encima de los 500 contagios por cada 100.000 habitantes. El 11 de noviembre estaba en 514. Y el 16 en 465. Ese día, en el corazón de dicha segunda ola, Iceta, según fuentes del PSC, fue a Madrid a proponer a Sánchez que sacara a Salvador Illa del Gobierno para poder ponerlo de candidato a la Generalitat.
Iceta le había dado muchas vueltas y había mirado muchas encuestas que desde el verano señalaban que Illa era mucho mejor candidato que él y que con el ministro de Sanidad tendrían muchas más posibilidades de tener un gran resultado en Cataluña e incluso aspirar a ganar en votos a ERC, algo muy difícil, pero que el PSOE y el PSC no dejan de imaginar. Iceta ya se había presentado dos veces. El 27 de julio pasado, el PSC tuvo los resultados de un estudio cualitativo que demostraba las debilidades de la candidatura de Iceta y las posibilidades de la de Illa. El recrudecimiento de la pandemia a partir de septiembre retrasó la decisión unas semanas hasta que, el 16 de noviembre, Iceta finalmente habló con Sánchez.
En teoría, todo estaba organizado para que el veterano político se presentara a estos comicios y después dejara paso a Illa en los siguientes. Pero los buenos datos de las encuestas sobre el ministro de Sanidad terminaron de decidir la situación. Sánchez solo puso una condición, según el PSC: que no se supiera nada del asunto hasta el 30 de diciembre, cuando se tenía que confirmar la candidatura en los órganos del PSC antes de registrarla oficialmente. Una vez decidido, Illa pidió 24 horas para contestar a la propuesta. Y lo hizo afirmativamente.
El problema evidente para todos era el desajuste en el Gobierno y sobre todo la crítica de la oposición de que se ha utilizado el ministerio en plena pandemia como trampolín electoral. Pero todos decidieron seguir adelante igualmente. El horizonte de la vacunación, que ya entonces se imaginaba para finales de año o principios de 2021, terminó de convencer a Sánchez de que podía asumir el coste de las críticas por la designación de Illa a cambio del beneficio de tener un candidato fuerte en las elecciones que fijarán el marco de la legislatura.
Iceta e Illa desplegaron desde entonces un engaño permanente y abierto a todas las personas que les preguntaron sobre la cuestión, especialmente a los periodistas que insistían. Illa lo negó incluso el día anterior a que se anunciara.
Ahora queda por decidir cuándo dejará Illa de ser ministro y se hará el relevo que incluirá con toda probabilidad la entrada de Iceta en el Gobierno como ministro de Política Territorial, mientras Carolina Darias ocupará el puesto vacante en Sanidad. La idea inicial era que Illa siguiera de ministro hasta que empiece la campaña, a finales de enero, pero es probable que las duras críticas de la oposición por lo que considera utilización electoral del ministerio y la propia evolución de la pandemia precipiten el cambio y se haga antes. Si nada cambia en las próximas semanas, Iceta seguirá siendo el primer secretario del PSC e Illa secretario de Organización, aunque parece evidente que la sucesión ya se ha puesto en marcha.