La realidad solo se ve en un Samsung QLED
Los nuevos televisores con tecnología Quantum Dot ofrecen niveles de nitidez y cromatismo con los que solo puede competir la naturaleza
La tecnología QLED llega de la mano de Samsung para cambiar nuestra manera de ver nuestro contenido favorito en el televisor. Esta tecnología consta de Quantum Dot que, protegidos por cuatro capas metálicas, alcanzan niveles de nitidez hasta ahora desconocidos y una viveza cromática insuperable: nada más y nada menos que mil millones de colores (los que solo puede ofrecer, además de este televisor, la propia naturaleza en directo) y con todas las tonalidades posibles según incide la luz. La realidad nunca hasta ahora había sido tan real en ningún televisor. Tampoco importa si el cuarto está mu...
La tecnología QLED llega de la mano de Samsung para cambiar nuestra manera de ver nuestro contenido favorito en el televisor. Esta tecnología consta de Quantum Dot que, protegidos por cuatro capas metálicas, alcanzan niveles de nitidez hasta ahora desconocidos y una viveza cromática insuperable: nada más y nada menos que mil millones de colores (los que solo puede ofrecer, además de este televisor, la propia naturaleza en directo) y con todas las tonalidades posibles según incide la luz. La realidad nunca hasta ahora había sido tan real en ningún televisor. Tampoco importa si el cuarto está muy iluminado o demasiado oscuro, la imagen es siempre impecable. Y, además, como los materiales son inorgánicos, no hay desgaste. La misma calidad se mantiene sin degradarse durante años y años y desde cualquier ángulo, porque la calidad de la imagen se percibe exactamente igual desde todas las perspectivas. El televisor Samsung QLED está pensado para disfrutar en compañía, de películas, series y el mejor fútbol. Y si lo que queremos es tener un salón de videojuegos, basta con conectar el mando de la consola para disfrutar en alta resolución. Curvos o planos, los QLED son televisores de diseño, confeccionados en metal, con una fina línea que les dota de una indudable elegancia. Pueden colocarse en la pared, lo que da al salón un toque minimalista, o sobre la peana Studio como si fuese una obra de arte sobre un caballete. Porque ver la televisión no está reñido con el estilo.