Cartas al director

Mi homenaje a Stan Lee

Stan Lee, el tipo de cuya mente surgieron nuestros más poderosos y a la vez más humanos héroes, nos ha dejado. Su gran legado es el universo que creó. Mundos donde “los raritos de la clase” nos refugiábamos cuando las cosas se ponían feas en nuestro propio mundo y los “matones” de la clase se convertían en nuestros “Seis Siniestros” particulares. El Tío Stan nos mostró que los flojos, los raros, los inadaptados también podíamos ser héroes. Al final encajar estaba sobrestimado. Él ganó la batalla para nosotros, porque las palabras sí pueden cambiar el mundo. La partida del maestro resu...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Stan Lee, el tipo de cuya mente surgieron nuestros más poderosos y a la vez más humanos héroes, nos ha dejado. Su gran legado es el universo que creó. Mundos donde “los raritos de la clase” nos refugiábamos cuando las cosas se ponían feas en nuestro propio mundo y los “matones” de la clase se convertían en nuestros “Seis Siniestros” particulares. El Tío Stan nos mostró que los flojos, los raros, los inadaptados también podíamos ser héroes. Al final encajar estaba sobrestimado. Él ganó la batalla para nosotros, porque las palabras sí pueden cambiar el mundo. La partida del maestro resulta muy dolorosa para todos los niños que pasamos nuestras infancias luchando contra el mal en aquellos universos a los que, a día de hoy, volvemos para intentar levantar el martillo de Thor. Ahora, el mejor homenaje que puedo ofrecerle es esperar. Aguardar delante de mis estanterías, repletas de su legado, el día en que mis dos superhéroes de la vida real, mis sobrinos Eliot y Bastian, eleven la vista y me pregunten quiénes son esos señores encapuchados que los saludan desde las baldas. Si han salido a su tío, Odín sabe que van a disfrutarlo.

Israel Box Hernández

Archena (Murcia)

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En