Unas horas sin redes sociales
El domingo se volvieron a caer Facebook, Instagram y WhatsApp. Solo fueron un par de horas, pero no quiero imaginar qué habrá sido de los millones de personas que se vieron perdidas sin su ración de palmadita en la espalda, manejando la necesidad de sentirse “conectados” y “gustados”. Lo que veis y tocáis son nuestras vidas reales. Nuestras preciadas, finitas y mortales vidas. Y si no estamos pendientes de ellas, los ordenadores y los dispositivos móviles nos distraerán y nos las robarán.
Irantzu Zubiaur
Mungia (Bizkaia)...
El domingo se volvieron a caer Facebook, Instagram y WhatsApp. Solo fueron un par de horas, pero no quiero imaginar qué habrá sido de los millones de personas que se vieron perdidas sin su ración de palmadita en la espalda, manejando la necesidad de sentirse “conectados” y “gustados”. Lo que veis y tocáis son nuestras vidas reales. Nuestras preciadas, finitas y mortales vidas. Y si no estamos pendientes de ellas, los ordenadores y los dispositivos móviles nos distraerán y nos las robarán.
Irantzu Zubiaur
Mungia (Bizkaia)