Cartas al director

“Unos buenos hijos”

Así definía hace unos días el abogado de La Manada a sus defendidos: “Unos chavales extraordinarios”, define ahora el padre de un futbolista de la Arandina a los tres miembros del equipo denunciados por agresión sexual a una menor. No sé si los integrantes de La Manada son unos buenos hijos ni el concepto que de tales tiene el abogado en cuestión, ni sé qué entiende el referido padre por “chavales extraordinarios”. Lo que sí está claro es que más nos valdría a todos, y en especial a todas, que los unos y los otros fueran “unos hijos buenos” y unos “chavales ordinarios”, porque las personas bue...

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Así definía hace unos días el abogado de La Manada a sus defendidos: “Unos chavales extraordinarios”, define ahora el padre de un futbolista de la Arandina a los tres miembros del equipo denunciados por agresión sexual a una menor. No sé si los integrantes de La Manada son unos buenos hijos ni el concepto que de tales tiene el abogado en cuestión, ni sé qué entiende el referido padre por “chavales extraordinarios”. Lo que sí está claro es que más nos valdría a todos, y en especial a todas, que los unos y los otros fueran “unos hijos buenos” y unos “chavales ordinarios”, porque las personas buenas y los chavales ordinarios no van por la vida cometiendo tropelías.— Paloma Nicolás Muñiz. Madrid.

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