El techo de hormigón
Hace unos días vi la noticia de la entrega de las estrellas Michelin. Mi madre, distraída, comentó que había más hombres que mujeres trabajando en la cocina. Y la verdad es que no. Pero las mujeres no llegamos a la alta cocina, ni a muchos puestos destacados en la mayoría de profesiones. Es lo que llaman techo de cristal, pero yo le llamaría de hormigón. Cuando hablamos de violencia machista parece que nos reduzcamos a la física, verbal o sexual, pero hay mucho más. E igual que mi madre no se dio cuenta en ese momento, normalmente, no lo vemos. Está ahí, es un hecho que pocas mujeres llegan a ...
Hace unos días vi la noticia de la entrega de las estrellas Michelin. Mi madre, distraída, comentó que había más hombres que mujeres trabajando en la cocina. Y la verdad es que no. Pero las mujeres no llegamos a la alta cocina, ni a muchos puestos destacados en la mayoría de profesiones. Es lo que llaman techo de cristal, pero yo le llamaría de hormigón. Cuando hablamos de violencia machista parece que nos reduzcamos a la física, verbal o sexual, pero hay mucho más. E igual que mi madre no se dio cuenta en ese momento, normalmente, no lo vemos. Está ahí, es un hecho que pocas mujeres llegan a grandes dirigentes, ni a grandes cargos, pese a que tengan los méritos. Cuando luchamos contra la violencia machista, tenemos que acabar con estas cosas. Y también con la brecha salarial.— Andrea Castillo Borrallo. Sant Boi de Llobregat (Barcelona).