El ‘número dos’ de la Fiscalía denuncia presiones para actuar contra el Gobierno
Luis Navajas niega haber actuado con su informe sobre la crisis sanitaria como “abogado” del Ejecutivo y asegura que la fiscal general no intervino en el dictamen
El teniente fiscal del Tribunal Supremo, Luis Navajas, replicó este lunes con dureza a las críticas que ha recibido por el informe en el que pidió el archivo de las querellas contra el Gobierno por la gestión de la pandemia. Navajas acusó a dos de los fiscales del Supremo de haber intentado “influenciarle” para que solicitara la apertura de una causa penal contra el Ejecutivo. En un ataque público sin precedentes en el ministerio público, el número dos de la Fiscalía sostuvo que ambos compañeros están “contaminados ideológicamente”. E identificó a uno de ellos: Consuelo Madrigal, ex fiscal gen...
El teniente fiscal del Tribunal Supremo, Luis Navajas, replicó este lunes con dureza a las críticas que ha recibido por el informe en el que pidió el archivo de las querellas contra el Gobierno por la gestión de la pandemia. Navajas acusó a dos de los fiscales del Supremo de haber intentado “influenciarle” para que solicitara la apertura de una causa penal contra el Ejecutivo. En un ataque público sin precedentes en el ministerio público, el número dos de la Fiscalía sostuvo que ambos compañeros están “contaminados ideológicamente”. E identificó a uno de ellos: Consuelo Madrigal, ex fiscal general del Estado con el PP.
Navajas sacudió este lunes las aguas de la Fiscalía con dos entrevistas con las que, según dijo, quería poner “colorados” a algunos de los miembros de la carrera que le han reprochado su informe sobre las querellas por la gestión que el Gobierno ha hecho de la pandemia. El informe pedía el archivo de todas las iniciativas presentadas contra el Ejecutivo por particulares, entidades y el partido Vox, en las que lo acusaban de múltiples delitos, incluido el de homicidio.
Decidido a devolver golpe por golpe, Navajas explicó en declaraciones a Onda Cero y a Ok Diario que ha actuado con plena “autonomía” para su dictamen, sin recibir instrucciones de la fiscal general del Estado, Dolores Delgado. El segundo cargo en el escalafón del ministerio público puso en contraste esta actitud con la de dos fiscales del Supremo, que él mismo identificó como parte del grupo que actuó de acusación pública en el juicio del procés y a los que acusó de haber intentado “influenciarle” para que secundase las querellas contra el Ejecutivo. Ambos fiscales, añadió Navajas, estaban “contaminados ideológicamente”, por lo que descartó tomar en cuenta su criterio. “Con esa tropa, yo no voy a la guerra”, reveló que se dijo a sí mismo tras escuchar los argumentos de sus compañeros. La Fiscalía General del Estado evitó hacer comentarios sobre las declaraciones de Navajas, que también arremetió contra el fiscal anticorrupción Ignacio Stampa por su actuación en el caso de las denuncias de Podemos contra el comisario jubilado José Manuel Villarejo.
Navajas explicó que lo natural en la Fiscalía debe ser actuar de forma coordinada y que él así lo había practicado con ambos fiscales durante el juicio contra los líderes independentistas catalanes. Entonces, reveló este lunes, respaldó que se acusase a los secesionistas de un delito de rebelión a pesar de que tenía “dudas” sobre esa calificación penal. Navajas opuso esa actitud de entonces a la actitud de algunos compañeros suyos ahora después de que desestimase secundar las querellas contra el Ejecutivo. En declaraciones a los medios, el teniente fiscal llegó a ser tildado de “abogado del Gobierno”. Navajas aludió a la Asociación de Fiscales, de carácter conservador, que criticó que el asunto de las querellas por la pandemia contra el Gabinete de Sánchez se tramitó con ocultismo.
El número dos de la Fiscalía solo mencionó un nombre propio, el de la ex fiscal general del Estado Consuelo Madrigal, aunque sin vincularla explícitamente con el intento de “influenciarle”. Fuentes del ministerio público aseguran que los dos fiscales del procés aludidos en las entrevistas son Fidel Cadenas y la propia Madrigal. Navajas sacó a relucir el nombre de la exfiscal general para decir que se “arriesgó a que se le abriera un expediente disciplinario” por un artículo en El Mundo en el que criticó que el Gobierno acordara el estado de alarma y no el de excepción. A su juicio, fue una imprudencia, porque el propio estatuto del Ministerio Fiscal prohíbe que miembros de esta institución dirijan elogios o censuras a los responsables políticos. “Los autores de las querellas podrían llamar ahora como testigo a Madrigal”, argumentó.
Navajas añadió que para su informe contrario a sumarse a las querellas contó con la opinión de dos fiscales de la Sala de lo Penal del Supremo, Juan Ignacio Campos y Pilar Fernández Valverde, y con la de la Secretaría Técnica de la Fiscalía. Fuentes de la Fiscalía señalan que el conflicto por este asunto es un anticipo de las tensiones que se avecinan por los nombramientos pendientes en la carrera.
El teniente fiscal tachó de “escandalosos” los hechos atribuidos al Rey emérito, pero no anticipó criterios sobre este asunto, en manos del fiscal del Supremo Juan Ignacio Campos, a quien definió como “un muerto para las filtraciones”. Pese a todo, bromeó con que se define personalmente como “de la triple M: monárquico, monógamo y madridista”. También aludió al caso Dina, que investiga el robo de un teléfono móvil con información sensible a una exasistente de Pablo Iglesias. Señaló que él habría apartado al fiscal del caso, Ignacio Stampa, después de que el exabogado de Podemos José Manuel Calvente airease una supuesta relación personal entre él y la letrada del partido Marta Flor. En la entrevista en Ok Diario, Navajas incluso señaló que le había producido “asco” la actitud de Stampa.
Perplejidad y división en el ministerio público
Las durísimas declaraciones del teniente fiscal del Tribunal Supremo fueron recibidas ayer con perplejidad y división en medios de la carrera. Perplejidad, porque se trata de un miembro de la Fiscalía con una larga trayectoria que no se ha destacado por dar aldabonazos ni practicar la estridencia. Le nombró para el puesto en 2014 el entonces fiscal general, Eduardo Torres Dulce, con el PP en el Gobierno, y le han mantenido en el cargo todos sus sucesores, hasta cinco, que han ocupado la jefatura de la Fiscalía desde esa fecha. Ahora, Navajas está próximo a su jubilación, que se producirá en diciembre próximo, tras haber dedicado los últimos meses a confeccionar el informe en el que estima que no hay indicios de delito en la gestión que el Gobierno ha hecho de la pandemia.Navajas defendió ayer ese dictamen, mientras la conservadora Asociación de Fiscales se ratificaba en que debió convocar a la Junta de Fiscales de Sala para formar criterio, al tiempo que le criticaba por denunciar el “sesgo ideológico” de dos miembros de la carrera. Cristina Dexeus, presidenta de esa asociación, expresó su “respeto profesional” por Navajas, pero consideró que “tachar ideológicamente a los compañeros está fuera de lugar”. Añadió que la petición de reunir a la citada Junta de Fiscales fue precisamente para “blindar” el trabajo del teniente fiscal y darle un “mayor respaldo” en un caso “extraordinario”. La Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF) estimó que las palabras de Navajas no dan “una imagen de independencia o autonomía” del ministerio público. La Unión Progresista de Fiscales (UPF) no hizo ninguna valoración pública sobre la polémica.