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20 razones para perderse en Bali

De sus centros más turísticos a rincones poco explorados, una rutas por la llamada isla de los dioses entre playas paradisíacas, volcanes y mucho surf

Los viajeros en Bali dedican muchos ratos (incluso días) a la búsqueda de la serenidad a través de meditación, exfoliaciones y baños. Y del masaje balinés: estiramientos, largos golpeteos, deslizamiento de la piel y presión con palmas y pulgares. Una de las mecas de este tipo de turismo es el pueblo de Ubud (en la foto meditación en una cascada cercana), con centros de yoga y spa como el Bali Buddha (www.balibuda.com), el Taksu Spa (www.taksuspa.com) o el Yoga Barn (www.theyogabarn.com), cerca de Jalan Raya Pengosekan, cuya propietaria, Meghan Pappenheim, organiza el popular Bali Spirit Festival.getty images
Con más de una docena de excelentes zonas de inmersión, Pulau Menjangan es la gran atracción de Bali para buceadores de todos los niveles. Magnífica visibilidad para nadar entre peces tropicales y corales suaves, así como cuevas y taludes espectaculares para los más expertos. Gorgonias y todo tipo de esponjas ofrecen texturas y escondrijos para los peces pequeños, y forman un tapiz de colores marinos. Es difícil resistirse al encanto del pez loro y el pez payaso, y la espectacularidad de tiburones ballena y mantarrayas. Esta isla acoge el templo más antiguo de Bali, Pura Gili Kencana, del siglo XIV, presidido por un enorme Ganesha (deidad hindú con cabeza de elefante).Peter Ptschelinzew (Getty)
Con representaciones cada noche, museos que exhiben obras de artistas locales y arrozales de un verde increíble en sus las colinas, Ubud es el núcleo artístico de Bali. Sus calles acogen galerías de artistas grandes y modestos (en la foto, Sika Gallery), pero para conocer el movimiento de arte moderno balinés hay que visitar el Museo de Bellas Artes Puri Lukisan (museumpurilukisan.com), fundado por Rudolf Bonnet, junto a Cokorda Gede Agung Sukawati (príncipe de la familia real de Ubud) y Walter Spies.Gonzalo Azumendi (agefotostock)
Para algunos es lo peor de Bali; para otros, la principal atracción. La noche arranca en los cafés de la playa de Seminyak (en la foto), donde todo parece aún mejor entre los colores de la puesta del sol y los ritmos house. Muchos buscan diversión en la playa Double Six y más tarde van a los clubes de Kuta, donde DJ internacionales pinchan hasta el amanecer, como el club Sky Garden Lounge (skygardenbali.com) y alrededores. Para ver la puesta de sol en Kuta, el mejor sitio es el extremo sur de la playa, donde no hay coches.Camille MOIRENC (agefotostock)
Un penacho de arena blanca surge del Índico llenando una cala bajo acantilados cubiertos de frondosa belleza tropical. Parece idílico, y lo es. Al sur de Bali, la costa oeste de la península de Bukit está salpicada de este tipo de playas, como Balangan (en la foto), Bingin y Padang Padang. Bares familiares para surfistas se elevan sobre pilotes de bambú, con los rompientes a escasos metros como única vista. Se puede ocupar una tumbona y dejarse arrullar por las olas.Lee Rogers (Getty)
Bali fue el primer lugar de Asia donde despegó el surf y no parece perder fuelle (en la foto, un surfista en la península de Bukit). En los meses con “r”, hay que surfear en el este; el resto del año, hay que ir al oeste, con rompientes míticos como Padang Padang. Los surfistas se desplazan por la isla en motocicletas con soportes para sus tablas. La playa Balian es un destino clásico y de visita obligada entre junio a agosto, su mejor época. Otra opción es Impossibles, al norte de Padang Padang, desafiante rompiente de arrecife con tres picos y veloces secciones de tubos de izquierdas.Paul Kennedy (Getty)
Son la verdadera imagen del paraíso: tres islas desiertas minúsculas, rodeadas de playas de arena blanca y cocoteros, en medio de un mar turquesa. Pocos sitios ofrecen mejores inmersiones, ya que están rodeadas por arrecifes de coral repletos de vida marina, como el muro de Trawangan, frecuentados por criaturas como mantarrayas. Cada isla tiene su propia personalidad. Gili Trawangan es la más cosmopolita, con bares y restaurantes de un chic tropical. Gili Air es la más genuina, y combina placidez y animación a la perfección. Gili Meno va viendo como sus playas se van llenando de hoteles y servicios.Tassaphon Vongkittipong (getty)
En una isla que venera el arte y la serenidad como Bali, no sorprende hallar algunos de los mejores hoteles y resorts del mundo. Desde retiros maravillosos como Katamama (en la foto; www.katamama.com), en la bella playa de Kerobokan, al sur de Bali, hasta 'resorts' en acantilados sobre la arena blanca que jalona la península de Bukit, estos alojamientos están repletos de encanto por fuera y de lujo por dentro. Existen centros hoteleros de prestigiosos arquitectos en los valles fluviales de Ubud y en puntos remotos e idílicos de toda la isla. Por ejemplo, el Viceroy Bali, en Ubud, o el Bulgari Resort en Uluwatu.
