Cartas al director

La valentía de las mujeres

La presión que sentimos las mujeres sobre nuestros cuerpos es estresante; la responsabilidad por llevar el peso de los cuidados y labores domésticas, constante; el esfuerzo por ser respetadas y consideradas en el ámbito profesional, máximo, y la consideración por parte de la sociedad de ser ciudadanas de segunda, permanente. Lo tenemos todo en contra de partida y no nos queda otra que luchar con valentía desde el minuto en que nacemos. Pese a todo esto, caemos en la trampa y compramos el relato de ser el sexo débil a quien se debe tutelar y proteger, cuando en realidad estamos más capacitadas ...

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La presión que sentimos las mujeres sobre nuestros cuerpos es estresante; la responsabilidad por llevar el peso de los cuidados y labores domésticas, constante; el esfuerzo por ser respetadas y consideradas en el ámbito profesional, máximo, y la consideración por parte de la sociedad de ser ciudadanas de segunda, permanente. Lo tenemos todo en contra de partida y no nos queda otra que luchar con valentía desde el minuto en que nacemos. Pese a todo esto, caemos en la trampa y compramos el relato de ser el sexo débil a quien se debe tutelar y proteger, cuando en realidad estamos más capacitadas para hablar de fuerza y resistencia (mental) y valentía. Ese es el relato que debemos contarnos y transmitir a nuestras hijas, y sobre todo a nuestras madres. Y que hubiéramos querido explicar a nuestras abuelas. Más que a nadie, a ellas.

Marta Grijelmo García. Valladolid

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