271 exmandos militares firman un manifiesto contra el Gobierno impulsado por la Fundación Franco

Los promotores consiguen un mínimo respaldo entre los hasta 20.000 retirados de las Fuerzas Armadas

Madrid -
Detalle de una hilera de militares durante el pasado desfile de las Fuerzas Armadas, celebrado el 12 de octubre de 2019. Manuel Medir

Un total de 271 mandos retirados de las Fuerzas Armadas han firmado un manifiesto en el que acusan al Gobierno de suponer un “grave riesgo para la unidad de España y el orden constitucional”. El texto se ha difundido en vísperas del 6 de diciembre, aniversario de la Constitución, a la que aseguran defender, pero su principal impulsor es el general de divisón retirado Juan Chicharro, presidente de la Fundación Francisco Franco, dedicada a ensalzar la figura del dictador y amenazada de ilegalización por la futura Ley de Memoria Democrática.

Los promotores de la declaración han añadido a ú...

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Un total de 271 mandos retirados de las Fuerzas Armadas han firmado un manifiesto en el que acusan al Gobierno de suponer un “grave riesgo para la unidad de España y el orden constitucional”. El texto se ha difundido en vísperas del 6 de diciembre, aniversario de la Constitución, a la que aseguran defender, pero su principal impulsor es el general de divisón retirado Juan Chicharro, presidente de la Fundación Francisco Franco, dedicada a ensalzar la figura del dictador y amenazada de ilegalización por la futura Ley de Memoria Democrática.

Los promotores de la declaración han añadido a última hora un párrafo en el que muestran su “completa desvinculación y desagrado” con lo expresado en un chat privado, “ajeno a nuestro sentir y esencia de soldados”, en alusión al grupo de Whatsapp en el que se hablaba de “fusilar a 26 millones de españoles, incluidos niños”, pero aseguran “compartir las inquietudes” expresadas por los 39 mandos de la XIX promoción de la Academia General del Aire y los 73 de la XXIII de la Academia General de Zaragoza que enviaron sendas cartas al Rey y al presidente del Parlamento Europeo contra el “Gobierno social-comunista”.

El manifiesto lo firman dos tenientes generales (José Pérez Alamán y José Antonio Jiménez), un almirante (José María Treviño), nueve generales de división, un contralmirante, dos generales auditores, 18 de brigada y contralmirante, entre otros.

Los principales impulsores han sido, además del presidente de la Fundación Franco y el general de brigada retirado Adolfo Coloma, exjefe del Mando de Operaciones Especiales (MOE), que figuran entre los firmantes, un general de división cuyo nombre no aparece en la lista, según fuentes militares.

Los promotores de la primera carta al Rey ya intentaron repetir su iniciativa en otras promociones del Ejército del Aire y otros ejércitos. En Tierra lo lograron, pero en la Armada no consiguieron reunir suficientes firmas en ninguna promoción de la Academia Naval de Marín. Por eso cambiaron de estrategia y elaboraron una declaración (no una misiva al Rey) abierta a todos los militares retirados. Las prisas por publicarla antes del Día de la Constitución han hecho que solo cuente con 271 firmas, una cifra ínfima en comparación con los hasta 20.000 retirados que tienen las Fuerzas Armadas, aunque sus impulsores aseguran que en breve harán públicas más adhesiones. Es probable que lo consigan pues el manifiesto de desagravio a Franco, que hacía apología del dictador y justificaba el golpe de Estado de 1936, consiguió un millar de firmas en el verano de 2018.

Los firmantes aseguran que siguen siendo militares y, por tanto, mantienen su juramento de garantizar la soberanía e integridad de España; y, sin embargo, sostienen que, como retirados, tienen plena libertad de expresión y no están sujetos a las leyes disciplinarias militares.

El Ministerio de Defensa evaluó expulsar a los firmantes de las cartas de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, a la que muchos pertenecen, y que exige a sus miembros mantener una “conducta intachable”. Pero esta expulsión con deshonor no es ya viable porque, en agosto pasado, el Gobierno modificó el reglamento de la orden y añadió que solo se puede echar a un militar retirado cuando haya una condena en firme.

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