Rajoy: “No es bueno que los extremismos, sean los que sean, estén en los Gobiernos o condicionándolos”
El expresidente del Gobierno y Pablo Casado arropan a Feijóo en el undécimo aniversario de su primera victoria por mayoría absoluta en Galicia
Alberto Núñez Feijóo reunió este domingo a Pablo Casado y Mariano Rajoy en un acto por el undécimo aniversario de su victoria en Galicia que dio el pistoletazo de salida a la precampaña electoral gallega. El expresidente del Gobierno advirtió contra los extremismos, “sean quienes sean, estén en los Gobiernos o condicionándolos”. Feijóo presumió de haber rechazado una oferta de Rajoy para ser ministro y otra de Casado para ser vicepresidente del PP porque prefería ser “presidente de los gallegos”. Casado aprovechó el atril —donde el nombre del candidato a la Xunta sustituía a las siglas del par...
Alberto Núñez Feijóo reunió este domingo a Pablo Casado y Mariano Rajoy en un acto por el undécimo aniversario de su victoria en Galicia que dio el pistoletazo de salida a la precampaña electoral gallega. El expresidente del Gobierno advirtió contra los extremismos, “sean quienes sean, estén en los Gobiernos o condicionándolos”. Feijóo presumió de haber rechazado una oferta de Rajoy para ser ministro y otra de Casado para ser vicepresidente del PP porque prefería ser “presidente de los gallegos”. Casado aprovechó el atril —donde el nombre del candidato a la Xunta sustituía a las siglas del partido— para atacar a Sánchez.
“El centro derecha puede y debe gobernar solo. No es bueno ni aquí ni en ningún lugar que los extremismos, sean quienes sean, estén en los Gobiernos o condicionándolos”, advirtió Mariano Rajoy. “Galicia, como los gallegos, es templada, moderada, y con buen sentido. Y este partido gana las elecciones aquí porque es el que más se parece a Galicia”, añadió el expresidente del Gobierno ante unos 1.500 asistentes al mitin (muchas personas se quedaron fuera por falta de aforo) y delante de toda la cúpula del PP gallego además del presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco.
Rajoy presumió de su discreción desde que abandonó la política y explicó que participaba en el mitin de este domingo porque Feijóo le había invitado a hacer campaña en Galicia y porque está convencido de que es necesario que el PP vuelva a ganar las elecciones para que “la extrema izquierda y los independentistas” no perjudiquen los intereses de los gallegos.
El expresidente del Gobierno dio paso a Casado desde un atril donde estaban desaparecidas las siglas del Partido Popular a favor del apellido del candidato a las elecciones del próximo 5 de abril y el lema Galicia é moito [Galicia es mucho]. Previamente, Alberto Núñez Feijóo recordó la campaña electoral de 2009 que le dio la mayoría absoluta después del Gobierno bipartito del PSOE y el BNG, en la que, en contra de lo que decían los sondeos diariamente, Rajoy, tranquilamente, le comentaba siempre al candidato gallego: “Esto me huele bien. Me olía bien y hoy me sigue oliendo bien”. “El olfato de Rajoy es infalible, por eso quiero que esta noche, antes de marchar, me diga cómo le huele”, bromeó el presidente de la Xunta, que el 5 de abril opta a la que sería su cuarta mayoría absoluta consecutiva.
“Hoy tengo más experiencia, estoy más preparado, tengo más razones y más fuerza que aquel 1 de marzo de 2009”, clamó Feijóo ante sus simpatizantes. “Entonces firmé un contrato con Galicia que mantengo en la pared de mi despacho, y mi compromiso sigue vigente”, prosiguió para acabar recalando en junio de 2018, cuando renunció a suceder a Mariano Rajoy. “Algunos no lo entendieron”, dijo. “Pero yo quería ser presidente de Galicia”.
Una España desigual
Casado fue el encargado de cerrar el acto que había abierto el presidente provincial, José Manuel Baltar, heredero en el cargo del histórico barón del PP José Luis Baltar. “A Pedro Sánchez solo le obsesionan Galicia y Feijóo”, declaró el líder popular. “Hoy, en Euskadi, con dos personas desaparecidas en el vertedero de Zaldibar, Sánchez no ha hecho referencia a esa catástrofe. Eso sí, se ha metido con Feijóo. Porque resulta que quiere que la otra nacionalidad histórica esté también al servicio de la extrema izquierda y los independentistas. Pretende imponer una España desigual, un Estado asimétrico y empobrecedor”, añadió.
Durante su intervención, Casado, que presumió de ir a Galicia todos los meses, aludió a varios asuntos de política nacional e incluso internacional. “Vimos Puigdemont [Carles, expresidente catalán] en Perpiñán, dando un mitin en el que atacaba directamente a esa mesa [de diálogo] diciendo que no valía para nada”, declaró. El líder del PP se comprometió desde Ourense a negociar los aranceles con EE UU “que se están cebando con los vinos españoles” y pidió “más política internacional en la Casa Blanca y menos con venezolanos dictadores en Barajas”.
El líder del PP nacional alabó a Núñez Feijóo, que ostenta la única mayoría absoluta del partido, y tambien a Mariano Rajoy, a quien describió como “un gallego universal y patriota” que destaca por su “templanza”. “Se encontró un país en almoneda, a punto de perder su soberanía y por el que nadie daba un duro y lideró el gobierno más reformista de las últimas décadas”, añadió.