Puig insta por carta a 330 mandatarios regionales de Europa a reclamar un Plan Marshall

El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, ha enviado este lunes 330 misivas a mandatarios regionales de toda la Unión Europea (UE) y al presidente del comité de regiones del organismo con el fin de reclamar el apoyo a un plan europeo “que movilice todos los recursos e instrumentos necesarios” para la reconstrucción socioeconómica tras la pandemia del coronavirus. ...

El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, ha enviado este lunes 330 misivas a mandatarios regionales de toda la Unión Europea (UE) y al presidente del comité de regiones del organismo con el fin de reclamar el apoyo a un plan europeo “que movilice todos los recursos e instrumentos necesarios” para la reconstrucción socioeconómica tras la pandemia del coronavirus. Puig reclama desde hace tiempo la puesta en marcha de un nuevo Plan Marshall europeo, que el propio presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, planteó públicamente el pasado 23 de marzo.

El dirigente socialista valenciano solicita en la carta a los responsables de las 329 regiones europeas y en otra misiva dirigida al presidente del Comité Europeo de las Regiones, el griego Apostolos Tzitzikostas, que alcen su voz ante la UE frente a “la mayor emergencia desde la Segunda Guerra Mundial” y apoyen “el impulso de un Plan Marshall europeo que ayude a reflotar las economías europeas más dañadas por las consecuencias de la Covid-19”. En ellas, afirma que “las regiones no pueden “permanecer impasibles ante la gravedad de la emergencia sanitaria, social y económica que está comportando la pandemia”, porque se hallan “en la primera línea de esta emergencia sanitaria” y lo estarán también “en la posterior etapa de reconstrucción socioeconómica”.

“En menos de dos meses han fallecido por coronavirus en la Unión Europea más de 20.000 personas: son más del doble que las 9.387 cruces blancas de madera erigidas en el Cementerio Estadounidense de Normandía”, afirma el presidente del Consell, subrayando la gravedad de la situación actual y abundando en el paralelismo con la Segunda Guerra Mundial y la inmediata posguerra. El Plan Marshall, oficialmente denominado European Recovery Program (ERP), fue una iniciativa de Estados Unidos que funcionó a partir de 1948 y benefició a 18 países europeos durante unos cuatro años. Tenía por objeto contribuir a la reconstrucción económica del continente, devastado tras la contienda, además de alejar a los países de caer bajo la influencia de la Unión Soviética. Tomó prestado el nombre del secretario de Estado estadounidense de entonces, George Marshall, general del ejército durante la guerra.

En la carta enviada al presidente del Comité Europeo de las Regiones, Puig señala que ante la situación actual “solo cabe una postura válida: no ser indiferentes". "Esas tres palabras habrían de bastar para que Europa ponga en marcha un Plan Marshall comunitario para la reconstrucción de todas las regiones afectadas. Un plan que garantice la estabilidad y la prosperidad de sus ciudadanos”, subraya en su misiva. El dirigente socialista invita a Tzitzikostas a que las regiones expliciten ante las instituciones que conforman la Unión Europea -especialmente ante el Consejo, el Parlamento, la Comisión, el Comité Económico y Social, el Banco Central y el Banco de Inversiones- este “decidido europeísmo”.

Para ello, pide que se adhieran a la petición de un plan europeo “que movilice todos los recursos e instrumentos necesarios para garantizar la cohesión social y la cohesión territorial” en las regiones europeas. “Ni el austericidio que siguió a la crisis de 2008, ni una posición timorata y falta de decisión serían respuestas válidas en esta ocasión”, agrega. El pasado mes de septiembre, Puig ya propuso la posibilidad de poner en marcha un Plan Marshall ante los destructivos efectos de los temporales, agravados por el cambio climático

”Es urgente que nuestros pueblos sientan el aliento y la respuesta ágil de una Europa unida, fuerte y sensible al sufrimiento y a las necesidades de sus habitantes”, escribe Puig en la carta a sus homólogos europeos. “Ni la historia ni los pueblos europeos que más están sufriendo esta situación nos perdonarían que hiciéramos algo distinto”. “Seamos conscientes de la magnitud de esta tragedia, estemos a la altura del momento y no fallemos ni a nuestra propia conciencia ni a la conciencia colectiva europea”, concluye.

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