Canggu es más un concepto que un lugar tangible; hace apenas unos años solo había arrozales. Sin embargo, hoy su nombre sugiere diversión en playas como Batu Bolong (en la foto), continuación de la franja de arena que nace en Kuta, con fuerte oleaje y noches eternas en cafés creativos y espléndidos restaurantes. Tras la playa Batu Bolong se levanta el centenario complejo del Pura Batumejan, con un imponente templo en forma de pagoda que pone la nota tradicional.ANGELINA PILARINOS (Getty)
Enormes gambas frescas marinadas en lima y ajo, y asadas sobre cáscaras de coco. Un toque rosado en el horizonte tras la puesta de sol. Estrellas centelleando en el cielo. Una cómoda silla en la playa; los pies juegueteando con la arena. Una cerveza bien fría y fuentes de pescado fresco llegado esa misma mañana al mercado cercano; las parrillas de playa en Jimbaran, como las de Warung Ramayana, local veterano y muy popular, prometen una velada inolvidable.agefotostock
En Bali sobran sitios donde ponerse gafas y aletas y sumergirse en otro bello universo. En Tulamben por ejemplo, se puede permanecer suspendido sobre los abundantes organismos marinos en torno al bello arrecife de Pulau Menjangan, o nadar desde la orilla hasta la gran atracción de la zona, hundido hace más de 60 años: los restos del carguero estadounidense Liberty (en la foto), el lugar más popular de Bali para la inmersión. Otros dos lugares magníficos para bucear son los manglares de Nusa Lembongan, en Lombok, que atraen a un sinfín de peces multicolor, y las serenas aguas de las playas de Sanur.Reinhard Dirscherl (Getty)
Al ver los platos recién hechos que aguardan en el mostrador resulta imposible no maravillarse al entrar en un warung, el clasíco restaurante local balinés, como el Warung Teges, en Ubud. Nasi campur, salchichas de cerdo, pollo, babi guling y tempeh, sambal fresco y penetrante, con la dosis perfecta de picante... Un sinfín de ingredientes, que se combinan en la elaboración de frescos y aromáticos platos. Especialidades locales como el babi guling (cochinillo asado marinado en especias durante horas) obligan a hacer cola una y otra vez. Los cafés balineses de Denpasar también son ideales para almorzar.Kay Maeritz (agefotostock)
Kuta, el principal centro turístuico de Bali, no es para todo el mundo. Acoge feos callejones abarrotados de cafeterías baratas, tiendas de surf, motocicletas e innumerables vendedores de camisetas y masajes a voces. Pero la cuna del turismo balinés tiene un amplio arco de arena que llega hasta la playa Echo (en la foto), donde las lejanas olas del Índico arremeten contra la orilla en largos rompientes simétricos. Se puede recorrer los 12 kilómetros de playa y gozar después de un masaje de pies y una cerveza fría.Schwaabe (Getty)
La antítesis de la calma balinesa es su danza, que exige gran precisión. Una bailarina de legong, la danza más bella, dedica años a aprender movimientos minuciosamente coreografiados, desde los ojos a los dedos de los pies. Todos poseen un significado, y su idioma fluye con elegancia hipnótica. Vestidas de seda e ikat, las bailarinas narran historias impregnadas de las creencias y tradiciones hindúes de Bali. En el Palacio de Ubud se celebran espectáculos cada noche.John S. Lander
Moderna, llamativa y, según algunos, algo artificial, Semiyak es el centro de referencia de los numerosos residentes extranjeros de la isla. Muchos de los ellos son propietarios de 'boutiques', tiendas de diseño y de surf, o viven de las rentas. Está justo al norte de Kuta y Legian, pero casi parece hallarse en otra isla. Los turistas pasean por Seminyak preguntándose si realmente se hallan en Bali. En una isla que valora la creatividad como pocos sitios y alberga imaginativas 'boutiques' regentadas por diseñadores locales, restaurantes eclécticos e interesantes, y pequeños hoteles que desafían los clichés de la isla.Stephanie Victor (Getty)
Pura Luhur Ulu Watu, en la foto, es uno de los templos más sagrados de Bali, ubicado sobre acantilado al suroeste de la isla. Santuarios y enclaves sacros se suceden en el filo del precipicio, desde donde se ve el océano rizado por olas que llegan con precisión asombrosa, pero solo los devotos del hinduismo pueden acceder al pequeño templo construido en el cabo. Durante la puesta del sol se aconseja pasear por la cima del acantilado (a la izquierda del templo) para alejarse del gentío.Mikel Bilbao (agefotostock)
Si uno cree que Gili Trawangan es mágica de día, debe contemplarla al amanecer (en la foto), tras una noche de fiesta. No encontrará una decoración elegante, ilustraciones llamativas, personal en la puerta ni precios altos en locales como Tir na Nog, cuyas fiestas comenzaron como raves de playa y aún conservan su espíritu primario y poco organizado. Los DJ locales brindan ritmos tribales y, a veces, sin anuncio previo, pinchan DJ superestrellas.Tyler Cave (Getty)
El mapa de la vecina isla de Lombok revela que casi toda su mitad norte está dominada por la majestuosa e inquietante presencia del Gunung Rinjani (en la foto), que con 3.726 metros es el segundo volcán más alto del país. La exigente ascensión requiere planificación, guía, portadores, resistencia y sudor. La ruta serpentea por las laderas del pico hasta el borde de una vasta caldera, que brinda una espléndida vista del sagrado lago del cráter (importante destino de peregrinaje) y del humeante y muy activo minicono de Gunung Baru debajo.Abdul Azis (Getty)
El litoral sur de Lombok goza de una belleza agreste y pocos turistas, lo que genera un gran debate sobre el potencial turístico de la región. Se entiende al divisar la impoluta playa Selong Blanak (en la foto), una franja de arena perfecta donde resulta sublime nadar en cristalinas aguas turquesa. La parte posterior de la bahía alberga una medialuna de fina arena blanca; una playa de ensueño con todos los servicios derivados de su descubrimiento. Cerca hay otras playas casi vírgenes.Muhamad Hariadi Mahsyar (Getty)