LA CRISIS DEL CORONAVIRUS

Suspendidas las Hogueras de Alicante y la Magdalena de Castellón

Valencia adelanta a mayo la reunión para tomar una decisión sobre las Fallas de 2020

'Efímera', título de la foguera de La Ceràmica de Alicante, ganadora de la fiesta en 2019.Europa Press

Las fiestas oficiales de la ciudad de Alicante, las Hogueras de San Juan, han quedado suspendidas definitivamente este año. Mes y medio después de que el alcalde, Luis Barcala (PP), anunciara su aplazamiento a la primera semana de septiembre, la falta de garantías para el desarrollo de los actos con total seguridad sanitaria para los participantes y la decisión mayoritaria de los integrantes de las comisiones organizadoras han forzado la cancelación d...

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Las fiestas oficiales de la ciudad de Alicante, las Hogueras de San Juan, han quedado suspendidas definitivamente este año. Mes y medio después de que el alcalde, Luis Barcala (PP), anunciara su aplazamiento a la primera semana de septiembre, la falta de garantías para el desarrollo de los actos con total seguridad sanitaria para los participantes y la decisión mayoritaria de los integrantes de las comisiones organizadoras han forzado la cancelación de las fiestas alicantinas. Dos horas después, Castellón resolvía también suspender sus fiestas de La Magdalena, aplazadas por la crisis del coronavirus. Valencia que había postergado la decisión a mediados de junio afrontará el debate esta misma semana sobre las Fallas.

La decisión que a Barcala “nunca” le “hubiera gustado tomar” ha llegado tras una reunión mantenida entre representantes de la Federación de Hogueras, a cuya cabeza está la presidenta, Toñi Martín-Zarco, y el Ayuntamiento, representado por el primer edil, la vicealcaldesa, Mari Carmen Sánchez (C’s), y el concejal de Fiestas, Manuel Jiménez. Sobre la mesa, un argumento demoledor, la encuesta realizada entre los representantes de comisiones y barracas, el núcleo duro de las Hogueras, en la que el 92% había expresado que era mejor suspender todos los actos previstos para 2020.

“Lo primero de todo es garantizar la seguridad de todos nuestros vecinos ante la propia evolución de la pandemia”, ha indicado Barcala. Las fechas oficiales de las fiestas de Alicante van del 20 al 24 de junio, demasiado pegadas a la progresiva desescalada programada por el Gobierno tras el confinamiento por la pandemia de Covid-19. Y más aún, tras la decisión de dejar al departamento de salud de Alicante, al menos, una semana más en la fase 0.

Ante esta circunstancia, el primer edil alicantino anunció a finales de marzo que las Hogueras se trasladaban a la primera semana de septiembre. Eran las últimas de las fiestas oficiales de las tres capitales de provincia de la Comunidad Valenciana, tras las Fallas de Valencia y la Magdalena de Castellón, que modificaba su calendario a causa del coronavirus. Sin embargo, la evolución de la pandemia no va tan rápida como se desearía. y las Hogueras no se circunscriben únicamente a la semana festiva. Antes hay muchos actos oficiales que llevar a cabo en un espacio de tiempo que, a juicio de los organizadores, era demasiado corto.

La presentación de las comisiones, la elección de las Belleas y sus damas, los preparativos de los monumentos e indumentarias, la contratación de barras de comidas y bebidas, bandas de música o iluminación de la ciudad o la configuración de la feria taurina, entre otros elementos de la fiesta, necesitan tiempo y gente. “Un calendario muy denso de actividades” que se había diseñado para los meses de junio y julio pero cuyo desarrollo, con la “prórroga del estado de alarma” no se podía garantizar, según el primer edil alicantino.

La opinión contraria de las comisiones, en una encuesta activada por la propia Federación, ha acabado por sellar la suspensión de las fiestas. Una decisión que supone un impacto económico enorme en la ciudad, ya que, según un estudio realizado por la Universidad de Alicante (UA), las Hogueras dejan en la ciudad 40 millones de euros cada año. Y atraen turistas a la capital de una provincia que vive, en buena parte, del turismo.

Son los dos principales temores expresados por los foguerers, ha avanzado Barcala. Los representantes de hogueras y barracas “han puesto de manifiesto las dificultades económicas para poder plantar y la incertidumbre e inseguridad de la situación”, ha desvelado el alcalde. Pese al golpe al turismo, al comercio y al propio estado emocional de los alicantinos, el alcalde asegura que las circunstancias “no nos han dejado otro camino que el de la cancelación definitiva”, un escenario que había rechazado de plano a finales de marzo.

Para aliviar el batacazo, Barcala insta a los organizadores a fijar su horizonte en las Hogueras de 2021. “Tenemos que lograr que las fiestas del próximo año sean las más brillantes y estoy seguro que hogueras y barracas van a sumar sus fuerzas con las del Ayuntamiento de Alicante para lograrlo”, ha indicado en el comunicado. La misma idea ha expresado la vicealcaldesa, que ha pedido “renovar esfuerzos para que en 2021 nos podamos resarcir y disfrutar de nuevo de nuestras hogueras”.

Otras fiestas que siguen el mismo camino de las Hogueras alicantinas, es la Magdalena de Castellón. El Ayuntamiento junto a representantes del mundo de la fiesta, han acordado esta tarde la suspensión definitiva de su fiesta grande. El presupuesto se destinará a “paliar los efectos de la covid-19” en la capital de la Plana. Así lo ha explicado la alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, tras la reunión donde se han escuchado las opiniones de gaiatas, collas, pregoneros, fiestas de calle y reinas del festejo. “Ha sido una decisión consensuada”, ha dicho Marco.

Las Fallas, pendientes

La celebración de las Fallas, la fiesta grande de Valencia y de otros muchos municipios, sigue en el aire en 2020. El pasado 10 de marzo, días antes de decretarse el estado de alarma y el confinamiento de la población, la Generalitat anunció que se aplazaban porque su carácter multitudinario era incompatible con las medidas de distanciamiento social exigidas por el Ministerio de Sanidad en plena emergencia sanitaria. El alcalde de la capital, Joan Ribó, sugirió la posibilidad de que se celebrasen en julio o en octubre si la crisis del coronavirus lo permitía pero se acerca junio y todo apunta a que no será posible su celebración.

Ribó se había dado de plazo hasta mediados de junio para tomar una decisión definitiva mientras comisiones falleras de otros municipios del área metropolitana han dado un paso adelante y las han suspendido definitivamente. Finalmente la decisión se tomará esta semana. El alcalde quiere que la decisión sea consensuada con todo el mundo fallero pero los intereses de unos y otros son dispares. Una reciente encuesta entre las comisiones arroja que los falleros prefieren conservar sus monumentos de 2020 -almacenados en Feria de Valencia y las bases de la Marina- para las fallas en 2021 que permitir este año un simulacro de fiesta. Los artistas falleros opinan, en su mayoría, lo contrario. Necesitan nuevos encargos para sobrevivir.


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