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10 maravillosas playas españolas que estrenan bandera azul

De Cala de Moraig, en Alicante, al Sable de Merón, en Cantabria, arenales distinguidos por su calidad en 2017

El perfil de la playa de Frejulfe, bravo y recto monumento natural respaldado por eucaliptos, nos remite a la costa astur mejor preservada. El primer desvío desde Puerto de Vega conduce a los acantilados de La Galgona, para disfrutar de los atardeceres y de los surfistas en acción. A dos kilómetros esta la entrada principal, que cuenta, en el aparcamiento, con el chiringuito La Mar de Fondo. El acceso es a pie y las corrientes, muy peligrosas. Contar con el hotel Pleamar (www.hotelpleamar.com).Guillén Pérez (Flickr)
Se trata de una concha de arena fina de inefable fuerza expresiva. La anchura de su zona de baño, la exótica línea de palmeras cerca de la orilla, su faz virginal, la identifican como uno de los arenales murcianos que colman todas las espectativas. Tras Percheles Grande, ir caminando a Percheles Chico, otra maravilla, esta vez de pequeño formato. ¡Y pensar que la crisis fue determinante en su conservación!murciaturistica.es
La playa es rectilínea y la bañan las aguas de la bahía de Alcúdia, con su amplia paleta de azules; arenas de calidad situadas a caballo entre las costas virginales de Sa Canova y Son Real. Que destile tranquilidad se debe a la ausencia de hoteles y apartamentos: solo la disfruta el turismo residencial. Al lado del torrente de Na Borges, todavía con agua, el restaurante Lago (971 85 40 81) se ha especializado en gallo de San Pedro con salsa de almendras. En el Rancho Grande (www.ranchograndemallorca.com) organizan paseos ecuestres hasta la playa.Doris Schuppe (Flickr)
Casi toda la playa se ve recorrida por un magnífico paseo marítimo, con chiringuitos especializados en espeto de sardinas y templete de música donde se celebran en verano las actuaciones diarias Al Son del Rebalaje. Aún perviven cabañas de pescadores a la altura de los faros: el nuevo y el viejo. En un extremo, donde es fácil aparcar, abren tres 'beach club', entre los que brilla con luz propia el Café del Mar (www.cafedelmartorredelmar.com).José Lucas (agefotostock)
Para los días más calurosos del año se recomiendan playas como la de Balarés, santo y seña de la Costa da Morte. De aguas gélidas, su altísima ocupación se compensa por el entorno verde en el que descuella el pinar con merendero, su restaurante a pie de playa y sus vistas de la entrada de la ría de Corme y Laxe. Antes de llegar es obligado subir a las antenas del monte Branco. Por Balarés salían los envíos de mineral de wolframio rumbo a las acerías nazis.Marcos Veiga; (agefotostock)
Profunda y enmarcada entre escarpados macizos densamente cubiertos por coníferas, Benirràs hace honor al sobrenombre griego de las Pitiüses (islas de pinos). La panorámica del horizonte marino resulta espectacular desde los varaderos, con el protagónico islote Es Cap Bernat. La dominical fiesta de los tambores se ha convertido en una de las postales clásicas ibicencas. Los más afortunados se quedan a cenar y tomar copas en el restaurante-lounge Elements (elements-ibiza.com).TONO BALAGUER (getty)
Merón, donde los cursos de surf (www.escueladesurfbuenaonda.com) son moneda corriente, se puede buscar acomodo a lo largo de una sucesión de arenales que se comunican durante la bajamar. A muchos les pasará inadvertida, a unos 50 metros de la orilla, cierta peña con forma de bota llamada popularmente El Zapato. Viene, después la belleza salvaje de la playa de Gerra. En lo alto del cabo de Oyambre nos espera, al final, el hotel Gerra Mayor (www.hgerramayor.com).carmen sedano (agefotostock)
Al encontrarse al fondo de la bahía de Cádiz, junto a la desembocadura del río Guadalete, la entrada al mar está exenta de peligros para los niños. Los hay que se quedan en el paseo marítimo –vivo todo el año-, quizá en el hotel Puerto Bahía (www.hotelpuertobahia.com) o comiendo pulpo en La Taberna del Sapo (www.latabernadelsapo.com), mientras que los amigos del naturismo se acercan a pie hasta la playa de los Toruños. Sumar las mejores vistas de la Tacita de Plata gaditana, mejor al atardecer.Stephen Candler (getty)
Un kilómetro de bien amueblado paseo marítimo, junto a arena dorada y fina, siempre espaciosa y de forma semicircular. Así se presenta el apacible arenal de Panxón hasta el riachuelo que lo separa de playa América. Aparte de para paseantes, el playazo se recomienda a los amigos del mundo pesquero gallego, gracias a la novela detectivesca 'La playa de los ahogados', de Domingo Villar, ambientada en Panxón y alrededores.Salomé Fresco (getty)