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La vuelta al mundo en 14 formas diferentes de protestar

Los árabes toman las plazas, los anglosajones se hacen los ingeniosos con las pancartas, los argentinos sacan las cazuelas...

Aunque los primeros cacerolazos sonaron en Argelia en los sesenta y se trasladaron a Chile en los setenta, fue en la época de Menem, allá por 1996, que se hicieron conocidos en medio mundo. Los argentinos salieron a la calle a hacer ruido con las cacerolas para simbolizar que no tenían nada que llevar a sus platos.Pepe Medina
“Yes, we camp”, era uno de los lemas del 15-M. Los últimos integrantes de las protestas de ese 15 de mayo de 2011 fueron desalojados de la Puerta del Sol por la policía. La noche siguiente volvieron con sus amigos y tiendas de campaña. Ahí se quedaron. Luego les copiaron Occupy Wall Street (Nueva York) y Nuit Debout (París).Pepe Medina
“No hay pan para tanto chorizo”, el lema es español, pero portar un letrero hecho con medios caseros es algo importado. El individualismo reina en el mundo anglosajón de las protestas. Cada uno lleva su cartel, a veces una cartulina pegada a un palo, otras un simple cartón rasgado. El ingenio se multiplica.Pepe Medina
La mayoría negra en tiempos del 'apartheid' se manifestaba corriendo. La protesta era un gran pelotón. Una estampida ordenada. Daban saltitos de júbilo mientras lanzaban proclamas con el puño en alto. En 1976, los estudiantes de Soweto inundaron las calles por la imposición del Afrikaans en las escuelas. La Policía del opresor Gobierno blanco respondió con violencia. Hubo 176 muertos.Pepe Medina
Si una institución pública se ve amenazada, mejor protegerla. Los italianos forman un círculo humano como si estuvieran jugando al corro de la patata y cercan lugares, no para asediarlos sino para defenderlos de los gobernantes. El movimiento nació en 2002 en Milán, durante una manifestación frente al Palacio de Justicia.Pepe Medina
En Seattle, en 1999, el movimiento antiglobalización boicoteó una cumbre de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Los manifestantes, movidos por sus ideales, la tomaron con tiendas de Nike y Starbucks. En 2011, Londres ardía tras la muerte de un hombre a manos de la policía. Hordas de encapuchados vieron justificado el saqueo de tiendas de ropa de marca, electrónica y videojuegos. Las librerías salieron indemnes. En 2016, la marca de moda Carhartt lanzó un libro que describe su relación con la cultura callejera. Incluye una foto del saqueo de su tienda en el londinense Hackney.Pepe Medina
En las protestas en contra de Israel o de EE UU, los iranís ondeaban banderas de su país y pancartas con la cara del ayatolá Jomeini. La manera de protestar contra otro Estado es ensalzar el suyo propio. Los argentinos, que también son muy sentidos, enarbolan su bandera nacional para protestar contra los gobernantes que quieren destruir el país al que aman.Pepe Medina
En 2011, las multitudes tomaron plazas como Tahrir (liberación) en El Cairo, o la avenida Bourguiba, en Túnez, lugares con gran carga nacionalista. La multitud protestaba contra los gobernantes como si hubieran colonizado el país. El gran precedente de todo esto tuvo lugar en 1969, en Estambul, cuando 150 militantes izquierdistas fueron heridos en el célebre Domingo Sangriento.Pepe Medina
En 1960, cuatro hombres negros pidieron un café en un mostrador sólo para blancos en el supermercado Woolworth. El camarero se negó a servirles y ellos se sentaron en los taburetes hasta que lo hizo. Consiguieron que esta tienda de Carolina del Norte eliminara la segregación racial. Hoy acoge el Museo de los Derechos Civiles. Ya antes Gandhi logró la independencia de India con toda la calma.Pepe Medina
Habíamos visto a japoneses protegerse del sol con delicadas sombrillas. Lo que no sabíamos hasta hace poco es que los manifestantes de Hong Kong se defendían del gas lacrimógeno con paraguas. Fue en las protestas de 2014, que se originaron en repulsa a las reformas electorales propuestas por China para la antigua colonia inglesa. Lo que comenzó como un escudo derivó en un símbolo. El 'umbrella movement'.Pepe Medina
Velas, que no antorchas, era la simbólica arma que portaba el millón de manifestantes que pedía la dimisión de la presidenta surcoreana Park Geun-hye el año pasado. El juicio político surcoreano aún está en el aire. Donde sí lograron su objetivo fue en Bratislava, Eslovaquia: 5.000 católicos marcharon en 1988 contra el régimen comunista en una velada... con velas.Pepe Medina
Como si fuera un 'flashmob', en 1995, un millón de hombres afroamericanos de todas partes de EE UU se subían al autobús rumbo al Capitolio. Era la Marcha del Millón de Hombres. El cineasta Spike Lee lo recogió en la película 'Get on the bus'. Dos años más tarde ellas organizaron su propia Marcha del Millón de Mujeres. Se había creado una marca. Le siguió la Marcha del Millón de Madres, la del Millón de Trabajadores y hasta la del Millón de Marionetas, aunque solo asistieran 1.500 personas. El millón se había perdido por el camino.Pepe Medina
Una ofensa en la cultura islámica. El zapato pisa el suelo y en el suelo hay suciedad. Significa lanzarle esa mierda a alguien. Un periodista iraquí se lo tiró a George W. Bush. Y David Fernández, político de la CUP, occidentalizó el acto. Le enseñó la sandalia a Rodrigo Rato en el Parlament. Como esa madre que se quita la zapatilla, no hace falta ni que la lance.Pepe Medina