Cartas al director

Añoranza de parlamentarismo

Siempre me ha llamado la atención el aspecto del Parlamento británico. Diputados de diferentes grupos sentados en verdes bancadas corridas, con un espacio entre ellos que podría invadir la distancia mínima interpersonal, y escuchando atentamente al que diserta apoyado sobre una ornamentada caja de madera. La ausencia de escritorios, de otros medios técnicos como ordenadores o incluso la de papeles, sugiere que la atención al parlamentario en turno de palabra es máxima. El conocimiento de que esto ha sido así desde el siglo XIV le ofrece a la Cámara de los Comunes cier...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Siempre me ha llamado la atención el aspecto del Parlamento británico. Diputados de diferentes grupos sentados en verdes bancadas corridas, con un espacio entre ellos que podría invadir la distancia mínima interpersonal, y escuchando atentamente al que diserta apoyado sobre una ornamentada caja de madera. La ausencia de escritorios, de otros medios técnicos como ordenadores o incluso la de papeles, sugiere que la atención al parlamentario en turno de palabra es máxima. El conocimiento de que esto ha sido así desde el siglo XIV le ofrece a la Cámara de los Comunes cierto aire respetuoso. Independientemente del futuro de Theresa May y del devenir del Brexit, no me imagino tal grado de parlamentarismo en el Congreso de los Diputados de la Carrera de San Jerónimo, donde una vista cenital del hemiciclo pondría en evidencia a más de uno de nuestros representantes públicos. Y es que el parlamentarismo, entendido como el sistema político mediante el que se controla la actuación del Gobierno y se elaboran, reforman y aprueban las leyes, hace tiempo que por nuestros lares brilla por su ausencia.

Luis Alberto Rodríguez Arroyo, S. Tomás de las Ollas (León). 

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En