El perro de Macron, grabado orinando en plena reunión con sus ministros

"Has desencadenado en mi perro un comportamiento totalmente inusual ", dice riendo el presidente a uno de sus colaboradores

'Nemo', meando en la chimenea entre las risas de Macron y de sus ministros.Vídeo: TF1-LCI

En agosto, Emmanuel y Brigitte Macron adoptaron un perro de una protectora al que llamaron Nemo y que se convirtió en la nueva estrella del palacio presidencial francés. El animal, un labrador negro cruzado con grifón de casi dos años, apareció en todos los noticieros porque al poco de llegar a su nuevo hogar ya estaba recibiendo a los asistentes a una minicumbre migratoria. Ahora, se vuelve a hablar de la mascota: ha sido pill...

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En agosto, Emmanuel y Brigitte Macron adoptaron un perro de una protectora al que llamaron Nemo y que se convirtió en la nueva estrella del palacio presidencial francés. El animal, un labrador negro cruzado con grifón de casi dos años, apareció en todos los noticieros porque al poco de llegar a su nuevo hogar ya estaba recibiendo a los asistentes a una minicumbre migratoria. Ahora, se vuelve a hablar de la mascota: ha sido pillado in fraganti orinando en su despacho del Elíseo mientras el presidente francés despachaba con varios de sus ministros. La escena la estaban grabando, además, los canales TF1 y LCI.

Según cuenta el diario Le Parisien, el pipi de Nemo interrumpió la reunión sobre inversiones que estaba manteniendo en su despacho Macron con Benjamin Griveaux, ministro de Economía y Finanzas; Julien Denormandie, de Cohesión Territorial; y Brune Poirson, de Ecología. Mientras los dos primeros ministros rompen a reír, Poirson se interrumpe a sí mismo y se da media vuelta: "Me dije a mí mismo: ¿pero qué es este ruido?". El ruido era Nemo meando nada menos que contra una dorada chimenea del palacio, que data del siglo XVIII. 

Macron dice que su mascota acaba de hacer "algo bastante excepcional". "¿Pasa a menudo?" pregunta Julien Denormandie. "No. Has desencadenado en mi perro un comportamiento totalmente inusual ", responde riendo el presidente, que intenta continuar la reunión mientras limpian la orina del perro.

Casi todos los presidentes franceses de la V República han tenido un labrador y Macron, que nunca había tenido perro, no quería ser menos. Pero el suyo es el primero procedente de una perrera y mestizo. Hasta que fue adoptado, se llamaba Marin y vivía en un refugio de la Sociedad Protectora de Animales en Tulle, en el centro-sur del país y su nombre fue elegido por el propio presidente en honor del capitán Nemo de la novela de Julio Verne Veinte mil leguas de viaje submarino que tanto le gusta.

Nemo sucede a Philae, la perra labrador que Hollande recibió como regalo en 2014 de la Federación de Antiguos Combatientes de Montreal y que sigue al lado del ya expresidente francés. Al igual que en Estados Unidos, la presencia canina en el Elíseo es también una tradición y han sido una constante fuente de anécdotas, aunque no siempre para bien. En 2012, se reveló que las mascotas de Nicolas Sarkozy (2007-2102) y Carla Bruni, habían “vandalizado” los muebles y las alfombras estilo imperial del Salón de Plata del Elíseo, cuya restauración costó más de 6.000 euros. 

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