Partidos-roca

Podemos y PSOE han optado por cementar la unidad del aparato con direcciones más compactas ideológicamente

El Secretario General del PSOE, Pedro Sánchez durante el mitin de cierre de campaña del Congreso Nacional del PSOE.CARLOS ROSILLO

Theresa May convocó elecciones para ganar una batalla interna. Su apuesta fracasó en el peor momento, pues el debilitamiento del liderazgo de May es un lastre adicional en las negociaciones con la Unión Europea que han comenzado esta semana. Un reto de tal magnitud solo puede abordarse con éxito si el partido goza de una unidad interna dura y compacta como una roca.

No solo los grandes procesos de negociación hacen más necesaria la estructura de partidos roca. También la fragmentación del sistema de partidos, como ocurre ahora en España. Para comprenderlo, sirve comparar este escenario ...

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Theresa May convocó elecciones para ganar una batalla interna. Su apuesta fracasó en el peor momento, pues el debilitamiento del liderazgo de May es un lastre adicional en las negociaciones con la Unión Europea que han comenzado esta semana. Un reto de tal magnitud solo puede abordarse con éxito si el partido goza de una unidad interna dura y compacta como una roca.

No solo los grandes procesos de negociación hacen más necesaria la estructura de partidos roca. También la fragmentación del sistema de partidos, como ocurre ahora en España. Para comprenderlo, sirve comparar este escenario con uno bipartidista. En un sistema con dos grandes partidos, estos apelan necesariamente a coaliciones de intereses heterogéneos y a amplios sectores del electorado. El cemento que une esa diversidad es esencialmente la victoria. Si ganan, la mayoría permite gobernar con independencia suficiente para compensar la diversidad de apoyos.

En cambio, en un sistema más concurrido por la aparición de nuevos partidos, el espacio ideológico de cada formación se estrecha. A poco que muevan su posición se toparán con un competidor a la izquierda, a la derecha o a ambos lados. La unidad interna se vuelve más necesaria, porque sin ella es más difícil asumir los compromisos y concesiones que conlleva pactar con otras formaciones para formar Gobierno o aprobar leyes. ¿Cuál es el cemento de la unidad en este escenario sin mayorías electorales?

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En España, Podemos y PSOE han optado por cementar la unidad del aparato con direcciones más compactas ideológicamente. Sus congresos se han clausurado con ejecutivas fuertemente controladas por el líder y con un peso menor o inexistente de los sectores perdedores. Una dirección más homogénea otorga mayor capacidad de maniobra en las decisiones a la hora de definir alianzas y pactos con otras formaciones. Son aparatos seguramente mejor preparados para pactar y manejar un escenario con pluralidad de partidos que para aumentar la pluralidad de sus votantes. Pero en un escenario como el actual, lo primero parece el camino más corto hacia el Gobierno. @sandraleon_

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