‘Las kellys’

Se hacen llamar así, un vocablo resultado de un juego de palabras: “las que limpian”. Es una palabra con personalidad, con fuerza, con decisión. Una palabra que describe perfectamente a todas las mujeres que trabajan en el sector de la limpieza, más concretamente las que trabajan como camareras de piso-hoteles. El motivo de esta carta no es otro que poner en valor el trabajo invisible de tantas y tantas mujeres que se dejan la piel cada día para que otras personas puedan disfrutar de espacios limpios y ordenados. No hay nada que pueda tener una buena imagen y ser bien considerado si no hay una...

Se hacen llamar así, un vocablo resultado de un juego de palabras: “las que limpian”. Es una palabra con personalidad, con fuerza, con decisión. Una palabra que describe perfectamente a todas las mujeres que trabajan en el sector de la limpieza, más concretamente las que trabajan como camareras de piso-hoteles. El motivo de esta carta no es otro que poner en valor el trabajo invisible de tantas y tantas mujeres que se dejan la piel cada día para que otras personas puedan disfrutar de espacios limpios y ordenados. No hay nada que pueda tener una buena imagen y ser bien considerado si no hay una buena limpieza. Así que ya está bien de desmerecer a todo un gremio de personas, ya está bien de explotarlas y de pedirles que limpien más habitaciones en menos tiempo, de pagarles lo que les pagan y de faltarles al respeto. Me gustaría saber cuántos turistas que pasan las vacaciones en hoteles agradecen personalmente el trabajo a las limpiadoras. Cuantos directivos, jefes o dueños de establecimientos, al final de la semana, les dicen: “Gracias por vuestro trabajo”.— Yolanda Cardona Costa. Sant Jordi (Ibiza).