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20 carreteras de vértigo en Europa

De la Calzada del Gigante, en Irlanda del Norte, a las curvas de Sa Calobra, en Mallorca, rutas para conducir despacio y disfrutar del paisaje

The Military Road es la sección de la carretera regional A3055 que discurre paralela a la costa sur de la isla de Wight, entre el pueblo de Chale, hacia el este, y Freshwater Bay (en la foto), en dirección oeste. Fue construida por los militares en el siglo XIX para que las tropas se movieran con más facilidad y durante muchos años estuvo cerrada al público (mediante puertas) hasta su apertura en 1936, convirtiéndose en una de las rutas con mejores panorámicas de Inglaterra. Acantilados blancos y aguas esmeraldas con una sola contraindicación: sufre una erosión muy rápida y precisa de reparaciones continuas para mantenerse operativa.Jason Swain (Getty)
Los algo más de ocho kilómetros de la Carretera del Atlántico se asemejan a un Scalextric retorcido sobre un mar que, cuando se enfurece, lanza trombas de agua sobre el asfalto mientras el viento azota con fuerza. Une la costa continental de Noruega con los archipiélagos Eide y Averøy, saltando de islote en islote a través de ocho puentes. Se encuentra en la zona de los fiordos occidentales y su recorrido es tan impresionante que se ha convertido en una de las principales atracciones del país nórdico. Pero hay que ir con precaución porque también está considerada una de las vías más peligrosas de Europa.Lukas Bischoff (Getty)
La carretera de montaña Trollstigen, en Rauma (Noruega) avanza ladera arriba como una zigzagueante y estrecha lengua de asfalto gracias a sus 11 recodos de 180 grados. En sus 106 kilómetros de recorrido salva una pendiente del 9%, atraviesa el paisaje del oeste del país como un pespunte gris sobre un fondo verde y ofrece vistas a cascadas, fiordos y valles. Lo circundan montes elevados con nombres majestuosos como Kongen (el Rey), Dronningen (la Reina) o Bispen (el obispo). Una vez arriba, hay un aparcamiento y a 10 minutos andando un mirador desde el que contemplar la cascada Stigfossen, con el agua cayendo más de 300 metros montaña abajo.Jan Wlodarczyk (age fotostock)
Oficialmente es la MA-2141 aunque todo el mundo la conoce como la carretera de Sa Calobra (la culebra), que serpentea durante 13 kilómetros hasta llegar a un aparcamiento (de pago) que da a cala Tuent, con un desvío hacia la cala de Sa Calobra, entre acantilados, en pleno corazón de la mallorquina Sierra de Tramuntana. Discurre estrecha, excavada en la roca, paralela al torrent de Pareis. Fue construida en 1932 sin ayuda de maquinaria y sin túneles, y está considera una de las carreteras más espectaculares del mundo (también de las más peligrosas). Su curva más conocida es la llamada Nudo de Corbata porque gira 360 grados y pasa por debajo de sí misma.José Fuste Raga (Getty)
Bella y peligrosa, la carretera que atraviesa el desfiladero de La Hermida, en Cantabria –21 kilómetros, el más largo de España–, está jalonada de miradores con vistas magníficas a impresionantes paredes de roca caliza. Es estrecha y está amenazada por continuos desprendimientos de rocas. Las obras de mejora comenzaron pero pararon por el Año Lebaniego y está previsto que se retomen en la segunda quincena de noviembre de 2017. En 2016 fue elegida como una de las 10 carreteras más espectaculares del mundo por el fabricante de coches Seat.Carma Casula (Getty)
Dice la bloguera y periodista especializada en coches finesa Sara Näse que el paso entre España y Francia por la carretera de montaña del Port de Larrau es una de sus rutas preferidas por el Pirineo. A lo mejor no tiene las “vistas más perfectas” que haya contemplado conduciendo pero sí una mayor quietud y un tráfico menor que otras vías pirenaicas. Arranca en Lumbier (Navarra), como la carretera NA-2011, y termina en Tardets, en el departamento francés de Pirineos Atlánticos, como la D-26. Discurre a 1.615 metros sobre el nivel del mar, con desniveles máximos del 15% que han sufrido en varias ocasiones los ciclistas del Tour de Francia.Francisco Javier Sobrino (age fotostock)
