Arrendatarios sin voz

Se está produciendo un movimiento silencioso de expulsión de los arrendatarios de viviendas, bien para venderlas o bien para obtener mayores rentas de las mismas. Está ocurriendo en grandes ciudades y ahora de forma notable en sus municipios periféricos. Propietarios que en la anterior fase expansiva compraron viviendas y quedaron atrapados en su inversión, ahora pretenden desalojar a sus inquilinos porque ven opciones de recuperar parte o toda su inversión. En mi caso, el propietario, al no querer abandonar la que es mi residencia y en la que he invertido mucho tiempo y dinero, amenaza con de...

Se está produciendo un movimiento silencioso de expulsión de los arrendatarios de viviendas, bien para venderlas o bien para obtener mayores rentas de las mismas. Está ocurriendo en grandes ciudades y ahora de forma notable en sus municipios periféricos. Propietarios que en la anterior fase expansiva compraron viviendas y quedaron atrapados en su inversión, ahora pretenden desalojar a sus inquilinos porque ven opciones de recuperar parte o toda su inversión. En mi caso, el propietario, al no querer abandonar la que es mi residencia y en la que he invertido mucho tiempo y dinero, amenaza con desalojarme con el pretexto de necesitar la vivienda para sí, mientras me manifiesta que lo hace para poder venderla. La carestía de la vivienda nos lleva a muchos al alquiler. ¿Quién protege a los arrendatarios y quién hace cumplir los contratos firmados libremente? Yo no sé si podré seguir cumpliendo el contrato firmado ante la manipulación y fraude que amenaza con cometer el propietario. Necesitamos voz y acción.— Francisco Javier Calero Hidalgo de Torralba. Talamanca de Jarama (Madrid).