Ocho razones para enamorarse de Tallin, la Capital Verde Europea 2023
Sus iglesias, su animada plaza Mayor o el distrito creativo de Telliskivi trazan una ruta por los puntos imprescindibles que hay que conocer en la capital de Estonia
Tallin ostenta el título de Capital Verde Europea 2023. Aparte de sus méritos ambientales, la ciudad estonia es un burgo medieval de cuento con pulso futurista. Y estas son solo algunas de las razones por las que merece la pena animarse a descubrirla (o a revisitarla).
En Toompea se alza la catedral rusa, de 1900. Hay también un Museo Ruso, y el techo de la Ópera está decorado con soldados y proletarios. La parte siniestra de la última etapa soviética puede verse en el ...
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Tallin ostenta el título de Capital Verde Europea 2023. Aparte de sus méritos ambientales, la ciudad estonia es un burgo medieval de cuento con pulso futurista. Y estas son solo algunas de las razones por las que merece la pena animarse a descubrirla (o a revisitarla).
1 La sombra rusa
En Toompea se alza la catedral rusa, de 1900. Hay también un Museo Ruso, y el techo de la Ópera está decorado con soldados y proletarios. La parte siniestra de la última etapa soviética puede verse en el Museo del KGB o la prisión de Patarei.
2 Templos pararrayos
La iglesia de San Olaf, del siglo XIII, es la más alta de la ciudad y 10 veces, al menos, ha sido alcanzada por un rayo. Se puede subir a su torre para las vistas (hay que evitar los días de tormenta). La iglesia medieval de San Nicolás aloja un museo de arte sacro y la del Espíritu Santo es un bello edificio gótico blanco. La de San Juan preside la plaza de la Libertad, con una columna que conmemora la independencia del país báltico.
3 La guarida del zar
Cerca del casco medieval, el Kadriorg Park arropa el palacio barroco de estilo italiano hecho construir por el zar Pedro el Grande en 1718. Aloja un sencillo museo. En el parque están también la residencia del presidente y el museo Kumu.
4 En la plaza Mayor
El Raekoja (Ayuntamiento), rehecho en 1402 y con una aguja de 64 metros que lo asemeja a una iglesia gótica, preside la plaza donde funciona una farmacia desde 1422 y se instalan terrazas y puestos de regalos. De allí parte Pikk, la “calle larga”, con hermosas casas gremiales y el café más antiguo de Tallin: Maiasmokk.
5 Un país en miniatura
A ocho kilómetros del centro, en Rocca al Mare, se encuentra el Museo al Aire Libre de Estonia, un pueblo al estilo de los que se pusieron de moda en el siglo XIX (aunque este abrió en 1964). Casas tradicionales, iglesia, taberna, molinos o galpones de pescadores traídos de todo el país cobran vida con figurantes vestidos de época. También hay un koljós (hacienda colectiva) soviético del siglo XX.
6 La vida alegre
En torno a la plaza del Ayuntamiento, Olde Hansa o Peppersack amenizan comidas y cenas con figurantes y músicas medievales. Más alternativa es la zona de Kalamaja, con el mercado Balti Jaam, y el distrito creativo de Telliskivi, con mucho arte urbano y animados cafés.
7 Vistas al mar
Toompea es la ciudadela medieval que vigila la ciudad baja y el puerto, y donde se condensa la historia del país en calles y edificios. El cordón de murallas y torres admite visitas guiadas. En los miradores de Patkuli y Kohtuotsa se abarca la capital estonia.
8 Una revolución verde
Aquí, el transporte público es gratuito. Todos pueden disfrutar de una calidad de vida cifrada en los 12 indicadores que le han valido ser Capital Verde europea 2023, como la alta calidad del aire o el bajo nivel de ruido, entre otros.
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