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Moda, escándalo y tragedia: los 65 años de Carolina de Mónaco

La primera hija de los príncipes Raniero III y Grace de Mónaco sopla las velas tras un año de escasas apariciones públicas y aliarse con el hijo de su marido, Ernesto Jr. de Hannover, para ayudarle a mantener el control de la dinastía güelfa

El 23 de enero de 1957 venía al mundo Carolina Luisa Margarita Grimaldi Kelly, la primera hija de Rainiero III y la actriz de cine Grace Kelly, en la biblioteca del Palacio de Mónaco. La sala había sido forrada con telas de color verde, por expreso deseo de su madre, la princesa Grace, siguiendo la tradición irlandesa. Fue la heredera de los derechos dinásticos del Principado hasta el 14 de marzo de 1958, fecha en la que nació su hermano, el príncipe Alberto, que es el actual soberano. En la imagen, la princesa Grace sostiene en brazos a su primogénita en la enfermería del Palacio Real, un bebé que posteriormente se convertiría en primera dama hasta 2011, cuando su hermano contrajo matrimonio.PA (Getty Images)
Fue bautizada el 3 de marzo de 1957 en la Catedral de San Nicolás y creció en un ambiente feliz y tranquilo, acompañada por su familia y su niñera, Maureen Woods. Estudió primero en palacio, y después en el colegio monegasco Las Damas de San Mauro. Cada período estival acudía a campamentos de verano en Estados Unidos, país de origen de su madre, junto a sus primos maternos, donde pudo aprender el idioma. En la imagen posan sonrientes en los jardines de palacio Raniero III de Mónaco y Grace Kelly, que celebraban su décimo año de casados junto a sus tres hijos, Carolina, Alberto y Estefanía, cuando solo tenían 9 años, 8 años y 14 meses respectivamente.Bettmann (Getty Images)
Desde muy joven Carolina se sintió atraída por el mundo de la moda. En sus años adolescentes, allá por la década de los setenta, la princesa insufló nuevos aires al estilo de la realeza, tal y como hizo su madre antes que ella.Patrice Picot (Getty Images)
Digna heredera de la elegancia de Grace Kelly para lucir vestidos de noche en los eventos de la alta sociedad del Principado, la joven inyectó personalidad incluso a los actos oficiales, añadiendo accesorios inesperados y joyas llamativas a vestidos clásicos firmados por Marc Bohan en Dior, Karl Lagerfeld o Valentino Garavani. Para acudir al Baile de la Cruz Roja de 1974, eligió un vestido plisado de gasa que complementó con una flor blanca en el pelo.James Andanson (Getty Images)
La princesa lució chaqueta blanca con pañuelo rojo al cuello y falda estampada con motivos a juego para asistir a su primer desfile, donde compartió primera fila con su madre para admirar una colección de Valentino en Roma, en el año 1974.Vittoriano Rastelli (Getty Images)
Cada invierno desde 1973 pasaba al menos dos temporadas de vacaciones en la montaña para disfrutar de la nieve con su familia, una tradición que continuó posteriormente con sus futuros maridos y mantiene en la actualidad. Carolina de Mónaco acudió los primeros años junto a su hermano Alberto, con quien aprendió a esquiar. En la imagen, aparecen sonrientes en Francia, en 1976.Daniel Simon (Getty Images)
La revista 'Time' comenzó a llamar a Carolina de Mónaco "la novia de Europa" cuando apenas había cumplido dieciséis años. Su atrevido estilo era solo un reflejo de su personalidad rebelde, que la llevó a disfrutar de numerosas fiestas —como la de la imagen, en la que estrenó flequillo y un escote de vértigo en el club L’Aventure de París una noche de 1975—, y tener romances pasajeros hasta conocer a Philippe Junot, que se convirtió en su primer marido y su primer escándalo.Michel GINFRAY (Getty Images)
