Casado, ante una larga travesía en la oposición frente a un Gobierno estable
El PP asume que el Gobierno tiene una mayoría sólida y se prepara para movilizar las calles
“Abandonen toda esperanza. Hay Gobierno para muchos años”. La portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, lanzó este jueves ese mensaje cargado de intención a la bancada de la derecha en el Congreso. La aprobación de los Presupuestos enterró de un plumazo las expectativas del PP de que el Gobierno pudiera caer arrasado por la pandemia. No será así, y Pablo Casado afronta ahora una larga travesía en la oposición hasta las próximas elecciones. El PP asume que el Gobierno tiene una ...
“Abandonen toda esperanza. Hay Gobierno para muchos años”. La portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, lanzó este jueves ese mensaje cargado de intención a la bancada de la derecha en el Congreso. La aprobación de los Presupuestos enterró de un plumazo las expectativas del PP de que el Gobierno pudiera caer arrasado por la pandemia. No será así, y Pablo Casado afronta ahora una larga travesía en la oposición hasta las próximas elecciones. El PP asume que el Gobierno tiene una mayoría sólida y se prepara para movilizar las calles.
El PP ha asumido que hay Gobierno de coalición para rato. “Los Presupuestos aprobados ayer estarán vigentes hasta el 1 de enero de 2024”, ironiza un dirigente popular sobre la larga vida que pueden tener las cuentas públicas. El principal partido de la oposición reconoce la estabilidad del Ejecutivo y su “sólido apoyo parlamentario” gracias “a la habilidad que han demostrado para armar esa mayoría de aliados, aunque sea impresentable”, concede este dirigente. El escenario es claro: el Gobierno no solo no cae, sino que es estable, y el PP tiene un largo camino para intentar sustituirlo.
A partir de esa convicción, los populares han reajustado su estrategia, emprendiendo un giro al centro y una ruptura con Vox, y preparan un trabajo de movilización en la calle para tratar de llegar en tres años a La Moncloa. “Hay que tener una interlocución privilegiada con sectores de la sociedad civil, con empresas, perjudicados por el Gobierno, y que nos vean como alternativa”, reflexiona un dirigente. Sin embargo, el PP no está solo en ese propósito: Vox y Ciudadanos pugnan por su mismo electorado y la división de la derecha en tres marcas, que les impide llegar al poder, lleva el camino de cronificarse.
“Tenemos que convencer a los votantes de que solo la unificación y la convivencia bajo un mismo paraguas puede dar pie a que el centro derecha gobierne”, insisten en la cúpula del PP. No es tarea sencilla. Desde la ruptura con Vox en la moción de censura, el enfrentamiento con la extrema derecha es casi diario, y provoca algunos vaivenes en el giro al centro del PP. Sobre todo, porque hay elecciones a la vista en Cataluña y Vox está fuerte en las encuestas. Este jueves, la portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, recuperó el lenguaje duro contra el Gobierno y acusó a Pedro Sánchez de “traicionar a España y a los españoles” por haber pactado los Presupuestos generales con ERC y Bildu. El líder del PP se comparó el miércoles con las oposiciones de Venezuela y Cuba en la lucha por la libertad en España, que ve amenazada.
“Casado tiene que hacer lo contrario de lo que ha hecho hasta ahora. Ha estado en una sucesión de carreras de 100 metros. Se tiene que dar cuenta de que un proyecto se construye desde la solidez y la serenidad”, analiza un barón autonómico, que apunta dos retos para el líder del PP. Uno, interno, “integrando a todo el mundo”. La dirección ha empezado a renovar las estructuras del partido en los congresos provinciales y hay riesgo de que aflore la tensión de las primarias. El otro reto es externo: consolidar la alternativa a Sánchez “presentando un proyecto sólido de gestión económica”, señala este barón. Los desafíos se le acumulan al líder del PP, que este jueves no tuvo su mejor día. Casado prefirió visitar la RAE en vez de asistir en el Congreso al día dulce del presidente socialista, con la aprobación de unos Presupuestos que le conceden tres años más en La Moncloa.