15 fotos

Así entrena un luchador de sumo

El fotógrafo de la agencia Reuter, Issei Kato, accede a la intimidad de uno de los centros de entrenamiento de este milenario deporte japonés

Los luchadores llevan una dieta estricta de 8.000 calorías, dos sesiones de entrenamiento diario y duermen con máscara de oxígeno. En la imagen, el luchador de sumo Kaiho.ISSEI KATO (REUTERS)
Los luchadores pasan tres horas de entrenamiento matinal practicando las tomas reglamentarias de este deporte de 15 siglos de historia, en el que el primero que cae o sale de la lona pierde. Luchadores durante uno sesión de entrenamiento.ISSEI KATO (REUTERS)
En la imagen un mawashi, el tradicional cinturón que visten los luchadores de sumo hecho de seda. Mide aproximadamente 9 metros desenrollado, cerca de 60 cm de ancho y pesa aproximadamente cuatro kilos.ISSEI KATO (REUTERS)
Kainoryu juega con los niños de una guardería en el templo donde entrenan.ISSEI KATO (REUTERS)
EL luchador de sumo nacido en Brasil Kaisei (i) y el luchador mongol Kyokushuho se vendan las piernas antes de un entrenamiento.ISSEI KATO (REUTERS)
Residentes locales observan un entrenamiento en el templo Ganjoji Yakushido de Nagoya (Japón).ISSEI KATO (REUTERS)
El mongol Kyokushuho recibe una sesión con el peluquero tras su entrenamiento.ISSEI KATO (REUTERS)
Un grupo de luchadores hace una pausa durante el entrenamiento para comer en la sala principal del templo Ganjoji Yakushido donde se preparan para el torneo Nagoya Grand Sumo.ISSEI KATO (REUTERS)
Kaiho, frente a su primera comida diaria.ISSEI KATO (REUTERS)
Una olla contien 'Chanko nabe', un plato típico de pie de cerdo, sardinas fritas, arroz y un potaje especial ultracalórico.ISSEI KATO (REUTERS)
Un luchador permanece en el ring mientras se prepara para un entrenamiento.ISSEI KATO (REUTERS)
El sumo Kyokuhozan hace un descanso durante uno de los entrenamientos de preparación para el torneo Nagoya Grand Sumo.ISSEI KATO (REUTERS)
El luchador Tomozuna Oyakata firma autógrafos a unas fans.ISSEI KATO (REUTERS)
Luchadores de sumo duermen utilizando una máscara de oxígeno en la sala principal del templo Ganjoji Yakushido en Nagoya (Japón).ISSEI KATO (REUTERS)
Kainishiki, regresa a casa tras un día de trabajo.ISSEI KATO (REUTERS)