Con 18 años Carolina empezó a estudiar filosofía en París. Fue en una fiesta donde conoció a Philippe Junot, con quien se casaría a sus escasos 21 años en 1978 —sin la aprobación inicial de sus padres—, enfundada en un vestido de Dior. A la boda asistieron Ava Gardner, Cary Grant y Frank Sinatra, entre otros famosos internacionales. Los rumores de infidelidad por parte de Junot sobrevolaron a la pareja durante los dos años que duró su unión, que ahora Carolina califica como una "locura de la juventud".Patrice Picot (Getty Images)
Carolina siguió causando gran sensación los años posteriores gracias a su belleza y elegancia a la hora de vestir. En la imagen, la princesa se encuentra en un evento de Fórmula 1 GP en Mónaco, en el año 1983.Patrice Picot (Getty Images)
En 1980, Carolina y Philippe decidieron tomar caminos separados. Sin embargo, la Santa Sede no concedió en un principio su anulación matrimonial, lo que provocó un conflicto entre el Principado y el Vaticano, ya que Mónaco es un país oficialmente católico. Esta no le fue otorgada hasta diez años más tarde. El desamor llevó a la princesa a irse a estudiar a Inglaterra para mejorar sus idiomas —habla con fluidez francés, inglés, italiano, español y alemán— y sumar a su lista otras conquistas, como el tenista Guillermo Vilas o el cineasta Roberto Rossellini.Francis Apesteguy (Getty Images)
Su amor por la moda continuó intacto. En la imagen, aparece junto a su madre y la diseñadora norteamericana Vera Maxwell, en un evento de 1980 en Nueva York.Robin Platzer (Getty Images)
Su gran pasión la llevó a conocer a grandes personalidades de la industria. El día del estreno de la ópera 'Don Quichotte', en 1981, la princesa llegó a la posterior gala benéfica celebrada en París junto a su gran amigo Marc Bohan, diseñador de moda para Dior por aquel entonces, con traje pantalón blanco y collar de perlas.Marc BULKA (Getty Images)
Carolina supo por primera vez lo que era la tragedia cuando un accidente de coche se llevó por delante la vida su madre, Grace Kelly, en 1982. Raniero se derrumbó y Carolina tuvo que ejercer de soporte para su padre y sus hermanos, tanto emocional como institucionalmente. La princesa pasó a ocupar la presidencia del Festival Internacional de las Artes y de la Fundación Princesa Grace, para más tarde convertirse en primera dama.Tim Graham (Getty Images)
Su gran amor llegó al conocer al empresario Stefano Casiraghi, con quien se casó y tuvo a sus tres hijos mayores —Andrea, Carlota y Pierre— sin haber conseguido aún la nulidad de su primer matrimonio. Se dieron el 'sí, quiero' en 1983, seis meses después de conocerse y 10 días después de anunciar su compromiso, estando ella embarazada.Arnal (Getty Images)
Formaban una pareja de película. Él era tres años más joven que Carolina y se consolidó como su acompañante de viajes y aventuras, además de en los actos del Principado. El 29 de diciembre de 1983 se casó con él ante el Presidente del Consejo de Estado de Mónaco. En la imagen, la familia posa sonriente en un barco el verano de 1987.Mondadori (Getty Images)
Entre tanto, la princesa no dejaba de asistir a numerosos eventos. El 20 de abril de 1989, posaba con traje cruzado de doble botonadura junto a las tenistas Steffi Graf y Martina Navratilova tras disputar un partido en Mónaco.Patrick SICCOLI (Getty Images)
La princesa Carolina de Mónaco, de la mano de su primogénito, Andrea Casiraghi, el 24 de abril de 1988 en Monte Carlo.Patrick SICCOLI (Getty Images)
La felicidad y la estabilidad por fin reinaban en su vida, pero la fatal suerte se cruzó en su camino y se llevó por delante a su gran amor en un trágico accidente: Stefano murió el 3 de octubre de 1990 durante una competición de 'off-shore', un deporte náutico en el que era campeón del mundo. Acababa de cumplir 30 años. Carolina quedó viuda con solo 33 años y a cargo de tres niños pequeños. Rota, decidió apartarse por primera vez del foco mediático. Aparece en la imagen junto a su familia, acompañada de su hermano Alberto (a la derecha).Cordon Press
