La Fiscalía pide archivar la causa de la bola perdida en el sorteo de Navidad
El ministerio público descarta que se produjese un fraude en la introducción de un número a mano
La Fiscalía quiere poner punto y final a la causa abierta en la Audiencia Nacional por un presunto fraude en el sorteo de la Lotería de Navidad del pasado 22 de diciembre, conocido como El Gordo. Tras pedir y analizar a la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE) un informe sobre el “incidente” ocurrido aquella jornada —cuando un empleado introdujo en el bombo, al menos, una bola con un número después de que esta se saliese—, el ministerio público descarta que se cometiese un ...
La Fiscalía quiere poner punto y final a la causa abierta en la Audiencia Nacional por un presunto fraude en el sorteo de la Lotería de Navidad del pasado 22 de diciembre, conocido como El Gordo. Tras pedir y analizar a la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE) un informe sobre el “incidente” ocurrido aquella jornada —cuando un empleado introdujo en el bombo, al menos, una bola con un número después de que esta se saliese—, el ministerio público descarta que se cometiese un delito y solicita al magistrado el archivo del procedimiento, según ha avanzado este lunes ABC y han confirmado fuentes jurídicas a EL PAÍS. Según consta en su escrito, las “anomalías o incidencias denunciadas” no constituyen una infracción penal.
El Juzgado Central de Instrucción número 6 deberá tomar ahora una decisión, después de que la Audiencia Nacional decidiese abrir diligencias tras recibir más de una decena de denuncias por una posible manipulación del sorteo. Aunque la organización negó las acusaciones de fraude desde un primer momento, la polémica se desató el mismo 22 de diciembre, después de que se compartiesen en las redes sociales unas imágenes donde se observa cómo el trabajador introducía la bola a mano. Según dijo Loterías, esta se cayó cuando pasaba de las liras (los alambres en los que se encuentran las bolas) a la tolva (el recipiente transparente que se utiliza para llevarlas hasta el bombo).
Una tesis que respalda el ministerio público, que ha analizado dos incidentes. Por un lado, dos bolas que se salieron de la tolva y fueron metidas de nuevo por el personal de SELAE de forma manual. “En el vídeo se observa claramente como las bolas que caen fuera son inmediatamente introducidas de nuevo en la misma. Incidencia que ya se había producido, sin consecuencia alguna, en otros sorteos, como se acredita en las grabaciones remitidas relativas a los años 2010, 2015 y 2017”, explica la Fiscalía para descartar la existencia del delito, antes de rechazar también el fraude en la segunda “anomalía” detectada —un empleado introdujo en el bombo grande otra bola, “habiendo sido entregada dicha bola previamente por otros trabajadores”—.
“Una de las circunstancias previstas en el proceso de introducción de las bolas en los bombos es que alguna pueda rebotar hacia el exterior. En ese caso, el protocolo establecido indica que el operario responsable debe proceder a su introducción manual en el mismo. Esa circunstancia fue la acaecida”, se defendió Loterías a través de un comunicado en cuanto estalló la polémica. Tesis que también recupera la Fiscalía en su escrito para pedir el archivo: “En las normas jurídicas y técnicas de celebración de los sorteos de Lotería Nacional, se haya prevista [la posibilidad] de que se caigan una o varias bolas en las operaciones previas al sorteo, en cuyo caso hay que proceder a localizarlas para su incorporación al resto de ellas. Si ello no fuera posible se procederá a sustituir todas las bolas por el juego de repuesto”.
Pero, de momento, estas explicaciones no han sido suficientes. Tras recibir las denuncias, la Audiencia Nacional consideró que “procede aceptar la competencia de las presentes diligencias por parte de este juzgado central de instrucción número seis y acordar aquellas de prueba interesadas por la fiscal”. Para aclarar lo ocurrido, el juez solicitó entonces un informe al SELAE y que le remitiera las imágenes del “incidente”. Ahora, el magistrado tiene la palabra.