Antonio Banderas, a por la segunda parte de su vida

Esta nueva etapa no ha sido una travesía tranquila. Se divorció de Melanie Griffith, empezó a usar Twitter, se inscribió en una escuela de Diseño y oficializó su relación con Nicole Kimple

Antonio Banderas en Canes en mayo de 2015.Nicolas Guerin (Getty Images)

Antonio Banderas se puso las gafas y empezó a leer con el Goya de Honor en la mano aquel 7 de febrero: “Si miro hacia atrás me veo viejo, pero si echo la vista hacia adelante me veo muy joven […].Este reconocimiento establece casi como si de un pistoletazo de salida se tratase una carrera contra el tiempo para no dejar lo realmente importante en el tintero, para entregarme en cuerpo y alma a encontrar los caminos qu...

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Antonio Banderas se puso las gafas y empezó a leer con el Goya de Honor en la mano aquel 7 de febrero: “Si miro hacia atrás me veo viejo, pero si echo la vista hacia adelante me veo muy joven […].Este reconocimiento establece casi como si de un pistoletazo de salida se tratase una carrera contra el tiempo para no dejar lo realmente importante en el tintero, para entregarme en cuerpo y alma a encontrar los caminos que me quedan por recorrer, y que, espero me lo perdonen por expresarlo de esta manera, creo, deseo y sé, que serán los definitivos […]. Me voy, pues acaba de comenzar la segunda parte del partido de mi vida”.

El actor malagueño puso de esta manera un hito en su 2015: de aquí para adelante, sin descansar, aunque fuera recibiendo un premio honorífico, de esos que parecen reservados a jubilados de su arte. Y no ha empezado una travesía tranquila: su primera temporada de la segunda parte de su vida no ha sido un paseo al atardecer en su Málaga natal. Más bien ha parecido una montaña rusa, en especial en lo tocante al aspecto sentimental.

Separados desde junio de 2014, Banderas y Melanie Griffith han alcanzado un acuerdo de divorcio. A inicios de verano vendieron su mansión en Los Ángeles, en el barrio de Hancock Park. Nada estruendosa, de estilo renacentista. Más tarde cerraron todos los flecos económicos. “El dinero no será un problema en mi divorcio”, dijo el actor, y efectivamente, más allá de tiranteces iniciales con mucho de demostración del tipo “mira a qué abogado he contratado”, el proceso, para los estándares de Hollywood, ha finalizado rápido.

Mientras, Banderas ha viajado. Mucho. Su Twitter, que también estrenó este año, ha levantado acta de esas estancias. Ha marcado un gol en el mítico estadio brasileño de Maracaná, se ha fotografiado bailando en un barco frente a la costa malagueña o cosiendo en un curso en la londinense Central Saint Martins, prestigiosa academia donde también se formaron Alexander McQueen, Stella McCartney o John Galliano. Por cierto, lanzará su primera colección en agosto, para una firma danesa. En ese devenir recogió más galardones que honraban su carrera como cineasta, como el de los latinoamericanos Premios Platino, entregados en Marbella, donde el malagueño organiza en verano las galas solidarias Starlite y donde se fotografió con su novia, la holandesa Nicole Kimple.

Antonio Banderas y su pareja en la gala.(ATLAS)

En esa segunda parte de su vida no ha dejado de lado dos pasiones: hablar claro y la actuación. Para lo primero sus declaraciones en Barcelona acerca del proceso nacionalista: “De alguna manera te sientes rechazado, y eso duele. Estoy al corriente de lo que pasa, pero no tengo suficiente conocimiento para tener una opinión política. Yo hablo desde los sentimientos y veo casi el dilema de Hamlet de ‘Ser o no ser’ en el proceso independentista. Entiendo a todas las partes pero sería bonito hacerlo desde el querer ser y no del querer no ser”. Por la interpretación ha promocionado en América Los 33, un drama basado en el accidente que sepultó a 33 mineros chilenos durante 69 días, ha firmado un acuerdo para encarnar a Mario Conde, el detective creado por el escritor Leonardo Padura, en la serie ‘Havana Quartet’ para el canal estadounidense Starz, y rueda actualmente en Bulgaria ‘Security’, junto a Ben Kingsley. Tranquilidad: hay Banderas para rato.

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