Lapena 2011, godello expresivo

Un blanco crianza de Ribeira Sacra con un aroma aroma brumal y refulgente

El vino es un mundo de paradojas. Por ejemplo, en Galicia, donde existe la mayor reserva de varietales autóctonos, hasta hace poco reinaba el monocultivo de la uva palomino. Colonización disparatada que puso en peligro de extinción variedades nobles como godello, treixadura, incluso albariño. Eso ya es, felizmente, historia.

La recuperación de varietales ha sido, muchas veces, fruto del empeño y la audacia de jóvenes enólogos. Así, René Barbier y Sara Pérez, que junto con Laura, Suso y David, han puesto en pie una de las bodegas más interesantes de Ribeira Sacra: Dominio do Bibei. Sus 2...

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El vino es un mundo de paradojas. Por ejemplo, en Galicia, donde existe la mayor reserva de varietales autóctonos, hasta hace poco reinaba el monocultivo de la uva palomino. Colonización disparatada que puso en peligro de extinción variedades nobles como godello, treixadura, incluso albariño. Eso ya es, felizmente, historia.

La recuperación de varietales ha sido, muchas veces, fruto del empeño y la audacia de jóvenes enólogos. Así, René Barbier y Sara Pérez, que junto con Laura, Suso y David, han puesto en pie una de las bodegas más interesantes de Ribeira Sacra: Dominio do Bibei. Sus 23 hectáreas de viñedo viejo, con algunas cepas profiloxéricas, se ubican en las empinadas laderas del río Bibei. Elaboran básicamente vinos de mencía, brancellao y godello. De este último varietal destaca Lapena, un alarde de materia prima y rigor técnico.

Lapena 2011

  • Bodega: Dominio do Bibei. Manzaneda (Ourense).
  • Teléfono: 988 29 44 53.
  • Web: www.dominiodobibei.com.
  • DO: Ribeira Sacra.
  • Tipo: blanco crianza, 13,5%.
  • Cepas: godello.
  • Precio: 34 euros.
  • Puntuación: 9,5/10.

La estricta selección manual de las uvas permite su lenta fermentación en barricas de roble francés y crianza de nueve meses con sus lías. Finalmente, el vino termina de integrar sus componentes y desarrollar su potencialidad aromática con un prolongado reposo: primero 11 meses en depósitos de hormigón y luego 18 en botella. Eso permite al vino seducir con su aroma brumal y refulgente, donde la fruta blanca, madura y fresca se hermana con las notas balsámicas y el recuerdo a flor blanca. Sabroso, delicado y elegante, expresa la potencia de un terruño irrepetible.

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