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La maldición de ser mujer kadugolla

La tradición de la casta kadugolla, en India, dice que una mujer que haya sido madre o tenga el periodo es impura y ha de ser apartada. Ellas se resignan a vivir bajo esa norma injusta

La casta kadugolla está formada por unas 15.000 personas repartidas sobre todo en los Estados de Andhra Pradesh, Maharashtra y Karnataka. Pastores de cabras y ovejas, seminómadas y aún en un escalón económico y social muy bajo, viven apartados de núcleos urbanos y siguen fielmente las tradiciones y los mandatos de su religión Esta dice que las que tienen la menstruación y las que acaban de parir deben vivir apartadas del resto durante un tiempo porque contaminan.Lola Hierro
La hija de Dodakka no tiene nombre, y no se lo pondrá hasta que cumpla los nueve meses, una costumbre extendida debido a la alta mortalidad infantil en India. La causa de muerte más frecuente entre los bebés kadugolla son las neumonías que sufren por vivir a la intemperie. La niña tiene esas manchas negras dibujadas sobre su cara para afearla y así ahuyentar a los malos espíritus.Lola Hierro
Las madres recientes deben vivir hasta dos meses en diminutas chozas de paja, como la de la imagen. Son unas diminutas construcciones, a veces de de estructura piramidal, como un tejadillo de ramitas secas y hojas de palma a ras del suelo. Sobre ellas ponen plásticos para que la lluvia no moje a la inquilina.Lola Hierro
Mudda es la madre de Dodakka, y explica que si su hija enferma durante el periodo de cuarentena en la choza, ellos no pueden tocarla. Tendrá que ser un médico quien la examine a distancia, sin tocar, porque también quedaría contaminado.Lola Hierro
Jayamma vive en otra choza de Gollarahatti con su bebé de cinco días. Ella tiene 18 años y fue casada con su tío, de 40. En primer plano está Chikamma, su abuela y también suegra, que sostiene que la niña debe vivir en la cabaña porque es lo que quieren los dioses.Lola Hierro
Chikamma, la abuela y suegra de Jayamma, sostiene que los kadugolla cumplen con su generación desde hace generaciones y afirma sin tapujos que no le gusta que las madres recién dadas a luz entren en su casa.Lola Hierro
Jayamma mira a cámara mientras su bebé, que tampoco ha recibido nombre aún, llora. Es su segundo hijo, pese a su juventud, y no le gusta la tradición que la encierra en esta cabaña dos meses cada vez que da a luz. Ella quiere que esta norma desaparezca, pero no tiene voz ni voto en su familia.Lola Hierro
Kammala posa frente a la casa donde las kadugolla deben quedarse mientras tienen la regla porque ellas también son impuras. Se encuentra a la distancia mínima a la que se le permite acercarse a otras personas. Fue construida fuera del pueblo por el Gobierno hace unos años para evitar que las mujeres se quedaran a la intemperie, como ocurriía antes. Los detractores de esta medida opinan que no sirve para acabar con la discriminación que sufren las kadugolla sino para promoverla.Lola Hierro
Kammala es profesora de primaria en Gollarahatti y, de 47 entrevistadas, ella es una de las dos únicas que terminaron los estudios. La educación y la sensibilización son las claves para acabar con estas prácticas machistas, y por eso cada mes se hace una reunión en el pueblo donde se habla de educación, salud, derechos de la mujer y ecología con ayuda de la FVF.Lola Hierro