Saque al perro del coche en verano porque puede morir

Un entrenador canino se encierra en un automóvil en Holanda para demostrar los peligros de dejar a la mascota dentro en días de calor

El holandés Arvid van Putten, a punto de desmayarse por el calor dentro del coche durante la prueba. La foto es de su página de Facebook.

Perros al sol puede parecer el título de una película, pero solo es el error cometido por algunos de sus dueños cuando los dejan encerrados en el coche en días calurosos. Dado que, según los expertos, la temperatura natural de los canes oscila entre los 38,5 y 39,5 grados centígrados, y que solo sudan a través de las almohadillas de las patas, los golpes de calor pueden ser fatales en poco tiempo. Cerca ya del verano (oficialmente, el próximo 21 de junio) el holandés Arvid van Putten, un entrenador canino, ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Perros al sol puede parecer el título de una película, pero solo es el error cometido por algunos de sus dueños cuando los dejan encerrados en el coche en días calurosos. Dado que, según los expertos, la temperatura natural de los canes oscila entre los 38,5 y 39,5 grados centígrados, y que solo sudan a través de las almohadillas de las patas, los golpes de calor pueden ser fatales en poco tiempo. Cerca ya del verano (oficialmente, el próximo 21 de junio) el holandés Arvid van Putten, un entrenador canino, se ha metido en un auto para ilustrar el peligro que corren las mascotas. Vigilado por un paramédico, ha salido antes de desmayarse. Solo había pasado media hora, pero mientras fuera el termómetro marcaba 26 grados, dentro rondó los 45.

Encerrado en la parte trasera del vehículo, llevaba puesta una sudadera para emular el pelo que los perros no pueden quitarse, y se echó sobre una manta de algodón. Estacionado en un aparcamiento sin sombra, cercano a la playa, y con las ventanillas subidas, lo primero que notó fue “dificultad para moverme”, cuenta en el vídeo. En todo momento, se dirige a la cámara, instalada dentro para filmar su reacción.

A los 30 minutos, más o menos, la temperatura interior marcaba casi 45 grados. Él por su parte, notaba “como si alguien me sujetara la cabeza con ambas manos haciendo presión”. Para entonces, le costaba hablar, su respiración era entrecortada y empezó a marearse. El vídeo se apagó por culpa del calor. En ese momento, y después de babear y vomitar, “el perro habría muerto”, según la agrupación de animales de compañía Lifestyle for Pets, y la Asociación Protectora de Animales, patrocinadores del experimento.

Van Putten fue sacado con cuidado del coche para evitar que sufriera lesiones irreparables. Empapado, congestionado y con falta de equilibrio, admitió su sorpresa. “Creí que duraría más ahí dentro. Ojalá que el mensaje sea claro: saque al perro del coche”, pide.

En noviembre de 2017, casi 52.000 personas elevaron en Holanda una petición al Congreso para que endureciera las multas impuestas a los dueños de perros metidos en coches. Ahora llegan a los 340 euros. Poco antes, la ciudad de Emmen (al noreste del país) colocó la primera señal recordando a los automovilistas que los animales no deben quedarse en los autos. La Protectora de animales, por su parte, explica en su página de web que la falta de oxígeno no causa la muerte del animal. Perece “porque el cerebro no aguanta el calor”. Por ello, desaconseja asimismo que corran o jueguen fuera cuando hace mucho calor.

Más información

Archivado En