Los mejores correctores de espalda para mejorar la postura

Si hay algo habitual en mi día a día es tener dolor de espalda. Trabajo ocho horas diarias sentada frente al ordenador y aunque intento mantener la mejor postura posible, siempre acabo con las cervicales y el cuello cargados y doloridos. Además, como casi todo el mundo hoy en día, cada vez noto que mi postura está menos erguida y, aunque suelo practicar yoga y hacer ejercicios de espalda para intentar mejorarla, no cambia mucho. Por ello, decidí combinar el deporte con el uso de estos correctores de espalda.

Cómo hemos elegido y probado los productos

He dedicado un mes a probar las prestaciones que ofrecen cada uno de los modelos de correctores de espalda que participan en esta comparativa. Para ello, los he ido utilizando de manera alterna y a diferentes horas del día: un par de horas mientras trabajaba para estar lo más recta posible frente al ordenador, mientras salía a pasear, en el gimnasio para tener la espalda erguida y al final del día, cuando estaba más resentida, para aliviar un poco la sensación de carga e irme a la cama con la espalda más recta y estirada. A la hora de analizar y valorar sus prestaciones, he tenido estos aspectos:

● Diseño: la calidad de fabricación de los materiales.

● Ergonomía: la comodidad de uso es fundamental para garantizar el máximo confort.

● Colocación: referido a si resulta fácil o no su correcta colocación y el ajuste de los velcros y tiradores que incorpora.

● Experiencia de uso: si el corrector de postura cumple con su propósito, notamos que los dolores o molestias en la espalda se reducen y la posición se corrige.

Transpirable y con varios tamaños: MRLI corrector de espalda

Para quién es: aquellos que quieran un corrector de espalda con una buena relación calidad-precio y que además disponga de diferentes tamaños.

Por qué lo hemos elegido: es el modelo más caro de la comparativa pero también el que para mi gusto ofrece las mejores prestaciones. En primer lugar, es posible escoger entre varios tamaños (S, M, L, XL y XXL); algo que me parece muy útil ya que hay otros modelos que son talla única y que son imposibles de utilizar en personas que tienen más tamaño. Como yo tengo un cuerpo bastante pequeño escogí la S y la verdad es que se adaptó perfectamente a mis medidas.

Tiene un aspecto a medio camino entre un chaleco y una mochila, con dos espacios para introducir los brazos, una faja que se coloca alrededor de la cintura y dos correas que permiten fijar el corrector lo mejor posible a la espalda. Sus materiales son de calidad y además es bastante transpirable, algo que me parece muy positivo sobre todo ahora para utilizarlo en verano. La primera vez que me lo puse me resultó incómodo de llevar, ya que no estoy acostumbrada a ir tan apretada, pero con unos 10-15 minutos de uso, el cuerpo se acostumbra. Además, como está equipado con unas almohadillas en la zona del hombro, como las que suelen llevar las mochilas, me ayudó a que esa zona no se resintiera ni salieran rozaduras al llevarlo durante horas. Lo utilicé durante varias horas al día, especialmente mientras trabajaba que es cuando mi espalda se resiente más, y tras unas dos semanas de uso comencé a notar cómo mi espalda estaba mucho menos encorvada y tenía menos dolores.

Sus puntos débiles: nada reseñable.

Económico y fácil de colocar: LOW&EE corrector

Para quién es: aquellos que busquen un corrector por un precio bajo y que no sea muy complicado de utilizar.

Por qué lo hemos elegido: a diferencia del anterior modelo analizado, que se colocaba sobre toda la espalda, este se caracteriza por tener un tamaño menor y ubicarse únicamente sobre la parte superior de la espalda. Para ello está compuesto de dos asas que se introducen en los brazos y que quedan fijadas en la zona de los omóplatos para que la espalda se estire. Es talla única, pero tiene bastante elasticidad, así que se adapta bien a los diferentes tamaños de cuerpo. Viene también acompañado de dos almohadillas extraíbles que se colocan en la zona de la axila para evitar la fricción y que me parecieron una muy buena idea ya que sin ellas es un poco molesto de utilizar.