Dos kilómetros y medio de vértigo que forman parte de la autopista francesa (de peaje) A75, de París a Béziers y Montpellier. Es el gigantesco viaducto de Millau, siete pilares de hormigón, una anchura de 32 metros y una altura máxima de 343 metros (más que la Torre Eiffel) sobre el río Tarn, que fluye paralelo a los Pirineos, en el sur de Francia. Es peligroso conducir por él cuando sopla el viento y se colapsa fácilmente con la nieve. Pero quienes lo han probado dicen que la experiencia es, sencillamente, impresionante.Bernard Jaubert (Getty)
Por la mediática y fotogénica carretera de montaña del Col de Turini, en el departamento francés de los Alpes Marítimos, discurre uno de los tramos más conocidos del Rally de Montecarlo: 32 kilómetros que serpentean a más de 1.600 metros de altura, con más de 30 horquillas o curvas cerradas y una recta de apenas 50 metros donde miles de aficionados se congregan para ver pasar a los pilotos. Apareció en la décima temporada del programa de la televisión británica 'Top Gear', el espacio de coches más visto del mundo, cuando sus presentadores salieron a la caza de las mejores carreteras para conducir del planeta.Macstyle89 (Flickr)
Hay varias carreteras para aproximarse a las paredes del Verdón, una de las gargantas más bonitas de Europa por su vegetación y sus aguas azul turquesa. Pero los conductores coinciden en que la D23, la Route des Cretes, es la más espectacular: 23 kilómetros empinados, estrechos y no siempre con quita-miedos, no aptos para cardiacos aunque dicen los vecinos que no es una vía con demasiados accidentes. Las vistas son épicas y con un poco de suerte se pueden ver enormes buitres sobrevolando la zona.Tobi 87 (Wikipedia)
El de Stelvio, situado a 2.760 metros de altura, es el paso de montaña pavimentado más elevado de los Alpes orientales. La carretera que lo atraviesa, Strada Statale 38, figura entre las más altas de Europa y entre las más bonitas del mundo. Y además es dura, como comprueban los ciclistas que compiten en el Giro de Italia. Sus 24 kilómetros de longitud discurren estrechos y zigzagueantes, con 48 curvas cerradas y un desnivel medio del 7,6%. Un paisaje espectacular, vistas impresionantes y, debido a su fama, mucha afluencia de público, sobre todo en verano. Los expertos aconsejan madrugar para disfrutarla sin agobios de tráfico.Dirk von Mallinckrodt (Getty)
A quien no le guste demasiado conducir probablemente no disfrute recorriendo la carretera ss163 que vertebra la bellísima Costa Amalfitana, a orillas del mar Tirreno, en la región de la Campania. Es estrecha (tanto que en algunos tramos hay semáforos que van dando prioridad a uno y otro sentido) y sinuosa, con pueblos que aparecen colgados de las laderas abruptas de la montaña e impresionantes y peligrosos acantilados. Todo en mitad de un paisaje mediterráneo de huertos y viñedos, patrimonio de la humanidad.Marcelo Rabelo (Getty)
Uno de los recorridos más emocionantes e icónicos del mundo, sobre todo desde la persecución automovilística que James Bond protagonizó al volante de su Aston Martin DB5 en la película 'Goldfinger'. El Puerto de Furka, a 2.431 metros sobre el nivel del mar, une el valle de Ursern, en el cantón de Uri, con el municipio de Goms, en el cantón de Valais (Alpes suizos), en una de las regiones con más nieve de Suiza. Montaña, el glaciar del Ródano y una locomotora de vapor que llena de nostalgia los veranos y que se puede ver desde esta carretera que los turistas recorren en bicicleta, moto, coche o en uno de los autobuses amarillos del servicio postal.JTB (Getty)
