Un vecino de Manuela Chavero, desaparecida en 2016, confiesa que la enterró en una finca de su propiedad

El arrestado ha asegurado a la Guardia Civil que su muerte “fue un accidente”

Agentes de la Guardia Civil custodian el domicilio del presunto autor de la muerte de Manuela Chavero, en la localidad pacen de Monasterio. Vídeo: PACO PUENTES ATLAS

Los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil llevaban semanas siguiendo los movimientos de un vecino de Monesterio (4.200 habitantes, Badajoz) que finalmente ha sido detenido la noche de este jueves por la desaparición de Manuela Chavero, una mujer de 42 años y madre de dos niños pequeños, que fue vista por última vez la noche del 4 de julio de 2016. El arrestado tiene 28 años y vive a tan solo tres casas de donde residía la mujer, en la calle de El Cerezo. Fuentes próxi...

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Los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil llevaban semanas siguiendo los movimientos de un vecino de Monesterio (4.200 habitantes, Badajoz) que finalmente ha sido detenido la noche de este jueves por la desaparición de Manuela Chavero, una mujer de 42 años y madre de dos niños pequeños, que fue vista por última vez la noche del 4 de julio de 2016. El arrestado tiene 28 años y vive a tan solo tres casas de donde residía la mujer, en la calle de El Cerezo. Fuentes próximas a la investigación aseguran que el arrestado confesó anoche que “la enterró” y declaró que su muerte “fue un accidente”.

Un equipo de la Guardia Civil especializado en la búsqueda de restos cadavéricos se trasladará a la zona junto con otro grupo de agentes especializados en inspecciones oculares. El detenido, que responde a las iniciales E.D.H, permanece en el cuartel de Zafra (Badajoz) donde está prestando declaración. Después pasará a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Zafra (Badajoz).

Chavero desapareció hace cuatro años sin dejar rastro. La televisión y las luces de su casa quedaron encendidas, su cartera y su móvil seguían sobre la mesilla. No había indicios de una entrada forzada a su vivienda. Parecía como si hubiese salido a tirar la basura por la noche y nunca regresó. Aquel mes de verano, sus hijos, de 12 y seis años, se encontraban de vacaciones con el padre, de quien se había separado. La última persona que la vio con vida fue una amiga con la que había quedado aquella misma noche.

Los familiares de Chavero no dejaron de presionar para que la búsqueda continuara y se resolviera su caso. En el pueblo, cada año durante las fechas en las que Manuela desapareció, se conmemoraba con toques de campana de la iglesia de San Pedro Apóstol que la vecina aún se encontraba ausente. Se tocaba una por cada año que se encontrara desaparecida. En julio de este año fueron cuatro. En la fachada del templo cuelga una pancarta con su fotografía que reza: “Todos con Manuela Chavero”.

El caso coincidió en el tiempo con la desaparición de Diana Quer, crimen que finalmente fue resuelto. Los agentes de la Guardia Civil, tanto los de la comandancia de Badajoz como los de la UCO, nunca han dejado de buscar pistas y posibles implicados en la desaparición de Chavero. De hecho, hace apenas unas semanas, regresaban al pueblo “para revisar algunos cabos sueltos”. Y las pesquisas parecen haber dado resultado, señalan fuentes próximas a la investigación.

Fuentes próximas al caso apuntan a que habría sido una carta anónima recibida por la hermana de Manuela, Emilia Chavero, que contenía detalles que apuntaban al ahora detenido, lo que llevó a dar un paso más en el caso. Llevaba todos estos años pidiendo que no se abandone la búsqueda y que se mantenga la investigación abierta, lo que habría puesto el foco sobre este vecino. En una entrevista con la cadena Cope, Emilia Chavero ha asegurado que conocía al detenido por la Guardia Civil: “Una persona violenta que estaba obsesionado con mi hermana”.


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