Este modelo me gustó porque al no ser tan grande como el otro es más llevadero sobre todo en exteriores, ya que apenas se nota debajo de la ropa y sobre todo no da tanto calor; algo que se agradece en verano. Lo llevé tanto para estar en casa como caminando y aunque al principio me pareció un poco incómodo porque se me salía de los hombros, en cuanto me adapté a él mi cuerpo se acostumbró sin problemas. Además, después de llevarlo durante varias horas, al final del día notaba la espalda y el cuello mucho menos cargados y más estirados.

Sus puntos débiles: es talla única.

Respaldo con doble placa: FEVAN corrector de espalda

Para quién es: aquellos que quieran un protector de espalda con mayor agarre.

Por qué lo hemos elegido: tiene un diseño bastante similar al modelo ganador de la comparativa: se coloca introduciendo los brazos entre sus dos asas y se ajusta a la cintura con varias correas de velcro que garantizan que la fijación se adapte a las necesidades del usuario. Está disponible en tres tamaños: pequeño, mediano y grande; y yo usé el pequeño porque contaba con las medidas que más se adecuaban a mi complexión.

Aunque es similar al corrector de espalda de MRLI, la realidad es que es bastante más incómodo. Al estar compuesto por un respaldo con varias placas, que son las que hacen que la espalda esté recta, resulta un poco duro al principio y en según qué posturas se acaba clavando en las axilas. No es cómodo especialmente para usar en el gimnasio, por ejemplo, ya que se camina demasiado rígido con él y es imposible levantar peso o usar máquinas. Yo lo usé principalmente para estar en casa y mientras trabajaba y sí que noté que la espalda estaba más recta, pero me gustó más el modelo ganador por la comodidad que sentí con él.

Sus puntos débiles: no es muy cómodo y sus placas se clavan en las axilas.

Con talla única: Whaline corrector

Para quién es: personas que quieran un corrector simple pero que tengan un tamaño pequeño.

Por qué lo hemos elegido: este corrector es más similar al modelo de LOW&EE, ya que tiene un diseño más simple compuesto únicamente por dos asas que se colocan entre los hombros para estirarlos hacia atrás y que recuperen la posición correcta. Aunque a simple vista parece un corrector de buena calidad y fácil de colocar, la realidad es que no creo que pueda utilizarlo cualquiera, ya que es talla única y no es muy elástico. En mi caso no tuve problemas al colocarlo y llevarlo puesto, pero porque yo tengo un cuerpo pequeño. Sin embargo, intenté que mi hermano, que es más grande y tiene más espalda que yo, se lo pusiera y fue misión imposible: no le entraba correctamente, además de que le resultaba demasiado incómodo. En mi caso lo utilicé durante varias horas al día, para trabajar y para pasear, y sí que me resultó cómodo y noté que hacía su función, pero tiene el hándicap de que no lo puede llevar cualquiera.

Sus puntos débiles: da muy poca talla.

Otros modelos de correctores de espalda interesantes

Si estás buscando un corrector de espalda que se ajuste bien y sea estético: este modelo de la marca Spino Wellness está diseñado en color rosa y está compuesto por dos asas para colocar en los brazos y una faja que se ajusta en la cintura. Es de talla única pero elástico y cuenta con un revestimiento acolchado y transpirable para garantizar la comodidad de uso.

Si estás buscando un corrector con complementos: la característica principal de este modelo es que, aparte de contar con un corrector de espalda simple, viene acompañado de varias bandas elásticas. El objetivo de éstas, que tienen diferentes tamaños y niveles de resistencia, es utilizarlas para realizar ejercicios de movilidad que ayuden, junto al corrector, a fortalecer la espalda y recuperar una postura erguida.

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*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a 18 de julio de 2024.

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