El nuevo héroe de acción es talludito

El anuncio de una quinta entrega de la saga protagonizada por Indiana Jones, arqueólogo y aventurero, ha sacudido las almas cinéfilas. Pocos personajes rezuman tanto carisma como el de Jones, creado por Steven Spielberg y George Lucas en unas vacaciones en Hawai tras el estreno de La guerra de las galaxias. Y para lograr ese magnetismo, desde luego la veteranía es un grado, aunque aquí suena a demasiada. Porque cuando llegue a las salas ese quinto Indy,el 19 de julio de 2019 —así funcionan los grandes estudios: todavía no hay guion, pero sí fecha de estreno— Harrison Ford hab...

El anuncio de una quinta entrega de la saga protagonizada por Indiana Jones, arqueólogo y aventurero, ha sacudido las almas cinéfilas. Pocos personajes rezuman tanto carisma como el de Jones, creado por Steven Spielberg y George Lucas en unas vacaciones en Hawai tras el estreno de La guerra de las galaxias. Y para lograr ese magnetismo, desde luego la veteranía es un grado, aunque aquí suena a demasiada. Porque cuando llegue a las salas ese quinto Indy,el 19 de julio de 2019 —así funcionan los grandes estudios: todavía no hay guion, pero sí fecha de estreno— Harrison Ford habrá cumplido 77 años y seis días. Como poco, habría que definirle como “héroe de acción talludito”.

Sin embargo, ese Jones anciano no es una excepción en el cine de acción del siglo XXI, en el que ningún nuevo valor ha sustituido con éxito a Sylvester Stallone, Arnold Schwarzenegger, Jet Li, Jackie Chan, Jean-Claude Van Damme, Mel Gibson, Nicolas Cage o Bruce Willis. Más aún, los últimos en llegar también superan las cuatro décadas: Jason Statham, el crío entre tanta vieja gloria, ha cumplido 48 años; Vin Diesel es ocho días mayor que Statham; Dwayne Johnson dejó atrás los 43, y Liam Neeson, que tras una larga carrera de dramas y thrillers se pasó a los mamporros hace muy poco tiempo, se acerca a los 64 años. Ya ni mentamos a Tom Cruise, otro defensor de “a la vejez, viruelas”. De las jóvenes generaciones, nadie ha mostrado potencial para relegar al banquillo a la tercera edad: el último en llegar, Taylor Lautner (Crepúsculo), no ha dado la talla. Resultado: no hay recambio para tiros y puñetazos, e incluso uno sospecha que a los nuevos actores no les interesa el género.

Y de este vacío ha sabido sacar partido Stallone, con mucho el más listo del barrio, resucitando a Rocky y creando la saga Los mercenarios (ha llegado a su tercera entrega), en la que ha reunido a todo el who's who del cine de acción de los ochenta, una época dorada con grandes taquillazos ahora obtenidos por las películas de superhéroes. Sin embargo, Stallone sabe que existe un público cinéfago ávido de curación para su nostalgia y para eso reclutó hasta a Chuck Norris —curiosamente, solo dos años mayor que Ford— en un esfuerzo recompensado por los espectadores. De esos puñetazos con arrugas (bellas) se burlaron otras dos películas, Red y su continuación, con Bruce Willis, Morgan Freeman, John Malkovich y ¡Helen Mirren!

Puede que, en realidad, en el nuevo cine de acción el protagonista sea la audiencia y se llame videojuegos. O que los adolescentes prefieran los mandobles con mensaje, como en Los juegos del hambre o Divergente. O que en la sociedad actual todo se ralentiza, con eslóganes como “los cuarenta son los nuevos veinte” y apuestas publicitarias similares. O puede que se olvide en algunas ocasiones la importancia de la actitud y del carisma: y en ese terreno, Ford es imbatible. Ahora bien, ¿qué opinan sus músculos y sus huesos?