Un paisaje montañoso “árido y agreste”, que se caracteriza por la alternancia de paredes de granito con las siluetas industriales de los elevados muros de las presas, las centrales hidroeléctricas y las líneas eléctricas de alta tensión, como subraya Turismo de Suiza, domina las vistas que se disfrutan desde el Puerto de Grimsel, que comunica los valles Haslital, en Berna Oberland, con el Goms, en el Valais. Forma parte, junto con los puertos de montaña de Furka y de Susten, de una de las rutas por carretera más famosas de los Alpes suizos, a más de 2.000 metros de altura.getty images
La Transfăgărășan o DN7C serpentea por las mayores alturas del sur de los Cárpatos a lo largo de 90 kilómetros de curvas imposibles que llevan del primer al segundo pico más alto de Rumanía (el Moldoveanu y el Negoiu, respectivamente). Fue construida como ruta militar, conecta las regiones históricas de Transilvania y Wallachia con las ciudades de Sibiu y Piteşti, y parece como esculpida en las montañas agrestes que atraviesa. A menudo ha sido descrita como la carretera más espectacular y bonita del mundo y hay quien visita esta zona del país solo por disfrutarla al volante.Sorin Rechitan (Getty)
La Ruta del Slea Head transcurre por la carretera R559, una ruta circular con comienzo y fin en la ciudad de Dingle, condado de Kerry, Irlanda: casi 50 kilómetros en el extremo occidental de una península que 'National Geographic' ha llegado a considerar el lugar más bello de la tierra. Es ideal para rodar en bici, coche o autobús turístico, disfrutando de unas vistas impresionantes jalonadas de clocháns o cabañas de piedra que, según creen los arqueólogos, empezaron a construirse en la Edad del Bronce. Está considerado uno de los mejores recorridos costeros del mundo.Marco Bottigelli (Getty)
Una “ruta gigantesca”, según la define Turismo de Irlanda del Norte, y no solo porque discurre por la Calzada del Gigante (patrimonio mundial), sino por la magnitud de los sobrecogedores paisajes que atraviesa: el sendero de acantilado de los Gobbins, los Glens de Antrim, arroyos de montaña, cascadas, las ruinas románticas del castillo de Dunluce. La ruta costera de la Calzada del Gigante conecta las ciudades de Belfast y Derry (oficialmente Londonderry) a lo largo de 180 kilómetros que hay que recorrer con calma, a fuego lento, como aconsejan las autoridades turísticas.Martyn Goddard (Getty)
La Schwarzwaldhochstraße o carretera de la Selva Negra es un tramo de algo más de 60 kilómetros de la autopista federal alemana Bundesstraße 500 que discurre entre Baden-Baden y Freudenstadt, y atraviesa de sur a norte este impresionante macizo montañoso cubierto de vegetación en el suroeste de Alemania. Se mantiene entre 800 y 1.000 metros sobre el nivel del mar y es la vía turística más antigua (y una de las más populares) del país. Tiene unas vistas magníficas, sobre todo en días claros, a los valles de la Selva Negra, el Valle del Rin, Alsacia y la cordillera de los Vosgos.Thomas Winz (Getty)
Observada en panorámica, la carretera alpina de Grossglockner se asemeja a un circuito especialmente enrevesado de Scalextric montado sobre una alfombra de color verde. La vía asfaltada más famosa de Austria tiene un peaje de 35 euros por vehículo y solo está abierta de mayo a octubre. Discurre durante 48 kilómetros en la región del parque nacional Hohe Tauern, superando un desnivel de 1.500 metros. Desde prados y bosques hasta la nieve perenne del glaciar de la montaña más alta del país, el Grossglockner, de 3.798 metros. Llega al centro de visitantes de la montaña Kaiser-Franz-Josef Höhe, a 2.369 metros.Didier Marti (Getty)
En 2015 la compañía de alquiler de vehículos Avis realizó un estudio para determinar cuál era la mejor carretera del mundo atendiendo a parámetros como las curvas, la aceleración, la velocidad o el frenado. Ganó la portuguesa N-222, concretamente el tramo entre Peso Da Régua y Pinhão, un total de 93 curvas en 27 kilómetros de longitud. Pero además de sus excelentes cualidades para la conducción posee un enorme valor paisajístico, puesto que atraviesa el corazón del bellísimo valle del Duero, con sus laderas mullidas de viñedos, declarado patrimonio mundial en 2011.JTB (getty)