La Fiscalía no recurrirá la salida de prisión del autor de la matanza de Atocha
La Audiencia Provincial de Ciudad Real adelantó al próximo 19 de noviembre la puesta en libertad de Carlos García Juliá
La Fiscalía no peleará contra la salida de prisión de Carlos García Juliá, coautor de la matanza de los abogados de Atocha, prevista para el próximo 19 de noviembre. Según informan fuentes del ministerio público, se ha decidido no recurrir el informe de la Audiencia Provincial de Ciudad Real que adelantó al próximo otoño la excarcelación del ultraderechista, que ingresó en la cárcel de Soto del Real (Madrid) el pasado 7 de febrero tra...
La Fiscalía no peleará contra la salida de prisión de Carlos García Juliá, coautor de la matanza de los abogados de Atocha, prevista para el próximo 19 de noviembre. Según informan fuentes del ministerio público, se ha decidido no recurrir el informe de la Audiencia Provincial de Ciudad Real que adelantó al próximo otoño la excarcelación del ultraderechista, que ingresó en la cárcel de Soto del Real (Madrid) el pasado 7 de febrero tras permanecer fugado de la justicia española durante 25 años. La Fiscalía ya ha informado de su decisión al organismo judicial, según detallan las mismas fuentes.
Cuando García Juliá fue detenido en diciembre de 2018 en São Paulo (Brasil), la Audiencia Nacional calculó que le quedaban todavía por pasar más 10 años (3.854 días) entre rejas. Aunque eso sí, según precisan fuentes jurídicas, faltaban por contabilizar los posibles beneficios penitenciarios que había consolidado antes de su fuga. De hecho, fuentes de Instituciones Penitenciarias explican que ellos tenían prevista la salida del asesino para enero de 2022. Pero esa reducción se quedó corta para el letrado de la Administración de Justicia de la Audiencia Provincial, que a principios de este mayo emitió un informe en el que fijaba el próximo 19 de noviembre como la fecha para que abandonara Soto del Real.
En dicho informe se han tenido en cuenta rebajas por trabajos y estudios que el ultraderechista había consolidado antes de convertirse en prófugo. También los 429 días que pasó encarcelado en Brasil a la espera de que fuera entregado a España. Y, según consta en la resolución fechada el pasado 7 de mayo, también se ha contabilizado el periodo de casi cinco años que permaneció activo su permiso de libertad condicional, entre 1991 y 1996 —antes de huir de la justicia—. Aunque realmente se le había perdido la pista en 1994, cuando se esfumó en Paraguay, adonde se trasladó con permiso del juez. Según han informado fuentes del ministerio público, la Fiscalía de Ciudad Real no se opone a la liquidación de condena calculada en la Audiencia Provincial.
Hace semanas, el abogado de García Juliá, Ignacio Menéndez González Palenzuela, decidió cambiar de estrategia procesal para lograr esta victoria. Según explicó a EL PAÍS el propio letrado, optó por trasladar el debate al órgano judicial de Ciudad Real, evitando así la Audiencia Nacional: “Creía que en las resoluciones de la Audiencia Nacional pesaría más la política”. Según detallan fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, la defensa del asesino tenía esta posibilidad porque la última sentencia penal que consta contra él fue dictada, precisamente, por esta Audiencia Provincial.
Antes del 20-N
García Juliá era un habitual de los actos del antiguo líder de Fuerza Nueva, Blas Piñar, al que acompañó como abanderado en alguna ocasión. El ultraderechista irrumpió junto a dos compañeros, José Fernández Cerrá y Fernando Lerdo de Tejada, en la noche del 24 de enero de 1977 en el despacho laboralista de Atocha, vinculado a Comisiones Obreras (CC OO). Asesinaron a tiros a los abogados Enrique Valdevira, Luis Javier Benavides y Francisco Javier Sauquillo; al estudiante de derecho Serafín Holgado; y al administrativo Ángel Rodríguez Leal. Otras cuatro personas sufrieron gravísimas heridas: Alejandro Ruiz-Huerta, Luis Ramos, Miguel Sarabia y María Dolores González.
En 1980, la Audiencia Nacional condenó a 193 años de cárcel a los dos primeros. Lerdo de Tejada escapó en 1979 a Latinoamérica, aprovechando un permiso penitenciario, y su delito prescribió en 1997. Hoy podría pasearse libremente por España, según fuentes jurídicas. A partir del 19 de noviembre también podrá hacerlo García Juliá. Saldrá justo un día antes del 20-N.