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Y luego critican a Sergio Ramos: once veces en las que Neymar ha dado aún más la nota

El brasileño tiene un historial de tropiezos tan abultado como el bravo defensa del Madrid

Neymar demuestra que no le tiene miedo a nada. Ni al frío ni al desnudo ni a desafiar al escarnio público posando para Mario Testino solo unas semanas después de que el fotógrafo fuera acusado de acoso sexual. Mientras revistas como 'Vogue' han asegurado que no volverán a trabajar con Testino, el futbolista presume del resultado de la sesión en su Instagram.
Cada vez que Sergio Ramos innova con sus estilismos sube el pan, cuando no le acusan de ir disfrazado. Pero si Neymar se disfraza, se disfraza con todas las de la ley. Al atuendo de Joker que llevó en Carnaval (en la imagen) no le falta detalle: pelo verde, cara pintada de blanco, dos cadenas que podrían retener a un camión... ¿Qué dicen sus fans? "¡Cuánta creatividad!".
¿Qué pasaría si Cristiano Ronaldo o Messi subieran una foto bebiendo vino? El alcohol, el tabaco y la jarana en general no dan buena imagen dentro del deporte de élite. Sin embargo, Neymar, una vez más, desafía lo políticamente correcto mostrando a sus 89 millones de seguidores que él cena con vino. Por cierto, la botella, un Vega Sicilia de 1976 cuesta 985 euros.
He aquí a Neymar haciendo amigos. Todo correcto si no llega a ser porque posa con quizá los dos deportistas más despreciados de los últimos años. El golfista Tiger Woods (1975, EE UU), a la izquierda, ha sido detenido por conducir ebrio en varias ocasiones, se ha gastado miles de dólares en prostitutas de lujo y ha engañado reiteradamente, por su diagnosticada adicción al sexo, a su mujer y a su familia. De ser número uno del golf ha pasado al fango. A la derecha, el futbolista posa con el boxeador Floyd Mayweather (1977, EE UU), experto en indignar a todo el mundo a golpe de exhibir su opulencia. Solo hay que echar un vistazo a su Instagram para subirse por las paredes.
Dejando a un lado el conjunto de sobrero y bañador, solo apto para aquellas personas con mucha seguridad en sí mismas o para menores de cuatro años, el jugador del Paris Saint Germain aparece haciendo algo muy criticado en los últimos meses: 'manspreading' (despatarre masculino). Gesto que a su novia, la modelo brasileña Bruna Marquezine (1995, Río de Janeiro), tumbada en la hamaca con él, no parece molestarle. La pareja se separó en verano, pero ya están juntos otra vez. De momento no tienen hijos juntos. Neymar sí es padre de una relación anterior con su primera novia, la brasileña Carolina Dantas. El niño se llama Lucca y tiene 7 años.
Si te pones una chaqueta, unos pantalones y unas zapatillas del mismo color no vas conjuntado, vas vestido de azafato. Si, además, haces juego con el color de las bolas del árbol de Navidad vas vestido de azafato de un centro comercial en plan campaña navideña. Un oficio muy digno, pero no queda claro que este fuera el efecto que buscaba Neymar.
Neymar pertenece a esa estirpe de jóvenes jugadores de fútbol inaugurada por Cristiano Ronaldo que apuestan por estilismos ostentosos e inexplicables. Esta imagen de Mario Testino (que fue portada de la revista masculina 'Man about town') recibió cientos de comentarios críticos por la presencia de pieles de animales. "Es alguien con millones de seguidores podría usar su fama y fortuna para otra cosa en vez de promocionar el uso de pieles de animales que sufren", se podía leer en uno los decenas de indignados comentarios.
Algo que Neymar ha dejado claro es que su pericia en el campo de fútbol no se replica en el armario a la hora de mezclar tendencias. Esta mezcolanza de 'looks' (peinado de adolescente, gafas de bibliotecario, americana de animador de casino, vaqueros pitillo, zapatillas de deporte) llama la atención incluso en ese encuadre, en el que ninguno de sus cinco compañeros destacan, precisamente, por su elegancia. Sí, el más estrafalario es Dani Alves y el más discreto es Messi.
Parece que hay personas que se hacen pasar por Neymar y envían mensajes en su nombre a gente de su círculo o a representantes artísticos de otras celebridades. En esta imagen, el futbolista intentó desenmascarar a algunos de ellos denunciando esta práctica, exponiendo sus teléfonos y alertando a la gente de que no confíe en estos mensajes. Lo más curioso es pensar en cómo alguien que trabaja en la industria del deporte o el entretenimiento podría creerse que el propio Neymar, rodeado de un ejército de asistentes, iba a escribir mensajes a través de WhatsApp para pedir datos personales de terceros.
La imagen del futbolista en ropa interior y posando sobre la nieve no fue polémica por su contenido (aunque este sea llamativo), sino por su significado y posibles consecuencias: cuando publicó esta foto, el jugador estaba a pocos días de enfrentarse con su equipo (el Paris Saint Germain) al Real Madrid en los octavos de final de la Champions. Muchos aficionados lo criticaron por exponerse a un resfriado y poner así en juego su participación y los resultados del partido. Pese a esa controversia, la foto es una de las que tiene más "me gusta" en su Instagram: casi alcanza los cinco millones.