¿Quién conduce la sociedad?
La última edición del Salón del Automóvil de Ginebra congregó a más de 600.000 apasionados del motor. Esa cifra esconde una realidad perniciosa: en el Salón, las mujeres brillamos en las pantallas publicitarias pero en la práctica estamos ausentes, relegadas a un papel secundario de copiloto o azafata sonriente. He trabajado allí haciendo encuestas a cientos de visitantes; con independencia de su nacionalidad, edad o clase social, el resultado es una mayoría de hombres cuyas miradas relucen ante la sola perspectiva de un coche, una máquina con peligrosas connotaciones de poder. En estos tiempo...
La última edición del Salón del Automóvil de Ginebra congregó a más de 600.000 apasionados del motor. Esa cifra esconde una realidad perniciosa: en el Salón, las mujeres brillamos en las pantallas publicitarias pero en la práctica estamos ausentes, relegadas a un papel secundario de copiloto o azafata sonriente. He trabajado allí haciendo encuestas a cientos de visitantes; con independencia de su nacionalidad, edad o clase social, el resultado es una mayoría de hombres cuyas miradas relucen ante la sola perspectiva de un coche, una máquina con peligrosas connotaciones de poder. En estos tiempos en los que se busca respirar igualdad, me pregunto quién conduce realmente la sociedad, y hacia dónde.
Irene Praga Guerro
Ginebra (Suiza)