Teresa Romero
Teresa Romero, la auxiliar de enfermería que hace un año tuvo que batallar contra el ébola, ha podido reincorporarse a su puesto de trabajo. Parece que hemos olvidado que, en octubre de 2014, “todos éramos Teresa”. Por eso, y partiendo de la certeza de que, en efecto, todos somos hipócritas, me gustaría que esta persona contara con la misma acogida hoy que finalmente ha podido recuperar su vida, que cuando mostró públicamente su contagio. No olvidemos que Romero trabajaba atendiendo casos de infecciones de VIH, hepatitis y tuberculosis, entre otras afecciones; y que se ofreció como voluntaria ...
Teresa Romero, la auxiliar de enfermería que hace un año tuvo que batallar contra el ébola, ha podido reincorporarse a su puesto de trabajo. Parece que hemos olvidado que, en octubre de 2014, “todos éramos Teresa”. Por eso, y partiendo de la certeza de que, en efecto, todos somos hipócritas, me gustaría que esta persona contara con la misma acogida hoy que finalmente ha podido recuperar su vida, que cuando mostró públicamente su contagio. No olvidemos que Romero trabajaba atendiendo casos de infecciones de VIH, hepatitis y tuberculosis, entre otras afecciones; y que se ofreció como voluntaria para cuidar a los dos misioneros repatriados de África. Tampoco olvidemos que fue acusada de negligencia laboral, cuando sus superiores no le habían proporcionado la formación pertinente. La labor filantrópica en nuestra sociedad es fundamental, y debe contar con todo nuestro apoyo.
Por todo esto, y tras sus 17 meses de lucha y retiro, le envío a esta mujer luchadora mis mejores deseos y completa admiración.— Sofía Álvarez Jurado.