En los años posteriores, su padre Raniero, que aún seguía de luto por el fallecimiento de su mujer, fue un gran apoyo para ella. En la imagen, Carolina, su padre y su hermana Estefanía celebran el 700º aniversario de la dinastía Grimaldi de Mónaco, el 8 de enero de 1997.Pool BENAINOUS (Getty Images)
Carolina mantuvo su retiro y se refugió en la tranquilidad del pueblo francés de Saint Remy, donde crecieron sus tres hijos.Cordon Press
En 1996 la princesa se convierte de nuevo en noticia debido a su relación con Ernesto de Hannover y decide regresar a París. Con él se casa en 1999 y ese mismo año vuelve a ser madre (de una niña, Alejandra) y juntos mantienen una relación hasta 2009, momento en el que decide separarse, aunque nunca se divorcian. En la imagen aparecen sonrientes, unidos y de la mano en 2007 en Montecarlo, Mónaco.Toni Anne Barson (Getty Images)
El 6 de abril de 2005 una tragedia más golpeó a los hermanos Grimaldi, quedando huérfanos. El fallecimiento de Raniero a los 81 años tras pasar un mes ingresado a causa de una infección broncopulmonar vistió de luto a Mónaco y a sus tres hijos y nietos, que se unieron en el dolor; un momento que sirvió para acercar a Carolina y Estefanía, que llevaban tiempo distanciadas y vidas completamente distintas. En la imagen, Alberto II y Carolina de Mónaco llegan al funeral celebrado en honor a su padre, en la catedral del Principado.Pascal Le Segretain (Getty Images)
Cuando Alberto de Mónaco decidió pedir la mano de su actual mujer, Carolina y Estefanía dudaron de las aptitudes de Charlene, según lleva años indicando la presa francesa y alemana. Las hijas de Grace Kelly, acostumbradas a lidiar con los medios de comunicación y los escándalos, no confiaban en la capacidad de la exnadadora de cumplir con los actos sociales de la casa principesca, y nunca han visto con buenos ojos que la princesa se ausentara de algunos actos, dejando solo a su marido. En la imagen, la princesa Charlene aparece embarazada junto al príncipe Alberto y la princesa Carolina, en la inauguración de los jardines de la princesa Grace Kelly en Montecarlo.VILLARD (Cordon Press)
Carolina ha evolucionado junto a su pasión por la moda, una afición que ha contagiado a su propia familia, como hizo Grace Kelly con ella. En la fotografía aparecen junto al diseñador alemán Karl Lagerfeld (a la derecha) la princesa Carlota, Pierre Casiraghi y su mujer, Beatrice Borromeo; el príncipe Alberto y la princesa Charlene durante la celebración del tradicional Baile de la Rosa, uno de los eventos más importantes en Mónaco.VILLARD (Cordon Press)
La prolongada ausencia de Charlene de Mónaco ha generado ciertos cambios dentro de la Casa Grimaldi. Sobre todo, en lo que se refiere a la vida pública. Carolina se mantuvo al lado de su hermano en el 30º aniversario de la ONG Mission Enfance y en la gala de la Salud Planetaria, dos eventos de gran relevancia que también han contado con la presencia de caras conocidas en la política y el entretenimiento, como Nicolás Sarkozy o Sharon Stone, que aparece del brazo de Alberto II en la imagen, tomada el 24 de septiembre de 2021.Cordon Press
En la actualidad, a sus 65 años, Carolina de Mónaco cuida de su familia lejos del ojo mediático. A pesar de que hace apariciones públicas de forma puntual, la madurez le ha dado la tranquilidad que finalmente necesita. Una de las últimas noticias que envuelven su figura tienen que ver con los hijos de su todavía marido, que tratan de convertirla en su aliada. Ernesto Jr, el primogénito del aristócrata, lucha por mantener el control de la casa güelfa ante los desmanes de su padre y le pidió a Carolina que no se divorciara, con el fin de que su marido no pueda volver a casarse, tener más hijos y complicar aún el legado familiar. La princesa monegasca parece haber accedido, de momento, a su petición.Stephane Cardinale (Getty Images)