Me han operado y las temidas cicatrices ya ni se ven gracias a estos parches mágicos

El año pasado, en el mes de diciembre me tuvieron que operar. Fue una operación por laparoscopia, así que cuando desperté tenía cuatro incisiones con sus respectivas grapas. Después de que me quitasen las grapas y de que hubieran desaparecido las costras de las heridas, empecé a ir al fisio para tratar las cicatrices.

Mi fisio me estuvo tratando la zona para evitar que se me formasen adherencias y me recomendó un producto para que se me quitara la marca y la rojez de las cicatrices. Ese producto es Trofolastin y aunque su precio no es lo más atractivo, tal y como me describió mi fisio el resultado tan bueno que le habían comentado otros pacientes, decidí comprarlo.

Trofolastin: un tratamiento para las cicatrices fácil de usar

Existen diferentes medidas de los parches para escoger en función del tamaño de nuestra cicatriz. En mi caso, escogí unos que son rectangulares y cada uno de ellos viene empaquetado de manera individual. Lo mejor de todo es que se pueden recortar para adaptar el apósito a la forma exacta de tu cicatriz. De cada parche yo tengo que recortar cuatro unidades y lo que sobra lo puedo volver a guardar en su paquete. De esta forma, aunque los apósitos son caros, cada caja cunde bastante.

Después de tener nuestro parche recortado, tan solo hay que retirar la película blanca que viene en la parte posterior y que protege el adhesivo. Se adhieren fácilmente a la piel y hay que tener cuidado para que los bordes no se doblen y queden perfectamente pegados.

Duran unos siete días y lo mejor es que te puedes duchar con ellos porque son resistentes al agua. Otra de las ventajas es que también protegen del sol, por lo que así tu cicatriz estará doblemente protegida. Una vez que uno de los pliegues se despegue es preferible cambiar ese apósito por otro.

Como yo tengo la piel sensible, siempre dejo un par de días entre el parche antiguo y el nuevo. Así, aprovecho también esos días para hidratar las cicatrices con aceite de rosa mosqueta o con la crema de la Roche Posay, Cicaplast Baume B5. Ambas son muy buenas opciones para mejorar el aspecto de la piel.

Sirve para todo tipo de cicatrices

Este reductor de cicatrices no contiene ningún principio activo, sino que actúa por medio de un mecanismo físico. Como explican en el prospecto: “el apósito aumenta la presión sobre la cicatriz y modifica la humedad bajo el apósito, lo que facilita la correcta disposición de las fibras de colágeno”.

Lo mejor de este producto es que sirve tanto para cicatrices nuevas como antiguas (hasta dos años). Solo puedo contar mi experiencia desde cicatrices nuevas, ya que con antiguas no lo he probado. Yo empecé usando este producto en marzo y después de dos meses los resultados son muy buenos: tengo la piel más lisa, menos roja y las cicatrices se ven menos.

Consejos para sacarle el máximo partido a Trofolastin

Contraindicaciones de Trofolastin

En las instrucciones del producto vienen una serie de contraindicaciones que hay que tener en cuenta antes de utilizar este tipo de apósitos:

• No son adecuados para pacientes con afecciones dermatológicas en las que esté afectada la integridad de la piel en la zona de aplicación.
• No deben usarlos las personas con sensibilidad confirmada a los adhesivos acrílicos o al poliuretano.
• No usar con soluciones oxidantes.
• Si produce enrojecimiento, dolor o irritación, hay que interrumpir el tratamiento.
• No utilizar en heridas.
• No usar si el envase está dañado.
• No se puede aplicar a recién nacidos.
• El apósito es de un solo uso, por lo una vez utilizado no se puede reutilizar.

Desmontando mitos sobre las cicatrices

*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a 10 de mayo de 2024.

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