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Madrid, 1914: una ciudad miserable de chozas, casuchas y cuartelillos

La ciudad quería abrirse a la modernidad, pero estaba cuajada de barrios y de edificios sueltos llenos de miseria. En 1914, el alcalde de Madrid, Luis de Marichalar, manda publicar un informe que había encargado al director del Laboratorio Municipal, el médico higienista César Chicote, que junto a sus técnicos había recorrido los barrios bajos para erradicar, desinfectándolos, las epidemias y dejó constancia en fotografías de la crudeza de aquel Madrid en el que, calculó, más de 52.000 personas vivían en casas de corredor en malas condiciones y otras 10.000 en chozas

“Estas chozas, construidas con barro o materiales rebuscados en los rellenos y con latas para formar el tejado, están habitadas por familias muy numerosas, cuya existencia no es aventurado suponer conste solamente en las casas de socorro, en los hospitales y en el cementerio”, detalla el médico César Chicote en su informe al alcalde de Madrid, Luis de Marichalar.Biblioteca Histórica - Ayuntamiento de Madrid
El barrio de Lozoya, en el distrito de Universidad, presenta en 1914 una terrible tasa de mortalidad anual de 33,59 por cada 1.000 habitantes.Biblioteca Histórica - Ayuntamiento de Madrid
Chimenea de la Fábrica y Escuela de Artes Cerámicas, en el distrito de Moncloa, en la falda de la montaña de Príncipe Pío. La chimenea en forma de tinaja fue construida en 1881 para la cocción de vidrio, pero quedó abandonada cuando la escuela se trasladó a la calle de Fernando el Católico, en Argüelles. Sirvió entonces para albergar a familias sin recursos, okupas de la época. “La carencia de recursos y la imperiosa necesidad de vivir bajo techado obliga también a la gente pobre a apoderarse de toda edificación abandonada, en las que se establecen familias enteras”, deja anotado Chicote.Biblioteca Histórica - Ayuntamiento de Madrid
La tasa de mortalidad del barrio asciende a 24,22 por cada 1.000 habitantes. Detalla el médico que de la zona son características las casas de planta baja, y que la mayoría de ellas tienen un solo retrete para todas las familias.Biblioteca Histórica - Ayuntamiento de Madrid
En esta zona de La Elipa, barrio de traperos que recogían trastos por todo Madrid, vivían trabajadores de los llamados “tejares de don Sixto”.Biblioteca Histórica - Ayuntamiento de Madrid
En comparación a las chozas, las construcciones de esta zona resultan más dignas, pero no escapan de la condición de infravivienda. El barrio es insalubre, según Chicote. La tasa de mortalidad es de 33,16 por cada 1.000 habitantes.Biblioteca Histórica - Ayuntamiento de Madrid
La tasa de mortalidad es de 28,14 por 1.000, la menos mala dentro de los barrios calificados como “insalubres”.Biblioteca Histórica - Ayuntamiento de Madrid
La zona fue humilde hasta bien pasada la Guerra Civil. Junto a Vallecas, es el barrio elegido entonces para hacer encuestas sobre los hábitos nutricionales de las clases obreras, detalla el profesor de investigación del CSIC Rafael Huertas.Biblioteca Histórica - Ayuntamiento de Madrid
El de Chamerí es el primer distrito que se crea con el cambio de siglo, desgajándose del distrito del Hospital. En la imagen, una niña, ajena a la cámara, mira a una pared de su corrala. La mortalidad en el Madrid obrero fue muy alta hasta bien entrado el siglo XX. En cambio, la de las clases pudientes estaba a los mismos niveles que en otros países europeos.Biblioteca Histórica - Ayuntamiento de Madrid
Niños y adultos entre la inmundicia de la calle. La mortalidad por tuberculosis, llamada “la enfermedad de la vivienda” por cómo prosperaba en los entornos mal ventilados, es altísima en la zona: 4,70 por cada 1.000 habitantes.Biblioteca Histórica - Ayuntamiento de Madrid
A la carencia de alcantarillado se unían los numerosos muladares (depósitos de estiércol o basura) y pozos negros. Las epidemias se ceban con el Madrid pobre todo el siglo XIX: cólera, difteria, tuberculosis y gripes merman a la población más humilde.Biblioteca Histórica - Ayuntamiento de Madrid
El actual barrio burgués era en 1914 un barrio insalubre, con una tasa de mortalidad de 33,59 por 1.000.Biblioteca Histórica - Ayuntamiento de Madrid
Uno de los barrios bajos de Madrid, llamados así también porque ocupaban la parte sur de la ciudad, a una cota más baja que el centro. Al fondo, en un promontorio, se aprecia el Palacio Real.Biblioteca Histórica - Ayuntamiento de Madrid
Los arrabales al otro lado del Manzanares, con apariencia de pueblo, contrastan con un Madrid en plena industrialización que crece junto al río.Biblioteca Histórica - Ayuntamiento de Madrid
Los técnicos del Laboratorio Municipal se internan también en el interior de los edificios para dejar constancia de la miseria con que se habitan.Biblioteca Histórica - Ayuntamiento de Madrid
Otro barrio calificado de ‘insalubre’ por César Chicote. La tasa de mortalidad es de 31,79 por 1.000. En contraste, la del Retiro es solo del 19,07.Biblioteca Histórica - Ayuntamiento de Madrid
La zona es una de las peores de Madrid, con una tasa de mortalidad de 37,85. No está muy lejos el Hospital Provincial, en el edificio que ahora ocupa el Museo Reina Sofía. A sus puertas se venden a los pobres las ropas de los enfermos que han muerto, muchos de ellos por males infecciosos.Biblioteca Histórica - Ayuntamiento de Madrid
Aquí las casas presentan un mejor aspecto, pero ocultan la realidad del hacinamiento en el que viven la mayoría de las familias pobres. Calle abajo, la vaguada del arroyo de Embajadores se llenará de chozas infectas a lo largo del siglo XIX.Biblioteca Histórica - Ayuntamiento de Madrid
De ella hace una notación específica Chicote. Dice que han fotografiado el interior de varias casas para que “se pueda juzgar sobre las dificultades que en 1909 se opusieron para combatir con éxito la verdadera epidemia de tifus exantemático que en ella existió”.Biblioteca Histórica - Ayuntamiento de Madrid
La zona sufre el azote de la tuberculosis, de ella mueren cada año 4,58 personas por cada 1.000 habitantes.Biblioteca Histórica - Ayuntamiento de Madrid
Deja anotado Chicote que en ella viven en condiciones de hacinamiento 450 personas.Biblioteca Histórica - Ayuntamiento de Madrid
El médico higienista deja constancia en su informe de las dificultades de acceso a una vivienda de los más pobres: “La escasez de viviendas provoca su carestía y el hacinamiento es consecuencia de una y otra; constituyendo la excesiva mortalidad —que en las casas de vecindad o de corredor alcanza del 30 al 50 por 1.000— el triste final de unos organismos deprimidos por toda clase de privaciones”.Biblioteca Histórica - Ayuntamiento de Madrid