Pazo Señorans Coleccion 2011: frescor cítrico

Un blanco donde la uva albariño crea matices luminosos tras un año de crianza sobre lías

Pazo Señorans sigue abriendo camino a los albariños de Rías Baixas, buscando competir con los grandes blancos del mundo, lo que exige ir más allá de la banalidad juvenil de su portentoso aroma frutal. No hay albariño de calidad superior sin un proceso de crianza sobre lías, o de leve estancia en madera. Pazo Señorans hace las dos cosas con éxito: Selección de Añada y Sol de Señorans. Faltaba un escalón más hacia la excelencia.

Aquí está: el prodigioso Colección 2011. Tras un año de crianza sobre lías en depósito y dos años de crianza en botella, Marisol Bueno regala un vino que resume s...

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Pazo Señorans sigue abriendo camino a los albariños de Rías Baixas, buscando competir con los grandes blancos del mundo, lo que exige ir más allá de la banalidad juvenil de su portentoso aroma frutal. No hay albariño de calidad superior sin un proceso de crianza sobre lías, o de leve estancia en madera. Pazo Señorans hace las dos cosas con éxito: Selección de Añada y Sol de Señorans. Faltaba un escalón más hacia la excelencia.

Pazo Señorans Coleccion 2011

  • Bodegas: Pazo de Señorans. Meis (Pontevedra).
  • Teléfono: 986 71 53 73.
  • Web: www.pazodesenorans.com.
  • DO: Rías Baixas.
  • Tipo: blanco crianza, 12,5%.
  • Cepas: albariño.
  • Precio: 18,50 euros.
  • Puntuación: 9,7/10.

Aquí está: el prodigioso Colección 2011. Tras un año de crianza sobre lías en depósito y dos años de crianza en botella, Marisol Bueno regala un vino que resume su filosofía: grandes por sutiles y complejos, pura expresión de terruño y varietal. Tal vez sorprenda al bebedor acostumbrado a la impronta de fruta carnosa, tan evidente como simple, de buena de los jóvenes albariños.

Aquí se encontrará en un luminoso mundo de matices, que necesita tiempo para desvelar su profunda gama aromática. Hay que dejarse seducir por la armonía de las notas frutales maduras resonando en la honda melodía de las flores marchitas, en el tenue tostado de la pastelería fina, en la sequedad del fruto seco, en el frescor cítrico y en la umbría de la madreselva. El gusto, intenso, fresco y persistente, confirma su grandeza.

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