Los centros de internamiento de extranjeros se vacían por primera vez en tres décadas
El Ministerio del Interior libera a los últimos inmigrantes ante la imposibilidad de expulsarlos
Los siete centros de internamiento de extranjeros (CIE) y el anexo de Tarifa están vacíos por primera vez en más de tres décadas. Tras un periodo sin nuevas salidas, este martes y miércoles han sido liberados los últimos cuatro internos que aún estaban encerrados en el centro de Algeciras. Tres veteranos abogados especializados en extranjería consultados no recuerdan un precedente igual desde 1985, cuando se creó la figura jurídica de estos centros.
El Ministerio del Interior llevaba más de 50 días...
Los siete centros de internamiento de extranjeros (CIE) y el anexo de Tarifa están vacíos por primera vez en más de tres décadas. Tras un periodo sin nuevas salidas, este martes y miércoles han sido liberados los últimos cuatro internos que aún estaban encerrados en el centro de Algeciras. Tres veteranos abogados especializados en extranjería consultados no recuerdan un precedente igual desde 1985, cuando se creó la figura jurídica de estos centros.
El Ministerio del Interior llevaba más de 50 días poniendo en libertad a los internos, una vez que las restricciones fronterizas impuestas en los países de origen de los inmigrantes hacían inviable su expulsión. La ley justifica el ingreso en los CIE por un plazo máximo de 60 días para viabilizar la deportación de los internos. Sin posibilidades de expulsarlos, como advirtió el Defensor del Pueblo y han ratificado varios jueces, el encierro pierde su respaldo legal.
Interior mantuvo desde el inicio del decreto de alarma que no existía una orden generalizada para vaciar los centros, pero trabajó en coordinación con la Secretaría de Estado de Migraciones para trasladar a los internos sin un lugar donde vivir a un centro de acogida. En algunos casos, Interior liberó a los internos antes de que se cumpliese el plazo legal, aunque en otros, como estos últimos, ha apurado al máximo su puesta en libertad.
El proceso se ha dilatado durante casi dos meses y ha sido más lento de lo que exigían las organizaciones sociales y el propio Defensor del Pueblo. El pasado 31 de marzo un juez ordenó el desalojo del CIE de Las Palmas de Gran Canaria, al detectarse “un progresivo contagio” de coronavirus entre los internos. El magistrado justificó la medida en las condiciones de “hacinamiento” de los internos y la imposibilidad de garantizar el aislamiento en el centro. Otros jueces han ido autorizando con órdenes individuales la salida de algunos internos.
A finales de diciembre, según Interior, los centros, con 866 plazas disponibles, mantenían un 85% de ocupación. La plataforma CIEs NO ha celebrado la liberación de todos los internos al considerar estos centros “incompatibles con el Estado de derecho”.