Cartas al director

Acoso escolar, ¡basta ya!

Censurados mis pensamientos por encima de mi moral, acatando los convencionalismos de esta, nuestra sociedad, he aprendido a “pisar antes de que me pisen”. Acoso escolar, en boca de todos cuando escuchamos alguna noticia desoladora, pero censurado cuando sucede día a día en el patio de un colegio. Hipócritas nosotros, que criticamos esta conducta desde la lejanía pero no somos capaces de verlo a nuestro alrededor, porque si alguien es marginado es porque es raro, si nos reímos de algo y nos preguntan de qué contestamos pícaros: “No te preocupes, nos reímos contigo, no de ti”. Lo reconozco, soy...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Censurados mis pensamientos por encima de mi moral, acatando los convencionalismos de esta, nuestra sociedad, he aprendido a “pisar antes de que me pisen”. Acoso escolar, en boca de todos cuando escuchamos alguna noticia desoladora, pero censurado cuando sucede día a día en el patio de un colegio. Hipócritas nosotros, que criticamos esta conducta desde la lejanía pero no somos capaces de verlo a nuestro alrededor, porque si alguien es marginado es porque es raro, si nos reímos de algo y nos preguntan de qué contestamos pícaros: “No te preocupes, nos reímos contigo, no de ti”. Lo reconozco, soy muy hipócrita, tengo 17 años y ya he acabado mi etapa escolar. Sinceramente, mentiría si dijera que nunca he presenciado acoso escolar, que nunca he notado como alguien quedaba oprimido, censurado. Y mentiría si dijese que en todas esas ocasiones he intervenido censurando al que oprime. Ahora sé que no hice bien, pero quizás esté haciendo un favor a alguien en un futuro haciéndotelo saber. Tenemos un día para todo, miento, para todo no; solo para aquello que no hemos logrado conseguir; tenemos un día para el acoso escolar, ¡basta ya!— Ana Cuadrado Gómez. El Ejido (Almería).

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En