El chófer de Bárcenas detalla al juez las órdenes que recibió de la trama Kitchen
Sergio Ríos declara durante hora y media en la Audiencia Nacional en una parte que permanece bajo secreto judicial
Sergio Ríos Esgueva, el que fuera chófer de del extesorero del PP Luis Bárcenas, ha declarado este miércoles durante cerca de hora y media ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón, instructor del caso Kitchen. Era la tercera vez que lo hacía como imputado, pero a diferencia de las anteriores, esta fue a petición propia tras informar al magistrado de que quería colaborar con la investigación. Segú...
Sergio Ríos Esgueva, el que fuera chófer de del extesorero del PP Luis Bárcenas, ha declarado este miércoles durante cerca de hora y media ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón, instructor del caso Kitchen. Era la tercera vez que lo hacía como imputado, pero a diferencia de las anteriores, esta fue a petición propia tras informar al magistrado de que quería colaborar con la investigación. Según fuentes jurídicas, Ríos ha detallado al juez cuáles fueron las instrucciones que fue recibiendo a partir de que, en 2013, fuera captado por la trama policial para espiar a Bárcenas —entonces acorralado tras salir a la luz sus cuentas en Suiza y conocerse la contabilidad secreta de su formación— y quién se las dio. Parte de las consignas le llegaron a través de un teléfono móvil que los policías que participaban en el espionaje ilegal le entregaron para que se pusiera en contacto con ellos. Ese móvil, que él quería entregar, le fue intervenido por la Policía en un registro efectuado en su casa el 6 de octubre.
Ríos llegó este miércoles a la sede de la Audiencia Nacional poco antes del mediodía, con bastante antelación a la hora en la que estaba previsto que comenzara a declarar. Lo hizo, como en ocasiones anteriores, cubriendo un rostro con un casco de moto. Cerca de las dos de la tarde abandonaba el edificio judicial sin hacer declaraciones. Durante hora y media, el exchófer de Bárcenas ha contestado a las preguntas del juez, la fiscalía y su defensa, los únicos que han estado presentes, ya que esta parte del caso Kitchen fue declarada secreta por el juez García-Castellón y el resto de las partes no tienen acceso a ella.
En sus anteriores comparecencias, Ríos había admitido que dos de los comisarios implicados en la trama, José Manuel Villarejo y Andrés Gómez Gordo (este último, exasesor de María Dolores de Cospedal cuando la dirigente del PP fue presidenta de Castilla-La Mancha) le habían captado para que colaborase y, a cambio, le hicieron entrega en varias ocasiones de dinero. La investigación ha revelado que cobró 50.000 euros de fondos reservados por pasar información del extesorero y su entorno. “Yo no me he hecho rico. Cuando he cobrado ha sido para ganar lo que hubiera ganado de vigilante o de escolta”, aseguró en una de aquellas comparecencias, en la que insistió que si colaboró con la trama fue porque creyó que era su obligación: “Creía que colaboraba con policías reales en una investigación en busca de testaferro y pruebas”.
Sin embargo, su estrategia de defensa cambió en octubre, cuando pidió volver a declarar para aportar, entre otras cosas, el teléfono móvil que uno de los policías implicados en la trama Kitchen le entregó para que contactara con ellos. El juez no quiso esperar y el 6 de octubre ordenó registrar la vivienda del confidente en busca de ese material. Los investigadores se hicieron con varias terminales de telefonía así como con un pendrive que contenía fotografías tomadas por la trama policial durante los seguimientos ilegales al extesorero del PP y su esposa. Esta memoria informática, aseguró el chófer, se la habían facilitado para que identificara quiénes eran algunas de las personas que aparecían en ellas.